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Discurso

Palabras del presidente Gustavo Petro en el evento de intervención al corredor férreo central del proyecto Regiotram de Occidente

Foto: Andrea Puentes - Presidencia

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Facatativá, Cundinamarca, 17 de junio de 2025

Esta es una historia larga, indudablemente, pero también es una historia del mundo. Yo creo que por ahí debemos empezar, brevemente. La dimensión del tren eléctrico, no del tren a carbón, a vapor o antiguos, es fundamental en el día de hoy en todo el planeta Tierra.

Nos cogieron ventajas, casi de un siglo, más o menos. Los europeos, los chinos arrancaron con mucha fuerza. El primer libro del que yo me leí y que me gustó mucho, el de Miguel Strogoff, habla de un tren que va desde Moscú hasta Irkutsk (Rusia), casi ya en la frontera con Japón.

Y nosotros, pues casi, casi, que empezamos al mismo tiempo, las vías férreas de Colombia se empezaron a construir, lamentablemente, con los dineros del canal de Panamá, del canal no, de Panamá. Cuando algún gobierno, no digo epítetos groseros, pero me gustaría, decidió entregar a Panamá por un dinero: 13 millones de dólares. Imagínense ustedes ese negocio. 

Ya otro había hecho un negocio peor, que fue entregar, bueno, peor no, pero similar, que fue entregar el tesoro Quimbaya, porque estaba enamorado de una reina de España y se quedó sin el tesoro y sin la reina. Y así hemos entregado una serie de valores, de riquezas, pero este de los trenes que permite hacer la vía, la red férrea vieja que aún vemos en la geografía nacional, sin uso casi, y entre los cuales está esta que estamos mirando en este momento y que cruza Bogotá, y por eso hay una estación hermosísima de trenes, que hoy no sirve de estación de trenes, porque era el centro de la red.

Bogotá era el centro de la red, muy al estilo europeo. Yo creo que esa fue una equivocación. Ahora comento un poco por qué.

Pero esa inversión de 13 millones de dólares se perdió en el gobierno X, muy reciente, (expresidente Julio César) Turbay, cuando decidieron privatizar la red férrea nacional. Y realmente solo funciona es el tramo privado entre Albania y Bahía Portete (La Guajira), transportando carbón. Y unos tramos que van hacia Santa Marta desde el Cesar.

De resto, pues, realmente está casi todo muerto, excepto, son mil kilómetros de uso, operativos, casi nada. 

Crisis climática


Pero, ¿por qué es absolutamente importante ahora?, porque la crisis climática, que no es más sino el uso intensivo de carbón y de petróleo, como energía de un sistema económico planetario, que es el capitalismo, pudo o generó, a través de la ciencia, hoy lo sabemos, se sabe más o menos desde los años 60, pero se ocultó la información, la investigaron las grandes empresas petroleras, que eran las empresas más ricas en ese entonces del universo, que ese acumulado de gases va calentando el planeta por sus funciones químicas, gases derivados del petróleo y el carbón, y, pues, vamos a morir si no hacemos nada. Toda la vida en el planeta va a morir si no hacemos nada.

Como si nos estuviéramos ahogando en nuestra propia riqueza, la riqueza que no es tanto nuestra, sino de un núcleo muy minoritario de la humanidad, pero que, literalmente, ha puesto a la humanidad al borde de la extinción y todas las especies vivas. 

Los virus que hemos vivido, muchos tienen que ver con este fenómeno, y una serie de desastres, cada vez mayores, que llamamos naturales, pero que no son naturales, sino que tienen su raíz en que la atmósfera es cada vez más caliente, incluido la superficie de la Tierra.

Bogotá se quedó sin agua


Eso coloca una primera dimensión, que es el agua. No es este tema exactamente, pero sí tiene que ver con la región, gobernador (de Cundinamarca Jorge Emilio Rey), y me adelanto. 

La crisis del agua en Bogotá, como la crisis de la movilización en la sabana de Bogotá en general, no solo Bogotá, tiene que ver con temas de la crisis climática. Y creo yo que las ciudadanías aún no son suficientemente conscientes y dejan que se cometan tropelías contra su existencia misma y la de sus hijos, de nuestros hijos son los que peor van a vivir, si no hacemos nada nosotros, esta generación a nosotros nos corresponde, y a estos años, dentro de 12 años ya no hay nada que hacer, nada. 

Y por eso la urgencia de la acción política y social, es que ya o no podemos revertir los fenómenos que ya se van a desencadenar y que hasta ahora balbucean sus realidades.

Bogotá se quedó sin agua. En general, bajo la tesis de adaptación a la crisis climática, ninguna población debe establecerse donde no alcanza el agua del territorio. Este ha sido un problema general de la sabana de Bogotá.

Tiene que ver con que se dejó primar el criterio de la urbanización que el criterio de la sostenibilidad de la vida. Y entró en contradicción ahora. Antes no le poníamos mucha atención, pero el crecimiento de la urbanización de la población, etcétera, sea en la sabana, sea en Bogotá, en la misma cuenca, cuenca hidrográfica da lo mismo, nos ha llevado a una situación en donde ya la demanda de agua de la población y su economía es más alta que la oferta.

Eso le llama estrés hídrico. No debió ser así, pero es así. Y cada vez es más grave.

¿Cuál es la causa real? No tiene que ver con racionamientos. El racionamiento servía para ciertas cosas, cuando son daños técnicos, etcétera, pero este no es un daño técnico, este es un daño estructural del sistema climático de la región, producido y profundizado por la codicia humana.

Las aguas que llegan a Chingaza son aguas del páramo, son de unas quebradas, en este momento ya olvidé el nombre, ministra (de Transporte, María Fernanda Rojas), que pertenecen a la Orinoquía, van hacia los Llanos Orientales, y en la decisión de tener más agua para sustentar la urbanización, pues se decidió trasvasarlas hacia esta cuenca. 

Eso impulsó mucho más la urbanización en toda la sabana de Bogotá y está dejando sin agua a Villavicencio. Ministra, quiero que averigüe bien que hay racionamiento en Villavicencio e inundación en Altillanura, en los lados del Guaviare, etcétera, acabamos de visitarla, y son hoy damnificados climáticos.

El tema es si seguimos así y cómo corregimos. Y este es un tema de debate político y social. ¿Cómo no va a ser un tema de debate político y social el que las proyecciones dicen que en 5 años o en 10 años tendríamos menos agua potable respecto a la población del entonces? Y en 10 años nuestros hijos, si están muy jovencitos o son bebés, pues van a sufrir esto. Ya estamos sufriendo nosotros. 

La ciudad de Bogotá tuvo que usar totuma para irse a bañar en ciertos días. Entonces aquí, Gobernador, creo que hay que abrir un diálogo, con gente que sepa de todo esto, con los modelos que ya existen, porque se ha avanzado mucho en los últimos años el saber de hidrología, etcétera, del comportamiento de nuestras aguas, qué hacer.

Obviamente hay que detener urbanización y este tren nos ayuda. Y ahora comunico por qué. Pero, porque la demanda debe desacelerarse.

¿Pero cómo aumenta la oferta? Y ahí el problema. ¿Habría que usar más agua del río Bogotá? Sí. Pero el río Bogotá está en sus últimas.

Tiene que ver con cómo limpiar el río Bogotá. Hay una planta en Tibitoc, ya se abrió la posibilidad de usar más agua de Tibitoc, pero el río Bogotá está en sus últimas. Luego no puede haber minería en las alturas del río Bogotá.

Tiene que haber, e insisto, usando la ley que hace de la sabana de Bogotá una prioridad nacional, un reordenamiento de actividades que se concretan los planes de ordenamiento territorial que cada municipio hace. Pero el eje hoy de tanto, de planes de ordenamiento territorial municipales, como del distrital de Bogotá, como la resolución que debe salir, debe salir, concertada hasta donde más podamos, pero debe salir, si no estamos es volviendo insostenible el agua, la gente, la población y la vida en la sabana de Bogotá deben estudiar, digamos, no solo cómo se limita el crecimiento de la demanda, sino cómo puede haber agua. 

Y voy a hacer una propuesta para el debate, sin base técnica hasta ahora, porque le faltan los números y hay que llenarla de números.

Zipaquirá es quizás una. Yo viví ahí, fui concejal de Zipaquirá, de ahí viví desde mis 10 años hasta, en realidad, mis 25 años cuando me sacaron a la fuerza el gobierno, entonces arrastrado y encapuchado a las cárceles. En esa época, pues, aprendí lo que sé y me hice hombre y líder político, porque fui un líder popular de la ciudad de Zipaquirá y aprendí lo que había que aprender, después profundicé en el bachillerato de un colegio público donde estudió Gabriel García Márquez. Hoy se llama Colegio Municipal La Salle, era Nacional.

Tiene el doble de estudiantes en las mismas instalaciones donde yo estudié, cómo un colegio de esos que ha dado, no sé, como cuatro presidentes de la República, etc. al cabo de los años, en vez de ser toda una joya de la educación, un premio Nobel de Literatura y cómo es que entonces hoy deteriora su educación porque ni siquiera hay infraestructura adecuada. 

Es lo que le sucedió a toda la educación pública en Colombia, porque recortaron las posibilidades del crecimiento presupuestal para regalarles esa plata a los banqueros y después a la guerra, como una invitación a que la juventud vaya a la guerra y no al estudio, no a la universidad.

Y un país así tampoco se puede sostener. 

Temas priorizados con China


Pero aquí no vine a hablar de la educación pública, aunque, señor embajador (de China, Zhu Jingyang), ahora que tenemos un acuerdo de becas, que ojalá sean para los hijos de los trabajadores y las hijas de las trabajadoras, tengan atención en eso en los próximos años, ¡ojo!, que las becas se van hacia otros sectores sociales. Yo, hemos priorizado unos temas, allá firmamos los acuerdos con el presidente (de la República Popular China) Xi Jinping.

Uno de esos tiene que ver con la fibra óptica y la inteligencia artificial. Solicité que se hiciera un estudio preliminar de traer fibra óptica desde el este de Asia hasta América y ojalá saliera de China hasta Buenaventura. Lo mismo tenemos que hacer en el Caribe entre Barranquilla o Santa Marta y Europa.

Europa distribuye a África y del este asiático hacia toda el Asia y ya tenemos entre Estados Unidos y nosotros. Luego, Colombia debe quedar comunicada con todo el planeta a través de la fibra óptica. Pero la fibra óptica hoy sirve para la inteligencia artificial, sobre todo, y en esa medida le pido, embajador, que en las becas prioricemos este tema de la inteligencia artificial, matemáticas cuánticas.

Cuando dije matemáticas cuánticas, un rector de la (universidad) Nacional, el rector se burló porque no sabía qué era eso. Tiene que ver con los chips, tiene que ver con las tensiones políticas y comerciales del mundo de hoy, con su rapidez, con su capacidad de acumulación, pero tiene que ver también con la fibra óptica y Colombia aún no hace las inversiones adecuadas ni conoce lo suficiente que no se va a manejar algunas aplicaciones y si la humanidad no maneja la inteligencia artificial, la inteligencia artificial en manos de unos cuantos cinco o seis megarricos del mundo, manejará la humanidad. Y aquí Stephen Hawking decía que podía terminar la humanidad.

Fibra óptica, inteligencia artificial, ciencias de la salud, no tenemos por qué pagar 30 millones de pesos semestrales por estudiar medicina. Un hijo de trabajador nunca podrá, ni un campesino tienen cómo; ni el general, ni usted, el coronel, el capitán, los que me acompañan. Y eso no puede ser en Colombia. 

Le he ordenado construir la red de facultades de ciencias de la salud en todas las regiones de Colombia, públicas y gratuitas, porque no podemos seguir siendo el último país de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en el número de enfermeras y médicos por habitante. 

Independizar uso del agua en la sabana


El agua, y la propuesta que yo quiero hacer gobernador, para que empecemos a estudiar, si los números no dan, pues no, es que se empiece a independizar el consumo de agua potable de la región.

Yo sé la pelea que hubo para lo contrario, yo me opuse a eso, tengo que decirlo, siendo concejal de Zipaquirá, de juntar el agua potable que usa Bogotá con la de estos municipios, independizarla. Antes era así, pero no había tanta agua en esta sabana occidental. Entonces se trajeron los tubos, esos tubos van hasta Anapoima, a llevarle agua potable a unas haciendas de allá a Anapoima.

Y una fuente de agua potable propia de la región, que no tiene que ver mucho con la del río Bogotá, o por lo menos que es de otro páramo, que es el páramo de Guerrero, de donde sale el agua para Zipaquirá, Cogua y otros municipios de Sabana Norte. No sé si alcance, de ahí el estudio, pero si alcanzara para el occidente de la sabana, descansa Bogotá un poco, abrimos otra fuente y aumentamos oferta de agua. Pero eso implica que no haya minería en los alrededores del Neusa y otros afluentes del páramo de Guerrero.

Dejo ahí porque sé que no tenemos números y no podemos profundizar. Eso implicaría una tubería paralela por este lado occidental de la sabana. Pero yo creo que Tabio, Tenjo, etc., y estos municipios podrían tener una solución acorde al problema actual, que es que Bogotá se queda sin agua.

Y el agua de Chingaza no va a ser suficiente por una razón climática y de la codicia humana. Porque la selva amazónica la han quemado y ya está a cientos de kilómetros del borde oriental de la cordillera. De allí salían, a través de millones y millones de árboles, el vapor de agua que ellos, que esos árboles consumen, de los grandes aguaceros que caen en la selva y ya los vientos no alcanzan a traer la suficiente cantidad de ríos voladores —se me burlaron también cuando pronuncié por esta misma palabra, todos creen que estoy loco cuando hablo de esto— ríos voladores, que es la fuente del agua de Chingaza.

Y ahí está el problema, central. Entonces aumenta la demanda por toda la sabana y la oferta está disminuyendo en la medida en que van quemando la selva hasta el oriente y esto no es sostenible. Los que nos vamos a ir somos nosotros los que vivimos en la sabana.

Y si nos vamos para Estados Unidos pues nos van a coger a fuete por allá. Estamos en la necesidad de dar una solución. Ahora bien, este tema concreto al que vine, pero está ligado al otro, al agua.

Tren como aporte a la lucha contra crisis climática


Es que el tren también en la crisis climática, tren eléctrico con energía limpia, ¡ojo!, nos permite tener una movilidad que disminuye el factor que origina la crisis climática, este creo, este solo tren tranvía, tren tranvía disminuye 70 mil toneladas de CO2, lo cual es un aporte en el conjunto del planeta mínimo, pero sí es que vamos transformando y haciendo las cosas. 

Lo que pasa es que nos toca hacerlo rápido y con este prisma, ¿cuánto se disminuye el CO2? Siempre, siempre, cualquier obra pública, hasta hacer una acera, tiene que ver con la acera del material que deja filtrar el agua o no. Si no deja filtrar el agua, pues inunda, como pasa en Bogotá.

Toda decisión pasa por el prisma de la crisis climática, hoy por hoy. Entonces, el tren no solamente nos permite más eficiencia, menos energía por tonelada cargada o por pasajero, ¡ojo con eso! No es lo mismo el bus a gasolina y diésel, como la mayoría de los que hay en Bogotá y en la región, porque transportan menos peso por unidad de energía.

Al hacer eso, cuesta más, en pesos o en dólares. Y hay aquí un problema económico. Entonces, todos los costos de producción y de movilización de las personas son más altos si usamos gasolina o diésel.

O, si el elemento que conduce es pequeño, por eso un carro es ineficiente, completamente; la moto es ineficiente, completamente desde el punto de vista de la crisis climática. El tren hace lo contrario.

Estaríamos en el mar, todavía no hay tecnologías completas. Pero el tren hace lo contrario, disminuye la energía por persona o tonelada transportada. Entonces, hace más barato por kilómetro el desplazamiento, para la persona o para la carga.

Si es para la carga, competimos. Podemos exportar, quizás, trigo, ojalá algún día. Maíz, ojalá algún día.

O lo que ya producimos con ventaja, empezando por ahí, café, cacao, etcétera. Productos manufacturados. Bogotá tiene una enorme dificultad con la sabana de Bogotá de exportar cosas que pesan.

Eso hace que lo único exportable sea lo que no pesa. Y lo que no pesa es lo que tiene más inteligencia. Por eso, si no desarrollamos mayores niveles de educación en Bogotá y en la sabana, pues vamos a perder el año, porque no tenemos ni mar, ni río navegable. 

Así de simple. Lo que mitiga es el ferrocarril. Por eso le he pedido a la Ministra que priorice unos proyectos de todos los que hay.

Porque, por donde anduvo el tren, se puede recuperar la red ferroviaria. Modernizándola, etcétera, como acabamos de ver. Este es el primero.

Metro no disminuye tiempos en Bogotá


Este tiene una historia larga. La idea de esta línea, el tranvía, que es un tren más pequeño, tren ligero, la alcancé a decir en Bogotá y casi me pegan, porque dijeron que iba a sustituir el tren pesado por el tren ligero. 

Pues lo hicieron. Sustituyeron el tren pesado por el tren ligero, porque cambiaron el metro subterráneo por el elevado. Lo digo y lo advierto y lo repito.

Los estudios técnicos que hizo la Nación, con 36 expertos internacionales, al principio de mi gobierno. O sea, comenzamos a hablar de esto tres días después de que aprobaron un día antes de volverme, posesionarme. En un solo día aprobaron el CONPES, el CONFIS y firmaron el contrato del metro elevado para que yo no pudiera retrocederlo.

Trampa. Ya sabemos de quienes. No fueron de los chinos.

Fueron de gobernantes nacionales y bogotanos. 6 de agosto del año 2022. Trampa.

La prensa no habla de esto. Pero ¿qué pasa con el resultado de los estudios técnicos? Que no disminuye un minuto los tiempos de viaje de la ciudad de Bogotá. Ahora un problema en la 72, básicamente, porque al hacerlo elevado y la 72 sale el subterráneo, que no han licitado, son como 50 metros entre la estación de arriba y la de abajo.

Y los viejos, pues un joven puede correr ahí, pero los viejos, las viejas, las personas con problemas se demoran ahí, creo que 20, 25 minutos. Y en esa demora ya no vale la pena el metro. Y nos vamos a gastar, no sé, porque todavía no sabemos, miles de millones de dólares, el 70% pagado por la nación, a deuda.

Bueno, pero dejo ese tema. Vuelvo a este, porque tiene que ver con la misma historia. O sea, el electorado bogotano, porque en esto hay que responsabilidad también a sociedades, insistentemente, desde los años 50, cuando se destruyó el tranvía eléctrico en Bogotá, no por obra de la violencia, esa es una mala historia, no fueron las guerras entre liberales y conservadores, sino que nombraron allá un alcalde fascista, de la época, y era el importador de buses y de taxis, y vio buen negocio, pues acabar con el tranvía bogotano y lo mandó a destruir.

No fue que lo quemaron en el 48, sí lo quemaron, pero se restituyó. Y a partir de ahí no tenemos nada de esto. Y esto entonces lo estamos reconstruyendo, pero en técnicas modernas. 

¿Qué efecto tiene además del climático? Además de la eficiencia y los costos por pasajero. Tiene que no se puede construir como se hace en una carretera, y ojo con esto. Si se hace por una carretera, la urbanización es dispersa, y entonces lo que tenemos es la urbanización de la sabana de Bogotá. Se acaba la sabana. 

Si hacemos trenes, solo se baja la gente y se sube en la estación, que se fija. Y entonces alrededor de la estación se urbaniza.

Y entonces la urbanización no es dispersa, y podemos recuperar la tierra fértil de la sabana, no la cementamos. ¿Cómo queremos la sabana? ¿Con urbanización dispersa y sin agua? ¿O con urbanización concentrada, densificada y tierra fértil para alimentar? Y con agua. Esa es una decisión de la ciudadanía.

¿Cómo la quiere Bogotá? ¿Cómo quiere su ciudad? ¿Con agua y con verde? ¿O con cemento y sin agua? Y entonces son decisiones políticas, no las podemos predecir, pero esta línea de tren viene a ser la avanzada, le voy a poner ese nombre, la primera línea para demostrar que este sistema de movilización es mucho más sostenible con la población, con la vida que el que llevamos hasta el momento.

Decisiones que tendrán que ser del electorado, pero también de la dirigencia política y económica de la región y de sus fuerzas sociales, porque una equivocación aquí equivale a que nuestros hijos no podrán vivir aquí. Incluso nosotros mismos, más de viejos.

Este elemento tiene un problema, señores empresarios, que no es culpa de ustedes. Al llegar a Bogotá, solo hay nueve estaciones de ahí para adelante. Nueve.

¿Cuánto tiene la troncal de Transmilenio por el norte? Es una distancia más larga, debe tener más. Pero solo como comparativo de lo que está pasando, hay 138 estaciones de bus de Transmilenio. Y esta en Bogotá solo tendrán nueve en Bogotá. 

Y Bogotá no está aquí ni sentado en la mesa, ni financiando. ¿Por qué? En la feria regional que yo pedí que Bogotá fuera socio, 50%, y lo hicimos creo que después liquidaron. La nación aún se mantiene como socia, creo. Y yo creo que esa alianza es buena, pero ¿por qué no está Bogotá? ¿Si esto entra a Bogotá? Por una razón básica, no quieren el tren en Bogotá. Y por eso el subterráneo pusieron el elevado encima de la troncal de buses. Y por eso el tranvía del norte no se hace. Ni el de Soacha, ni el de la avenida 68. Que todos tenían los mismos estudios que alcanzó este.

Vigencias futuras para tren y tranvía


Y que los gobernadores de Cundinamarca, porque el primero que me habló de esto fue el gobernador Andrés González. Yo siendo electo alcalde de Bogotá, entonces hablamos aquí en Faca, creo que fue en Faca, no me acuerdo.

Y él me enseñó que había una tecnología que se llamaba el trentram francesa. Es decir, un tranvía, un tren que podía frenar en el semáforo. Los tranvías podían frenar en el semáforo, pero no podían desarrollar velocidad de tren en el escarpado.

Y la tecnología francesa mostró que podía irse hasta los campos como un tren, y entrar a la ciudad como un tranvía. Por eso lo llamamos trentram. ¿Eso qué significa? Pues que podía usarse para la región.

Era aplicable a la sabana. Y por eso desarrollamos una red y la estudiamos y dejamos los estudios. El Concejo de Bogotá en una hora me impidió hacer, con recursos distritales por obra pública, estos tranvías.

Bueno, sería preguntarle a quienes lo pidieron por qué lo hicieron, porque si viene de Zipaquirá y llega a la estación de la 116, ¿por qué no puede seguir por toda la séptima hasta el centro? Y solucionábamos el problema de la séptima de Bogotá, que paralelamente rebaja la presión de demanda de la Caracas. 

¿Y por qué si éste venía aquí desde Faca no podía llegar al centro de Bogotá y servir como transporte urbano en Bogotá, que hoy no es? ¿Y por qué de Soacha no se podía hacer lo mismo? Porque hay una estación de tren al sur de Soacha y llega por allá por Venecia y se mete hacia el centro y entonces, y la 68 ya dentro de Bogotá podía coger desde la séptima y llegar hasta donde sale el tren a Soacha. 

¿Por qué no se hizo? Por un negocio de buses que ahora nos toca comprar a nosotros, ministra del Transporte, incluidos, ojalá, los buses de la séptima. 

De tal manera, gobernador, prioricemos, no tenemos sino este año que queda, para que, de Zipaquirá, igual que aquí, salga un tranvía que ojalá recorra la séptima y llegue hasta el centro. Y entonces estamos aumentando la movilidad limpia de Bogotá y ya ustedes lo ven aquí en los números, aumentando la movilidad limpia de la sabana de Bogotá, sin destruir la sabana, reduciendo de dos horas a cuarenta minutos; en Zipa–centro de Bogotá pasaría algo similar, de dos horas y media a cuarenta, una hora, y de Soacha también. 

Y entonces, esto tiene que quedar en vigencia futuras con contrato firmado, así como hicieron con el metro elevado, este año, ojalá, para que sea irreversible. 

Y entonces le entregamos a la sabana de Bogotá, desde el punto de vista de la movilidad y a Bogotá misma, una manera más limpia de moverse, más rápida, más digna, para las personas que usen este tipo de transporte. 

Y dejamos también las bases para que el agua sea sostenible en la región, es decir, para que los actuales nueve millones de habitantes, que más o menos habitamos este territorio, en donde yo estudié, donde aún vivo, porque Bogotá hace parte del territorio, podamos sostenernos y sostener la vida en la región. 

Así que, gracias por el empeño de ustedes, desde Andrés González, después con el anterior gobernador (Nicolás García), después con este actual, con el que hemos hablado muchas veces este tema, y nos hemos puesto de acuerdo, y ojalá con los que vengan, siempre hay que cuidar eso, y el electorado debe cuidar eso, pues se pueda concretar esto y podemos ver aquí, ya como ciudadanos común y corrientes, cuando no estemos en nada de esto, algo aburrido, podamos usar esto como cualquier ciudadano y enorgullecernos, porque dejamos esto para una historia regional, que seguramente irá cambiando también con las tecnologías. 

La Ruta de la Seda


A China le agradezco en general. Hemos firmado la Ruta de la Seda, tiene que tener proyectos concretos y no es solo un papel, y ya hemos priorizado en qué.

Esperamos que los chinos tomen mucho café, industrializado, no mezclado con otros cafés que son más feos, y chocolate caliente, que ya hace frío, un chocolatico caliente con, ojalá, con empanadas, o con mogollas o garullas nos sirva, y podamos juntarnos también, no solo en la comida, sino en el turismo, en el conocimiento, y nuestros estudiantes colombianos puedan llegar a las máximas esferas de desarrollo del conocimiento humano, y que esos hijos que vayan para allá no sean los hijos de los más ricos, sino que sean los hijos de todo el pueblo colombiano, que así es cómo vamos a construir igualdad social en Colombia y paz. 

Mensaje al senador Uribe Turbay


Desde aquí, ojalá el senador (Miguel) Uribe se restablezca y pueda abrazar a sus hijos, como nosotros aún podemos abrazarlos, y que los llamados a la venganza política, en cosas que no tienen que ver con la política, no vaya a dominar el corazón, porque ya Colombia se ha matado por centenares de miles entre sí, desde que casi matan a Simón Bolívar. 

Gracias, muy amables.

(Fin/for)​