Corregimiento de Domingodó, Chocó, 4 de julio de 2024
Un saludo a toda la comunidad, Domingo Doceña.
Lideresas y líderes comunitarios, población afrodescendiente, autoridades étnicas, organizaciones sociales, populares, ambientales, asociaciones, poblaciones diversas, LGTBIQ+, Guardia Cimarrona, Guardia Indígena y a toda la población Darienense.
Directora, ministros y funcionarios del Gobierno Nacional.
Gobernadora del departamento del Chocó, Nubia Carolina Córdoba.
Alcalde del municipio de Carmen del Darien, Dawinson Baloyes Moreno y su esposa Cindy Paola.
Mandos regionales de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.
Alcaldes municipales que nos acompañan.
Gabinetes municipales presentes.
Concejales municipales.
Representantes legales de los consejos comunitarios y comités de apoyo.
Agrupación musical Renacer Domingo Do y su director Alcides Panecio.
Medios de comunicación.
Y en general, a toda la comunidad que nos acompaña en el día de hoy.
Hemos visto… No es que estemos anunciando, es que aquí está, digamos… Ya cualquier miembro de la comunidad puede observar, sentir, tener, incluso, este tipo de tecnología...
Es una serie de transformaciones tecnológicas que vienen ocurriendo de unos años para acá que cada vez nos hacen más interconectados a nivel mundial, cada vez más somos una humanidad y eso no es cualquier cosa. Hay que hacerlo valer.
Cada vez más las formas de producir van cambiando, cada vez más se necesita el cerebro que el músculo, cada vez más, para poder sobrevivir como humanidad en este planeta necesitamos energías limpias, cuidado de la naturaleza, todo eso junto se está observando aquí en este proyecto que hemos llamado Juntas Populares de Internet.
Al principio me inventé el nombre de Comunidades de Conectividad, pero eso no me entendía nadie. Juntas Populares de Internet es más fácil.
Acostumbrados un poco, sobre todo en las grandes ciudades, a que un gran empresario operador que cobra un billete por el servicio, 100 mil, 80 mil, 150 mil, 200 mil y más pesos mensuales por un Internet de banda ancha, pues sabiendo ese tipo de empresariado que buena parte de la población colombiana no tiene ese recurso para pagar cada mes. Tendría que sacrificar la leche, la comida de los hijos, el transporte, el pago de otros servicios.
Ha hecho que entonces Colombia se divida en dos desde el punto de vista del Internet: quienes lo tienen, y de alta velocidad, al punto que puede ver partidos de fútbol, películas de cualquier lugar del mundo, e incluso, programaciones poderosísimas que tienen que ver con la producción, la acumulación de riqueza y otra parte de la población que no puede ni conectarse.
Esa división es una moderna forma de desigualdad social. Si miramos un poquito hacia el oriente de esta región, las tierras fértiles que comienzan por aquí y llegan hasta el sur de la Guajira, veremos una forma de desigualdad social que apareció cuando los españoles llegaron aquí, cuando volvieron a los indígenas ciervos y cuando volvieron a la humanidad negra que traían a la fuerza esclavos.
La desigualdad social en la tierra. Unos muy pocos con muchísima tierra y otros pocos muchísimos sin ningún mendrugo de tierra para producir, lo cual ya diferenciaba a la sociedad colombiana entre unos pocos muy, muy ricos y otros muchísimos muy, muy pobres.
Colombia es el país más desigual de todo el planeta Tierra. Nos ganamos ese campeonato mundial terrible. Antes éramos el cuarto, el quinto.
Resulta que ahora somos la sociedad más desigual socialmente de toda la Tierra. Y eso trae, indudablemente, consecuencias. Pobreza, la primera. Hambre.
No tener con qué comer, no poder llevar los hijos a una buena educación, no tener la salud, no tener el agua potable, no tener las condiciones básicas, mínimas, pero fundamentales, esenciales de la existencia.
Así han vivido generaciones de colombianos. Nuestros abuelos, nuestros bisabuelos y, aún en esta generación que hoy vive en este siglo XXI, la pobreza llega a casi la tercera parte de la población colombiana.
Y es más pobre si es mujer, y es más pobre si es indígena, y es más pobre si tiene la piel negra, y es más pobre, incluso, si se le ocurre tener una preferencia sexual diferente. Una mujer negra es más pobre que cualquier ser humano en Colombia.
Eso se llama desigualdad social, pero es como una forma de traer al presente la vieja esclavitud. Castigan a las poblaciones por haberse liberado, a indígenas, a negros y, sobre todo, a mujeres.
No les gusta la mujer libre, no les gusta el joven libre, no les gusta la comunidad negra organizada y exigiendo; no les gusta la población indígena tan organizada, sabiéndose que son los ancestros de esta tierra; no les gusta la mayoría trabajadora, no les gusta que el trabajador pida un día de descanso o que la jornada no vaya más de ocho horas.
Todo eso les parece terrible comunismo y, por eso, nos han llevado a este atraso, a esta pobreza, a esta discriminación como seres humanos, a esta violencia, porque lo que se produce en la desigualdad social, en la discriminación, es la violencia.
El Gobierno del cambio
Ese es el estado de las cosas, pero es lo que tenemos que cambiar. Es lo que este Gobierno que fue elegido por ustedes, ustedes bien lo saben, tiene que ayudar a cambiar.
Se necesita decisión política del Gobierno, claro, dejar los sustos, los miedos, ser audaz, cambiar las normas, no dejar que el funcionario de abajo mantenga la inercia, porque la inercia no lleva sino a la desigualdad, tratar de volcar los presupuestos públicos a las necesidades de la gente que más lo necesita, claro, pero también se necesita organización popular, se necesita fuerza del pueblo
A eso le he llamado poder constituyente. El poder de decidir sobre el territorio, sobre los asuntos de la vida, los personales y los públicos, poder decidir sobre Colombia, yo diría, poder decidir sobre América y poder decidir sobre nuestro planeta, si lo destruimos o no. El poder constituyente es el poder del pueblo.
Por eso ustedes están aquí, un poco, en esta reunión con nosotros. Decían que aquí no ha venido ningún presidente en la historia. Yo, en realidad, tampoco había venido aquí en algún momento de mis largos y continuos recorridos. Aquí cerca sí estuvimos, en la loma.
Pero esta reunión no es simplemente para vernos las caras o para echarnos unos discursos, esta reunión es para construir un poder, un poder popular. La gente dueña de este territorio no son más sin ustedes, la gente que tiene que decidir aquí no son más sin ustedes…
…Ya nos cayó ahí el aguacero... Lo decía la gobernadora (del departamento del Chocó, Nubia Carolina Córdoba), que no se ve casi el sol...
El poder, por tanto, de la gente que está aquí es la de ustedes. Lo que hemos traído entonces es un instrumento de poder. El poder comunicarnos, el poder conocer, el poder educarnos, el poder denunciar, el poder juntarnos con otras y otros a través de esos cables y de esas pantallas que aquí llamamos Internet.
El poder saber, ¿quiénes eran nuestros ancestros? ¿De dónde vinieron? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es la historia de esta región? ¿Cuál es la historia del Darién? ¿Qué pasó en Panamá? –nuestro vecino– ¿Qué pasó en Colombia? ¿Por qué hoy una frontera nos divide? ¿Por qué vivimos en la pobreza?
Ese es el poder de conocer no sólo el pasado, sino que lo que nos puede construir también el presente y el futuro.
…Vamos a ver, espero que la carpa resista...
Ustedes ya han podido ver, entonces, que, sin necesidad de una gran empresa, simplemente organizándonos, podemos tener el Internet, podemos tener uno de los mayores poderes que hoy hay en el mundo, el poder de la comunicación. Usémosla, usémosla para mejorar el territorio, para mejorar la vida de la gente en estas tierras, en esta región.
Aprendamos lo que puede constituir la emancipación de la población en este territorio.
Interconexión de 62.000 familias
Esta comunidad de Internet que en este momento se está inaugurando aquí, en este punto, Domingodó, no es la única en este día. Vinimos aquí para anunciarle al país que exactamente hoy se están interconectando 62.000, la mayor parte en el Chocó.
Veintiocho municipios tienen este tipo de solución trayendo fibra óptica o trayendo señal desde el espacio para que la gente pueda tener esta misma posibilidad de comunicación.
Un municipio de Antioquia, Vigía del Fuerte. Habría que investigar por qué se llama Vigía Fuerte un municipio entre Chocó y Antioquia. Tarea para averiguar en el internet.
Un municipio del Cauca, Timbiquí, 27 o 28 municipios del Chocó, casi todos, porque ya Quibdó en el pasado pudimos conectarlo.
Estamos cubriendo todo el departamento del Chocó, desde el punto de vista de la conectividad del internet. Hay que extenderlo a cada habitación, a cada casa.
Falta Riosucio, vamos a ver. Chocó: Acandí, Alto Baudó, Atrato, Bagadó, Bahía Solano, Bajo Baudó, Bojayá, Carmen del Darién, Certegui, Condoto, el Cantón de San Pablo, el Litoral del San Juan, Ismina, Juradó, Lloró, Medio Atrato, Medio Baudó, Medio San Juan, Nóvita, Nuquí, Río Iró, Río Quito, Ríosucio, Ríosucio, Ríosucio, estamos conectando en Ríosucio 4.268 familias en el día de hoy. San José del Palmar, Sipi, Tadó, Unguía, y Unión Panamericana.
En Nariño, dos municipios. Francisco Pizarro y San Andrés de Tumaco. En Tumaco estamos conectando 24.470 familias y en total 62.309. Esa conexión que es similar a la que aquí se observa ha tenido una inversión de dinero, dinero público.
por una cuantía de 210.000 millones de pesos, se ha desplegado 74 kilómetros de nuevos, de fibra óptica a través de cuatro rutas del Chocó.
Y este programa terminará el 31 de julio del 2026. Aquí, esto se llama Siglo XXI. El aplauso por la vía es importante, pero esta es la velocidad de la luz. Este es otro tipo de viaje.
Iremos aprendiendo que no es que es el uno o el otro, porque ambos se necesitan obviamente, pero iremos aprendiendo en la medida que prendamos esos aparatos que este es la principal ruta del ser humano en este siglo.
Lo iremos utilizando. Con esto se pueden hacer hasta máquinas. Con esto se puede aprender tecnologías para una mejor producción agraria. Con esto se puede hasta hacer, con las materias primas adecuadas, las camisas o el arte, la música, el desarrollo cultural del territorio, la comunicación con todos los pueblos negros del mundo, para hacer una gran confederación que sería un poder mundial dentro de la humanidad misma, no solamente con el pueblo vecino, desde donde vinieron los bisabuelos o tatarabuelos traídos en un barco.
Y se podría hacer la gran confederación de pueblos indígenas de América comunicándose todos los días. Y podríamos hacer la gran unidad popular del pueblo colombiano y del pueblo latinoamericano. Podríamos ser poder.
Aquí aún llegan los fusiles, la extorsión y la violencia. Todos sabemos que este estado colombiano ha sido incapaz hasta el día de hoy de transformar los territorios de antaño, por siglos excluidos, en progreso, en que la juventud pueda tener una universidad y el estudio que se le dé la gana y que lo único que va quedando por ahí es el sueldo que trae el traqueteo.
Sueldo que termina manchado de sangre siempre, a veces del mismo joven que lo recibe. Negros matando negros, jóvenes matando jóvenes, pobres matando pobres.
Dividiéndonos, autoesclavizándonos nosotros mismos. Y eso no puede seguir así.
Aquí claro que hay una gran riqueza. Aquí, Gobernadora, usted sabe que puede pasar un ferrocarril que junte como el canal de panamá, el océano pacífico y el atlántico.
Pero no para ver pasar todas las mercancías del mundo en contenedor así como así, con los problemas ambientales que traería, que hay que evaluar, sino para sacar de ese paso un recurso para que se pudiera fortalecer al máximo en calidad y cobertura las universidades del Chocó, que pudiéramos en toda esa larga lista que ustedes presentaron, mejoramientos de vivienda, acueductos, agua potable, puestos de salud, que prácticamente no tuviera que pedirse la Bogotá, sino que pudiera generarse aquí mismo, a partir de simplemente cobrar un peaje a todo el comercio mundial que hoy está estancado al lado y lado del Canal de Panamá, porque el canal de panamá se está secando.
Todos sabemos qué pasó con el Canal de Panamá y con panamá, que era nuestro propio país.
Esa riqueza del canal despertó las cobardías de unos y las codicias de otros y resultó que nuestra oligarquía colombiana no fue capaz de defender nuestra propia tierra, que hoy es otro país.
Solo dos países se han independizado de países de América, solo dos, todos nos independizamos o de los ingleses o de los españoles o de los franceses, pero solo dos países se han de independizado de países americanos, la República Dominicana de Haití y Panamá de Colombia, que triste que demuestra nuestra debilidad como nación y, sobre todo, la debilidad cobarde de una élite que no supo construir una nación democrática y republicana en la que pudiéramos caber todas y todos.
No solo hemos perdido el territorio, sino que nuestros jóvenes se van, se van fuera del país o se van a los viajes cerebrales de las sustancias que les permiten escaparse de una realidad que no quieren ver, o se van a la violencia y, entonces, a la cárcel, o a las tumbas, o a los lugares desconocidos, donde desaparecen debajo de la tierra, como tantas decenas de miles de colombianos y colombianas.
Claro que ese pasado no tiene que ser aquí, claro que aquí estamos abriendo una puerta, quizás, no se ve la importancia aún porque aquí estamos abriendo un puente, un viaje, una ventana sin salir del territorio, sin dejarlo, que es la ventana al universo, que es la ventana al conocimiento, que es la ventana al poder.
Y, por eso, este tipo de programa tiene que extenderse al conjunto del pueblo pobre de Colombia, ministro (de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC, Mauricio Lizcano).
El que tiene con qué puede pagar su servicio, lo usa para hasta ver pornografía, cosas ahí, perder el tiempo, porque qué saca uno viendo sin nada más. Pero la mayoría del pueblo puede sacar el beneficio que eso representa, utilizarlo para producir, para salir de la pobreza.
Aquí hay 50 familias conectadas, pero son 800, ya no se necesita más torres, ya están ahí, lo que se necesita es más cables y más, antenas, es más fácil.
La junta de Internet organizada por las mismas personas de esta comunidad, jóvenes en general, que son gomosos de la técnica, que la saben manejar más rápido que uno, que la aprenden y quieren aprenderla, pueden extender ese servicio si el Estado ayuda, y el compromiso del Ministro es que aquí las 800 familias queden conectadas, y que esto que hemos hablado, que hoy comienza, pues se termine, se vuelva una realidad, 62.000 familias con poder.
No es solamente esto, indudablemente la energía. Voy a recoger su idea, Gobernadora, porque sé que la energía solar aquí no es que sea la más poderosa, ni la eólica, pero se necesita energía limpia y es o el agua, o el viento, o el sol, o el fuego que hay debajo de la tierra. Son las fuentes que hoy conocemos de energías limpias, y usted tiene razón en el río, lo que pasa es que hay que ver las turbinas para sacar energía del río.
Ferrocarril transoceánico
Y creo que es un proyecto que antes de que nos vayamos de este Gobierno, que ojalá, sea seguido de otro gobierno por el estilo, progresista, otro gobierno progresista, se pueda volver realidad.
Si nosotros hacemos, y yo quiero, Gobernadora, lo dijimos la vez pasada, hace un mes, una consulta de la población del Darién.
El tren transoceánico puede, que es elevado, porque si no tendría problemas ambientales en una selva que hay que cuidar. Ese tren sólo pasa por toda la región del Darién, punto. Empieza y termina en el Darién, más o menos.
Pero eso implica una consulta. Nosotros no podemos adelantar el proyecto, quien lo construya, la construcción que se paga con el mismo peaje de los contenedores, si la población indígena y la población negra que habita el territorio no lo decide. Ustedes pueden decir sí o no.
Con sus ventajas, que hay que conocerlas. La mayor, habría una fuente propia de recursos del departamento del Chocó. No viviría de Bogotá. Empezaría a pasar lo mismo de Panamá, que era la región más rica de Colombia.
Y las condiciones negativas, que también las tiene. ¿Qué pasa al traer esos contenedores del mundo, de la China mayoritariamente y de Europa, para pasar por aquí cerca? ¿Qué pasa con las aves? ¿Qué pasa con las plantas? ¿Qué pasa con los pueblos? Más y menos que un objeto que un ser humano quiera ser.
Pero después de esa discusión de pensarlo, de discutirlo, de los que sí le apoyan, de los que no, votar. Y eso es lo que a mí me gustaría, Gobernadora, que decidiéramos en este año, porque si no se nos va al gobierno, ya no. Si es no, nos olvidamos del tema. Si es sí, entonces empezamos el proceso.
Sé que hay varias ideas al respecto. Siempre se habló de otro canal interoceánico, esa es la discusión que quiero que se provoca, no la vamos a adelantar aquí.
A mí me parece mejor el tren, porque no es lo mismo traer aguas del mar hacia el Atrato, que podrían llegar hasta el Atrato, y eso tiene unas implicaciones ambientales que simplemente pasar por encima. No pasaríamos ni siquiera del Atrato. Se puede por el lado –y esto aquí me va a traer problemas– por el lado occidental en el territorio del Chocó. Pero esa decisión hay que tomarla.
¿Cuánto puede dar? Examinemos los números. Que todo sea propiedad del Chocó, yo diría, porque hay que saldar una deuda, es más, es una indemnización lo que hay que pagar al departamento del Chocó a su territorio y a su población, porque ha sido víctima de la violencia, ha sido víctima de la exclusión, de la discriminación.
Propuesta que dejo, pero que no puede quedar solo en palabras. Yo creo que hay que construir un comité, un comité del canal, no, del ferrocarril interoceánico, y poner a debatir la población, que la gente que sepa de eso diga lo que quiera decir, que nos enseñe si ese proyecto vale la pena o no.
Es el ferrocarril que fuera de Panamá sería el más corto, sería eléctrico, sería rápido. Su función, llevar y traer carga extranjera, pero tendría una función social, financiar el desarrollo social que el pueblo del Chocó quiera de sí mismo. Punto. Dejémoslo ahí, pero sigamos debatiéndolo.
En un mes tenemos que tener una decisión, si nos vamos hacia la consulta o no. Y ustedes deciden, yo les hago caso. Ustedes son el poder constituyente.
Inversiones productivas
Vamos a recoger las ideas de la inversión productiva en la tierra. Plátano, arroz, madera, escuché. Cada producto de estos tiene una industrialización que hay que forjar para que no se explote al campesino. Plátano, madera y arroz, todos son industrializables. Tendríamos que mirar las tierras, su posesión, su tenencia, su calidad.
Dijo alguien aquí que la ANT… Habían hecho unos proyectos a la Agencia Nacional de Tierras por cinco mil millones o algo así. Pues yo voy a mirarlos. Estos son consejos comunitarios, supongo que en toda la extensión del territorio. Supongo que hubo o hay desplazamiento.
Aquí se pararon víctimas que necesitan de una indemnización. ¿Podemos hacer de esta región un emporio productivo que es donde se construye realmente la riqueza? Pues metámonos en eso. Las organizaciones de consejos comunitarios nos pueden ayudar a que con la Agencia Nacional de Tierras y la (Agencia de Desarrollo Rural) ADR y una serie de instituciones agrarias se pueda construir aquí un fortín agroindustrial de propiedad de la comunidad, no de otros, fuera, sino de la comunidad.
Lo que significa que si vamos juntando todas estas ideas hay que hacer un pacto. Todo esto es posible hacerlo, no de la noche a la mañana, siempre tendrá problemas, pero el pacto es que no nos matemos más, porque en medio de los cementerios no se construye ningún canal, ni ningún centro agroindustrial, ni ninguna riqueza, solo pobreza y miseria.
Aquí debe haber miembros del Clan del Golfo. Yo les mando la razón, llegó la hora de la paz, no la hora de la viveza, como ya me ha ocurrido en otros lugares del país.
Llegó la hora de la paz. Lo que yo estoy viendo aquí es una riqueza por generaciones hacia adelante, que el traqueteo, que el sicariato, que la muerte.
Ya llevamos tres generaciones de muertos encima de todos y vamos a continuar de aquí en adelante, eso no deja nada, sino la tristeza, la nostalgia, la destrucción humana.
Yo les propongo ya comenzar a trabajar el tema, dejar de ser traqueteo y volverse industrial. ¿Por qué no? Dejar lo que nos persigue y nos hace vivir en la zozobra de manera permanente, que si se le entrega la plata al policía o al juez o no, que si se corrompe el Estado, que si el Estado traiciona y se los lleva a presos, o peor aún, como sucedió en el pasado, que la región se vuelve una violación permanente de derechos humanos.
La orden que el comandante en jefe de las Fuerzas Militares ha dado al Ejército, a la Policía, es el mayor respeto a los derechos y libertades del pueblo campesino y trabajador de Colombia. Viejas épocas no pueden volver.
El honor militar se mide a través del respeto de la ciudadanía. No son litros de sangre, como decían antes, son litros de derechos y libertades, porque la unión entre pueblo y Ejército es la base de la nación. Las armas del pueblo son las armas de la Constitución.
Y una nación puede vivir en tranquilidad y progresar a través de todas estas cosas que hemos visto hoy si somos capaces de vivir en paz, si somos capaces de respetarnos, si somos capaces, como la mayoría de los pueblos del mundo, de convivir en tranquilidad.
Así que a esos jóvenes o no tan jóvenes que andan en ese tipo de grupos les digo: hermanos, hermanas, ese negocio los va a acabar. Hagamos otro negocio, el de hacer de esta región la región más rica del Chocó y una de las regiones más ricas de Colombia en manos del pueblo.
Bueno, les agradezco mucho a ustedes haberme escuchado, ya volveremos, quizás, a Riosucio, para ir mirando cómo se van desarrollando estos programas, si nos quedamos en las palabras o realmente ya estamos en la acción.
Gracias por haberme escuchado, muy amables.
(Fin/gaj)