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Discurso

Palabras iniciales del presidente Gustavo Petro durante el Consejo de Ministros sobre el programa ‘Hambre Cero’

Foto: Ovidio González - Presidencia

Bogotá, 24 de junio de 2025


Bien, hoy, el día de hoy, se dedica al programa 'Hambre Cero', que consiste en reducir el hambre en Colombia, y han surgido algunos debates en la prensa sobre los números, desconociendo que en cada serie estadística hay que tener los mismos métodos para comparar un año con otro, y ver si las políticas que se están adelantando son eficaces o están fracasando.

En mi opinión, tenemos un relativo éxito, disminuimos hambre, pero hay regiones que lo aumentan, es decir, hay unos fracasos puntuales, regionales, que tienen que tener causas que aquí se van a dirimir.

¿Por qué? Y porque un éxito general de disminución del hambre, que tiene un cuadro que aquí vamos a presentar, esto difícilmente lo presenta la prensa en general, entonces la gente no puede estar desinformada de su Gobierno, que es el cuadro que más indica una eficacia de lucha contra el hambre, mide otros factores, no solamente la falta de agua potable, o la falta de alimentos en las regiones, abastecimiento u oferta, hay muchos temas que pueden llevar a que una región no tenga los alimentos suficientes para su población.

Este es un gran debate mundial, porque la tesis que imperó bajo el neoliberalismo, nefasta, llevó fue aumentar el hambre en el mundo, fue que el mercado mundial actuando libremente, pues garantizaba que se llevara los alimentos donde se necesita, como los que necesitan alimentos, pues no tienen dinero, por eso tienen hambre, no van a un supermercado a hacer mercado, porque no tienen el dinero suficiente, y finalmente la teoría del mercado para acabar el hambre se destruyó en el mundo.

Tuve la oportunidad de hablar con (exsecretario de Estado de Estados Unidos, Antony) Blinken, era el del gobierno de (expresidente de Estados Unidos, Joe) Biden, en ese momento los norteamericanos hablaban con más franqueza, ahora casi lo hablan con nosotros, pero coincidimos en un escenario internacional, que ya no se trataba de mantener la política de suministro mundial por el mercado de alimentos, o ayudas mundiales que también han fracasado, porque le quita a la población la capacidad de producir sus propios alimentos, y es la mayor capacidad, y en eso el gobierno de Estados Unidos estaba de acuerdo con nosotros.

Nosotros hemos adelantado la política, ellos la adelantan por otra vía que son los subsidios, tiene el problema de que los alimentos son baratos relativamente para ellos, en un supermercado donde hay de todo y la gente puede comprarlo, solo el más pobre de los pobres queda por ahí excluido, entonces toman una política de ayuda relativamente eficaz. En Estados Unidos no se muere la gente de hambre, se muere por otras cosas, que son propias de las deficiencias de una sociedad, no es mi deber ni mi función exponer eso, cada sociedad tiene malfunciones, y, por ello, muere gente.

En el caso de Colombia aún muere gente por hambre, a eso se le llama la tasa de mortalidad por desnutrición, que es la que quiero presentar aquí, pero en el caso de la niñez, porque la niñez, por razones machistas y por otras razones, pero el machismo cunde en algunos lugares donde primero la comida es para el hombre de la casa y de últimas el niño, eso está matando niños en La Guajira, que es el departamento de mayor mortalidad infantil por desnutrición, no es que haya falta de comida, aunque la hay, región desértica, problema en La Guajira, el sur de La Guajira que es fértil, la tierra del vallenato, chupa el agua de rancherías con prioridad, este tema creo que ya se solucionó en mi gobierno, hablará la ministra de Agricultura (Martha Viviana Carvajalino) al respecto, porque antes que la agricultura necesariamente es el agua potable para la gente, y ahí los dos objetivos luchan.

Pero se les pone por encima un tercer objetivo fatal, que es producir carbón, que es una producción fatal, mortal en el mundo, porque envenena la atmósfera. Viene en descenso.

El Ministerio de Hacienda tiene que mover las políticas de mitigación de la caída de divisas por exportar fósiles, que va a seguir, yo lo anuncié en campaña, no me creyeron, se burlaron los estudiantes de Nueva York colombianos, algunos se rieron, me acuerdo estaba al lado de (expresidente Iván) Duque, candidato, y el hombre hizo un chiste ahí diciendo que era más importante el barril del petróleo que el de aguacate, que equivocado estaba.

Lo cierto es que Colombia va a vender cada vez menos barriles, no porque no tenga, sino porque no los compra, porque es crudo pesado, y lo mismo en carbón, porque tenemos hasta como dos mil años de reservas, si el carbón colombiano de las reservas se vendiera no hay humanidad, la cantidad de CO2 que arrojaría a la atmósfera mata lo existente.

Lo mismo pasa con el petróleo que está en las reservas de Venezuela, o sea, entre la vieja Gran Colombia, si seguimos dependiendo de exportar, porque Ecuador también es petrolero, exportar combustible de fósiles, matamos a la humanidad, ergo a nosotros mismos, es un suicidio, los primeros en morir son nuestros hijos, aquí no sé si el Ministro de Salud (Guillermo Alfonso Jaramillo) tenga la tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias de la niñez, como le dicen, ERA, ERA es diarreicas, también es clave, y en Bogotá mueren niños es por ERA, no por desnutrición.

Salvar el hospital San​​ Juan de Dios

En mi gobierno de Bogotá Humana tuve el placer de llegar a cero casos, eso más o menos se ha mantenido a pesar que existen niveles de pobreza, pero el Sistema de Atención en Salud, que para nosotros era preventivo y a pesar que nuestro alcalde no quería ayudarnos en este tema, impide por orden distrital, en mi opinión ilegal, porque una ley, ministro, usted hablará de eso ahora, obliga y una sentencia de Sala Plena del Consejo de Estado a que Nación, Distrito y Cundinamarca concurran a salvar el hospital San Juan de Dios, por una razón que creo que es ideológica, política, no técnica, yo me curé del Covid en un hospital de (año) 1285 en Florencia, y este hospital no es tan viejo

Pero, la primera orden que dio para hacer el contrato, para restaurar el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, fue demoler, no (alcalde Carlos Fernando) Galán, la dio (exalcalde Enrique) Peñalosa, y el contrato lo firmó (exalcaldesa) Claudia (López), fue dinamitar la torre central del San Juan de Dios, dinamitarla con una empresa española que se llama Copasa.

A quién, en un país con tantas necesidades en salud, se le ocurre dinamitar un hospital, pues una enseñanza para que todos terminemos dinamitándonos entre nosotros, porque un Estado lo que tiene que cuidar es a su gente, y parte del cuidado tiene que ver con el cuidado de la niñez, no sé si usted, la directora del ICBF (Astrid Eliana Cáceres) por aquí, ahí está, con el cuidado de la vida, pero los niños son primero, los niños y las niñas, en la primera edad, son lo primero, así no voten, como estos gobiernos vienen de quién va a votar el año entrante, entonces descuidan a los niños y a las niñas, y después de esos niños salen criminales, como ya hemos visto.

La mayor política de seguridad es cuidar al niño y a la niña en su primera infancia, con amor. Si no puede la familia por recursos económicos, porque como decía Israelí, detrás del amor está el presupuesto, si no hay presupuesto el amor se agota, creo que todos aquí, todos lo hemos sentido en la vida práctica.

Entonces, aquí el Estado suple la carencia, ese es su deber, su función, su deber ser, no es dinamitando hospitales, ministro (de Salud) usted tiene que poner todas las medidas jurídicas, porque lo que están esperando es lo que me pasó en la alcaldía, yo compré el hospital de Dios, San Juan de Dios para Bogotá, pero no para que lo dinamitaran.

¿Qué pasó?, que no alcanzamos a abrirlo, arreglamos centenares de metros cuadrados, y yo fui a ver y no quedaban sino escombros, demolieron lo que hicimos, exprofeso, un crimen, que están las fotos ahí, pero no está la investigación, nunca hay investigación contra los niños preferidos de la oligarquía bogotana, el ataque contra el que no es de eso sí hay por montones, pero hay una impunidad.

¿Cómo así que destruyeron centenares de metros recién construidos con dinero público del distrito en mi gobierno?, porque fue lo último que hicimos, eso hubiera servido si se hubiera arreglado para el Covid.

El hospital San Juan de Dios afrontó una de las pestes que llegó a Bogotá de Europa, por allá en 1911, no recuerdo, 1918, y el agradecimiento de salvar vidas en Bogotá es que lo quieren dinamitar y quieren que pase mi Gobierno y no podamos abrir servicios médicos para, creen ellos, tener un aliado que entonces mueva patrimonio, ministro de Cultura (Yannai Kadamani), no sé si está por acá, y poner un chulito a algo que fue también irregular en el gobierno (Juan Manuel) Santos, ministro de Ambiente y Cultura, entonces ministra y distrito, que fue modificar el plan de la Universidad Nacional que prohibía que hubiera intervención en ese hospital que no fuera restauración, como ordenaba el Consejo de Estado y la ley.

Entonces movieron una normita para permitir la dinamita y acabar con el San Juan de Dios, porque hasta el contrato que firmaron con Copasa, ya no hablaba de San Juan de Dios, hablaba de la Universidad de Santa Clara.

¿Qué buscaban? Que de la cabeza del pueblo bogotano se olvide, y ya casi lo olvidan, el hospital San Juan de Dios que se creó en 1538, por cédula real, es el primer hospital de América, donde empezó la salud en América, al ser fundado por el rey es salud pública, aquí les encanta la salud privada, no fue fundado por el obispo, sino que la orden San Juan de Dios se le encargó, porque en ese entonces religión y Estado estaban juntas, se le encargó la administración y el hospital se fue desplazando.

Bolívar, cuando ganó su guerra de independencia, expropió el hospital a la corona y allí se curaron los soldados de la independencia que estaban heridos y, a partir de ahí, el pueblo más pobre, y así ha sido hasta que lo cerró (expresidente) Andrés Pastrana en 1998.

Yo cogí la bandera de salvarlo, llevo ya 26 años luchando por abrirlo, he sido alcalde, soy presidente y ni aun así, tal es la fuerza negativa, oscura, de los sectores que dirigen Bogotá, porque lo han dirigido durante mucho tiempo, buscando dinamitar el hospital que fue el primero de América, y lo ha defendido el Consejo de Estado, muchas sentencias; lo ha defendido el Congreso de la República, yo fui ponente de la ley con una congresista que era de apellido Marulanda, Marulanda de Risaralda creo, (María Isabel) Mejía Marulanda, liberal, sacamos adelante la ley.

Y ni con ley ni con sentencia judicial que ordena al distrito, desacato, y ordena a la nación, y ordena a Cundinamarca a salvar el hospital, ni, aun así, están esperando que este Gobierno salga, lo asustan a ustedes diciendo que no dan la orden de meterse, no dan la orden de meterse porque yo mismo compré el hospital San Juan de Dios para Bogotá, y ahí me criticaron todos y ahora usan eso para impedir que yo mismo lo salve.

Y este hospital no puede caer porque cae la salud pública de Colombia y la historia de Colombia, ahí se curaron los soldados de la independencia, y eso no puede olvidarse, y ahí se salvó la ciudad de Bogotá de una peste tenaz en 1918, y hubiera sido mejor el tratamiento en Bogotá frente al Covid, la otra peste, y no, ni se usó, compraron una carpa por allá por 20 mil millones y ni en la carpa, salvaron un solo paciente porque no entró ni uno, todo eran las EPS privadas, y yo sí creo que tenemos malos indicadores internacionales del tratamiento contra el Covid.

Cuidar la selva y el agua p​​otable

Bueno, entonces ahora nos toca los niños y las niñas y la desnutrición. En La Guajira hemos desplomado la desnutrición, pero sigue siendo el departamento con más muerte infantil por desnutrición y es el agua potable.

El Congreso de la República, influenciado por malas energías, mafias locales de La Guajira, hundió en el último debate el proyecto que creaba el Instituto Nacional de Agua, el agua potable o semipotable en La Guajira lo manejan las mafias locales y cambian agua por votos y cruzan muchos dineros ahí ilícitos.

No sé jurídicamente, Ministro del Interior (Armando Benedetti), pero lo que yo le solicito al Congreso es quitarle el dominio del agua potable a las mafias, la Corte Constitucional no me ayudó, no creí en su sentencia de que el clima es previsible, pero si la ciencia dice todo lo contrario, si el derecho no sigue a la ciencia o la política no sigue a la ciencia, vamos al fascismo.

Todos sabemos qué pasa con el ascenso del irracionalismo en la mente del Estado, eso está escrito: George Lucas, no el del cine, sino el filósofo, lo escribió con mucha claridad en su libro El Ascenso del Irracionalismo en Alemania. Hay que leer, porque si no leemos filosofía andamos a las ciegas, pero si la linterna de Diógenes dice que lo único que nos hace conocer la realidad es la ciencia, eso lo saben los griegos desde el principio y, de pronto, otros pueblos antes, porque la historia no la hicieron escrita por los europeos, no la hicieron los europeos.

Pero bueno, no voy a hablar más de eso, sino que la ciencia hoy dice que el clima es imprevisible, imprevisible.

No puede haber sentencia jurídica que lo desconozca o acción política que lo desconozca. Tan imprevisible fue que aquí nosotros creímos que en La Guajira iba a haber la catástrofe y la hubo en Bogotá, y se quedó sin agua potable Bogotá. Y aún sigue el problema, porque el problema es climático, no es de racionamientos.

Mientras no solucionamos las causas climáticas, y una tiene que ver con humana, raza humana, que es la destrucción de la selva amazónica. Y aquí hay una ministra, que es la ministra del Ambiente (Lena Yanina Estrada), que tiene esa responsabilidad número uno.

¿Dónde está la ministra del Ambiente? Bueno, lo quiero advertir, viceministro (de Ambiente, Mauricio Cabrera), la prioridad uno es revitalizar la selva. El objetivo de diálogos de paz en la selva amazónica con armados que están allá es revitalizar la selva amazónica. Eso significa, ministra de Agricultura, que no es priorizando el ganado.

El ganado es el gran destructor de la selva. El ganado viene de Venezuela y es un lavado de activos. Y las haciendas enormes que hacen quemando la selva, mil hectáreas, etcétera, traen campesinos para quemar la selva, y después echan a los campesinos, como pasó en el Caquetá.

Quedan terratenientes con la esperanza de que van a ser hacendados. Y la tierra de la selva es infértil. Luego, es una ilusión tonta.

Pero a los armados se les debe decir que, si van a hacer la paz, lo primero es demostrar que no queman la selva y que las comunidades quedan en libertad de negociar con nosotros, concertadamente, una sustitución, que ahí no es tanto de cultivos de hoja de coca, sino de la tierra pelada por selva. Pagarles por revitalizar la selva. Y solo así Bogotá volverá a tener agua.

El alcalde Galán, nada más de ayudarnos en cumplir la ley con el hospital San Juan de Dios, debería ayudarnos en un programa común de revitalización de la selva, que es el agua de Bogotá. Y si Bogotá tiene el aire contaminado de diésel excesivamente, si no hay agua potable, pues los que mueren son los niños de los bogotanos. Y en masa.

Hasta ahora la tasa de desnutrición en Bogotá es cero de mortalidad por desnutrición de niños. Eso empezó en mi gobierno, es una gran medalla, pero puede desplomarse si empezamos a tener baja agua potable. Y hoy tienen alta tasa de mortalidad infantil por aire.

Transmilenio y los carros y las motos nos están matando los niños. Tema que no se analiza públicamente en la ciudad.

Medellín qui​ere la paz

Bueno, yo dejo ahí, quería referirme un poco a lo de la manifestación de Medellín.

Salieron hoy en masa a criticarnos quienes hubiéramos, unos señores que eran responsables de la violencia en Medellín, desconociendo la realidad de Medellín, solo por atacar a Petro. La realidad de Medellín es que ha empezado a subir la violencia. Nosotros la bajamos, la bajamos a través, casi a 10 homicidios por 100 mil habitantes, lo cual internacionalmente saca a cualquier ciudad de la lista de ciudades violentas.

La ciudad de Bogotá no pudo. Yo intenté, llegamos a 15, hay que reconocer que Peñalosa logró, casi a 12, a 13, yo dije ya vamos a salir. El gobierno de Claudia volvió a subir al final y está subiendo.

La tasa de homicidio en Colombia no la hemos podido bajar por Bogotá, lo cual significa que cambió la estructura de la violencia, que ya no es la pandilla, que, metiendo a sus jóvenes en programas de reinserción social, Jóvenes en Paz, pues mostró una baja de la violencia casi exitosa, pero ahora sube. ¿Y eso qué significa? Que están reclutando jóvenes y que hay un puerto en Bogotá que no se cuida.

Y como en Barranquilla, en Santa Marta, en Buenaventura, Cartagena, etc., que son puertos, aumenta la violencia. En Bogotá también, porque es un puerto y tiene dos grandes aeropuertos, uno controlado por la policía desde donde sale cocaína y otro controlado por gente privada, que es el aeropuerto más grande, El Dorado, que ahora se llama (Luis Carlos) Galán. Entonces, si no hay control de los aeropuertos, va a seguir subiendo la cocaína producida cerca de Bogotá, en los Llanos.

Ya sabemos que en la sabana de Bogotá hay laboratorios que son de la Junta del Narcotráfico, la que quiere acabar con este edificio, incluso. Y, no se asusten, después les cuento. Y pues ahí hubo un caso muy famoso, porque un señor muy conocido tenía en su hacienda uno de esos laboratorios.

Es porque hay un puerto y es el aeropuerto, y si no hay control del ministro de Defensa (Pedro Sánchez) estricto sobre el aeropuerto, ambos pueden seguir subiendo la tasa de homicidios en Bogotá. Esa es una tarea para usted. Igual que suben los puertos, el tema puertos es un problema de seguridad nacional y hay que manejarlo así.

Y de ahí viene el ataque al Gobierno, de quienes manejan todo eso, que ya en Consejo de Seguridad hablamos más detenidamente.

Entonces, lo que hicimos en Medellín, frente al pueblo, fue hacer lo que hacían a escondidas. ¿Cierto? Entonces, la gobernabilidad era una estrategia por medio de la cual las bandas en las calles y sus jefes en las calles negociaban con los políticos, votos.

Los políticos le decían: baje la tasa de homicidios y sigan. Entonces, Medellín se volvió una ciudad bajo la extorsión. En nuestra política de paz, ministro de Justicia (Eduardo Montealegre), que hay que hacer reunión porque hace agua por varias razones.

Una de ellas, porque no hemos podido extender el programa de negociación con las bandas. Hemos hecho Buenaventura, Quibdó, Medellín. Quiero abrir Barranquilla.

Claro, atacan eso porque las bandas saben la verdad. Quienes hablaron con ellos, quienes los negociaron. En Medellín yo no subí delincuentes a las tarimas. Los delincuentes hablaron alcaldes y otros. ¡Ojo con eso!, la prensa lo borra y se olvida de un principio universal de la justicia. El que está preso no es un delincuente, es una persona en rehabilitación.

Como aquí ven la justicia como venganza, entonces no ven la gente que está allá en las cárceles como gente en rehabilitación. ¡Ah! que desde las cárceles manejan violencia, cierto. Pero a esos, yo les dije, hay que meterlos en las fragatas.

Ahí hay una discusión interna en la Armada, porque, claro, no es fácil. Pero quien reincida y maneje muerte desde la cárcel se va para las fragatas o a la cárcel de seguridad más alta que tengamos. No van a usar la cárcel de capital de la delincuencia.

Pero la gran mayoría de los presos son personas en rehabilitación, personas, ninguno puede perder la característica de persona.

Persona es ser un ser, un individuo de la humanidad que tiene derechos. Y el derecho de un preso es a ser rehabilitado por el Estado y aquí lo volvemos más criminal aún de como entra y hacen negocios dentro de la cárcel, etc.

Yo fui testigo de eso cuando me pusieron preso. Yo creo que nosotros teníamos más principios morales y éticos y no nos dejamos matar allá. Bueno, pero eso es otra historia.

El tema es que en Medellín se subieron gente que estaba presa, es decir, personas, a mostrar en público, no debajo de una mesa, cómo hacer un pacto de paz en los barrios de Medellín y tenemos que ver jurídicamente cómo se maneja el asunto, porque ya hemos llegado a un nivel alto. Llegamos a casi 10 habitantes muertos por homicidio, por 100 mil y la ciudad tenía 423 allá en la época de Pablo Escolar.

Por 100 mil, la tasa más alta de la historia de la humanidad mientras se han medido esas tasas. De la humanidad, no solo Medellín ha salido de eso, pero no puede hacerlo a través de pactos con la delincuencia, porque viene una nueva violencia o volviéndola a una ciudad de la extorsión.

Generalizar a una ciudad bajo extorsión no es libre y la República se fundó para ser libre.

Y la gente de Antioquia fue republicana y estuvo con Bolívar. No es del fascismo, no es de la monarquía. Su himno dice raza, pero la ciencia dice que no existe la raza, ni los perros, todo es construido por el ser humano.

Pongo una perrita pequinesa ahí con un perro gozque, como llamamos nosotros, criollo, de la calle y verá qué pasa. Funciona la naturaleza, no la animalidad del hombre que construye razas, modificando, manipulando la vida y se cree Dios. El ser humano solo será un dios del universo cuando sea libre, porque entonces su inteligencia se expandirá.

Y entonces frente a la plaza de Alpujarra, lo que hubo fue personas en condición de presos, diciéndole al pueblo de Medellín, a donde hicieron sus víctimas, estamos dispuestos a restaurar, indemnizar. Entonces, señor fiscal, nosotros acabamos de aprobar por el Congreso de la República, la ley de justicia restaurativa, se tiene que poner en práctica, porque abandonamos el paradigma de la justicia por venganza, que no lleva sino más muertos, por la justicia restaurativa, que tiene como objetivo la verdad, la eficacia, porque hay que buscar la confesión, la verdad y la paz.

Y ha funcionado medio bien en la JEP (Jurisdicción Especial de Paz), ahí le metieron que los terceros no pudieran hablar, para impunidad de los terceros, no fue culpa de la JEP, sino de cortes que han estado influenciadas por el 'cartel de la toga', y hay que quitar el 'cartel de la toga', que aún persiste de la justicia colombiana, y la ley nos lo permite.

El juez empoderado, el fiscal empoderado, libre, libre de presión, que en el caso de Medellín no existe, porque sigue presionando la fiscalía para acomodar procesos políticos con funcionarios del despacho, ¡ojo!, si los fiscales no son libres, no hay justicia.

Y a mí me critican que yo quito la independencia judicial, no, yo hablo, no soy abogado, pero he estudiado las bases filosóficas, que también son del derecho, también son de la física y también son de la economía. El día que la economía política se junte con la física, que son teorías científicas, ese día entenderemos por qué estamos viviendo al borde del colapso mundial.

Bueno, dejo ahí, quería explicar esto, porque Medellín tiene la oportunidad de tener un proceso de paz, desmantelar bandas que están actuando hoy, bajar la tasa de homicidios, quitar la extorsión, pero hay que hacerlo de frente, transparentemente.

Ahí estuvieron las señoras víctimas de San Javier, muchos de sus hijos terminaron en las escombreras, quienes hicieron la matanza de desaparecidos, fueron los paramilitares de (alias) 'Don Berna', y con ellos siguieron gobernando. No importaron los desaparecidos, gobernaban la Comuna 13, hasta hace poco.

Bueno, pero ya no sigo con la historia patria, sino con nuestra realidad del hambre hoy en Colombia, así que pueden tomar la palabra.


(Fin/for)