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Discurso

Palabras del presidente Gustavo Petro en el Encuentro nacional ciencias, tecnologías cuánticas e Inteligencia Artificial, aportes desde la universidad

Foto: Ovidio González - Presidencia

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Bogotá, 24 de febrero de 2025


Un saludo especial a los beneficiarios del programa Jóvenes para la Paz.

 

Rectores y vicerrectores de las instituciones de educación superior.

 

Decanas, decanos, investigadores, científicos, comunidad académica y estudiantil presentes.

 

Ministra de ciencia, tecnología e innovación, Ángela Yesenia Olaya Requene.

 

Integrante del comité expertos en inteligencia artificial, que confirmamos en este gobierno, Jairo Andrés Becerra Ortiz.

 

Beneficiario programa Jóvenes para la Paz, capítulo Tumaco, John Brandol, Muñoz Romero.

 

Directora, ministros y funcionarios del gobierno nacional.

 

Congresistas de la República de Colombia.

 

Medios de comunicación.

 

Y en general, a todas y todos los aquí presentes.

Bien, cuando se creó el Ministerio de Ciencia –que era congresista yo en ese momento– siempre tuve la duda de si esa transformación de (Instituto Colombiano de Cioencia y Tecnología) Colciencias en ministerio era adecuada o no. Estamos mirándolo en la práctica hasta ahora.

Digamos, los tiempos no permiten una evaluación todavía seria, porque es un tema también de tiempos, pero indudablemente el Ministerio de Ciencias vigente tiene que ayudarnos en que, en un sistema de ciencia y tecnología que abarca muchísimos más campos institucionales y sociales.

El Ministerio, como me ha sucedido con mis debates políticos con la población sexualmente diversa, o con las poblaciones étnicamente diversas, o con el problema de desigualdad de género en Colombia, etcétera, son temas que no se agotan en una institución cuando se crean. No deja de ser un tanto populista el creer que así es.

Entonces, con crear la Secretaría de la Mujer que creó Bogotá, entonces creemos que ya se empieza a solucionar un problema de desigualdad de género indudable, existente en la sociedad colombiana, en este caso la sociedad bogotana. Pero no, resulta que estos son esfuerzos que tienen que aupar toda la ayuda al Estado completo y aún más.

Incluso, salir de las fronteras nacionales, porque ya muchos de los controles no están en Colombia. Es lo que llaman, tecnocráticamente, un tema transversal.

Cuando uno habla con el pueblo y dice transversal, eso no se entiende muy bien, es como acostado, como tendido. No. Es un conjunto, un esfuerzo común, más en el sentido de (Mariana) Mazucato (economista, italo – estadounidense, profesora de Economía de Innovación y Valor Público y directora del Instituto para Innovación y Propósito Público en University College London y el RM Phillips Chair en Economía de Innovación en la Universidad de Sussex), una misión.

Me gusta la palabra, se la inventaron administrativamente en Venezuela. Bueno, eso ha existido desde antes.

Una misión es una voluntad de prácticamente todos los entes institucionales, pero también de fuerzas de la sociedad, de fuerzas sociales hacia un objetivo común que de otra manera no se consigue, al cual hay que acercarse paulatinamente, porque son procesos.

No se dan de la noche a la mañana, menos este, donde Colombia parte tan rezagada, Porque –y lo tengo que decir así– Colombia desde hace décadas renunció al conocimiento.

Suena duro, pero a uno le toca decir frases duras. Siempre son injustas, pero provocan el efecto de mostrar que en buena parte es cierto. Colombia renunció al conocimiento porque quiso imitarlo, por pereza oligárquica.

La oligarquía no le gusta el conocimiento, simplemente quiere un sistema de apropiación permanente, cotidiana de la riqueza y punto. Y en esos sistemas de apropiación de riqueza, que están basados más en extraer que en producir, pues el conocimiento no tiene mucha importancia. Alguna, pero poca.

El conocimiento y la produ​​cción

Y entonces, producir implica, necesariamente, intensivamente, conocimiento. Y eso es desde el principio. Nosotros nos conocemos como seres humanos resolviendo problemas muy ligados a sobrevivir, a sostenernos. Es decir, a producir. Al principio alcanzar una fruta, mirar como un mico se come una fruta y otra no, y no comérsela que no le gusta al mico, porque por algo será.

Pero en la medida en que fuimos progresando como civilización, indudablemente, la única manera de sostener poblaciones cada vez más grandes en este planeta era produciendo. La agricultura por eso es sinónimo de cultura. Agricultura, cultura y cultura de civilización.

Producir y civilización van de la mano. Producir y riqueza van de la mano. Producir y excedente van de la mano. Producir y Estado van de la mano. Producir y poder van de la mano, etcétera.

En una serie de discusiones que el joven Brandol dijo aquí, en su última frase, “todo depende de qué manos tengan la tecnología…" ¿Qué clase de manos? Porque la discusión tecnológica no es aséptica, inodora, higiénica. No. Es política y social. Este es un tema de perversión de las últimas décadas. Así no pensábamos antes, hace 40 años, pero las últimas décadas en el mundo creemos, primero, que el desarrollo tecnológico está predeterminado como si fuera un solo camino, siempre ascendente, siempre progresivo, siempre mejor, y esa es una visión completamente irreal de la tecnología.

Esa es una fantasía, una ideología, para poner los términos de una discusión también sociológica y política en el Siglo XX.

No es lo mismo ideología que ciencia. Ideología es una deformación de la realidad, la ciencia es un acercamiento paulatino a la realidad, y en cuanto se trata de acciones humanas, como la economía, entonces ahí sí que hay un gran debate.

¿Cuándo la teoría económica es ideología y cuando es ciencia? No voy a traer esa discusión ahora, porque no es a lo que he estado convocado, pero tenemos mucho de ideología económica, dominando por todas partes en el mundo, en algo que ya Aristóteles, cuatro siglos antes de Cristo, había ya dicho: no confundan economía con crematística.

La crematística no es más, sino la técnica de los negociantes. La economía es la ciencia de producir cosas buenas para una vida buena.

Y entonces ahora, en estos tiempos y en este Gobierno, que es el que me corresponde y del que soy responsable, ¿cómo afrontamos este tema de la tecnología del hoy en Colombia y en América Latina y de cara al mundo?

La c​risis climática

Hemos hecho algo, ¿cierto? Aquí ya se hablará o se habla de esos temas, temas que antes de mi Gobierno no estaban ni mencionados. Algunos yo mismo alcanzo a percibirlos ahora.

Veníamos trabajando con mucho esfuerzo el tema de la crisis climática. A eso le he dedicado hoy unos años, incluso estudio, unos libros que estoy escribiendo, pero ya toca después de ser Presidente, y un programa político, porque transformamos teoría en práctica.

La praxis, escribí hace poco. Eso es algo que se ha olvidado mucho, pero desde el Siglo XIX, a finales, es la praxis cómo se junta teoría y práctica, lo que realmente puede transformar el mundo para bien o para mal, porque la tecnología trae esos dos efectos, depende de en qué manos esté efectivamente.

La tecnología puede destruir la humanidad, dependiendo. Y eso no lo dice Petro, lo dice Stephen Hawking (físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico) y lo dicen miles y miles de científicos hoy en el mundo, aglutinados muchos en el panel de expertos, que es un poco político, un poco diplomático en sus maneras de ser.

Y muchas otras facciones científicas un poco más radicales, pero no mentirosas, sino que saben lo mismo que el panel de expertos, o más, pues, incluso, son capturados y puestos presos y procesados por la magnitud de las implicaciones de lo que están diciendo.

La película No mires arriba, ojalá la hayan visto, está en Netflix, en esas cosas, lo pinta, lo calca como buen director de cine (Adam McKay). El arte al final no es más sino un cuestionamiento de nuestra realidad de hoy y de las posibilidades del mañana.

El arte tampoco es aséptico, tampoco es inoloro, no es más, es arte. Y en estos temas la crisis climática nos fue llevando en su estudio, pues a una serie de conclusiones políticas que yo traté de volver programa de gobierno en la Bogotá Humana, ese fue su sustento, un poco marciano, porque era la primera vez que un dirigente político ponía eso como una bandera política.

¿Y eso qué es? ¿Cómo se come? ¿Y por qué? ¿Y el clima en Bogotá? Pues que en Bogotá siempre es frío y siempre llueve. ¿Cómo no?

Y entonces, más o menos la discusión ha venido creciendo. Creo que nos demoramos más discutiendo que en la acción, porque la acción tiene que ser muchísimo más rápida.

Después de Bogotá Humana, a la fecha, las familias bogotanas ahora van con baldadito y totuma al baño, algo ha pasado. Tecnológicamente se podría hablar, pero es un tema político.

Claro, tecnológicamente podríamos decir: ¿Y qué pasó entre el 2015 y el 2022? Para una ciudad que se jactaba de la calidad de su agua potable y de su abundancia, y que se daba el lujo de estimular fuertemente a grandes constructores para la expansión de la ciudad.

La imagen del progreso bogotano era una Sabana de Bogotá como Miami, como la Florida. Y, de pronto, racionamiento. Y no va a ser por este año. Variará. Sí. Fluctuará, pero si no se hace nada, cada vez habrá que racionar más.

Ustedes han podido ver en las estadísticas –hoy salieron de la (Comisión de Regulación de Energía y Gas) CREG. Eso no lo hace la CREG, lo hace el Ministerio del Ambiente, sobre las reservas de agua, los embalses de agua, no las reservas, los embalses.

Si estamos muy por encima. Hoy, 13% de lo que era la línea de cuidado. Eso hace bajar las tarifas de energía eléctrica, chévere.

La fórmula de tarifa de energía eléctrica está mal hecha técnicamente. Está a favor de unas manos. La matemática es un espacio de la lucha de clases, compañero Randol. Eso me lo dijo un español. Yo decía: pero ¿cómo? Pero ahora sí lo entendí.

Matemáticas y sober​anía tecnológica

Las matemáticas son el nuevo espacio de la lucha de clases. Si no sabemos matemática nos dan en la cabeza y ahora, más o menos, lo voy a explicar.

Pero, efectivamente, la fórmula matemática de la CREG, que dejó de regir en enero, porque la cambié, y estamos viendo si la cambié bien –otra vez matemáticas– pero esa vieja fórmula es una fórmula que reproduce la renta de David Ricardo (economista inglés de origen judío sefardí-portugués, miembro de la corriente de pensamiento clásico económico y uno de los más influyentes junto a Adam Smith y Thomas Malthus), la renta diferencial en economía.

Y la renta diferencial en economía lo que dice es que el más ineficiente pone el precio. Eso no es capitalismo, eso es feudalismo. Él la descubrió, precisamente, para mostrar cómo el capitalismo podría llegar a un estancamiento, imitando al cura este que hablaba de la población, ya se me olvidó el nombre, (Thomas) Malthus, que decía que íbamos a terminar con un problema de hambre.

Y él, y Ricardo, mucho más profundo que Malthus, pues terminaron diciendo lo mismo, porque él decía: las rentas feudales terminarán deteniendo al capitalismo en la agricultura, porque cada vez habrá más población, por tanto, más comida que producir, por tanto, más tierras malas, y el precio de la tierra mala sobre los alimentos es el que determina el precio de los alimentos. Serán cada vez más caros.

Eso no ha sido así, pero la tendencia sí existe, sí se examina numéricamente, matemáticamente. Pues esa no es la aplicaron al agua, esa no es la aplicaron a la energía eléctrica.

Y la Constitución dice que el mercado de servicios públicos debe ser una simulación del mercado capitalista. Pues nos mintieron, fue el feudalismo. Esto no lo han analizado en nuestra prensa, pero lo dejo ahí como un criterio para mostrar cómo las matemáticas, que son una técnica, una lógica, pueden ser usadas dependiendo de en qué manos están.

Cuando hablamos de mecánica cuantitativa e inteligencia artificial, estamos hablando de matemáticas.

No sé si cometa aquí una agresión, de acuerdo a lo que nosotros creemos. Desde el tema de la crisis climática sabemos, matemáticamente, químicamente, físicamente, que el cambio de la atmósfera, en términos de un incremento de los gases que llaman efecto invernadero, que concentran el calor, está dependiendo de la acumulación de capital en el mundo. Por eso es político lo que estamos hablando.

Los científicos detectan, por diferentes formas, desde Hawái, sobre todo, cómo aumentan en su composición, porcentualmente, los gases efecto invernadero dentro del conjunto de gases de la atmósfera respecto al pasado, antes de la Revolución Industrial.

Y ponen ese nombre, Revolución Industrial, como un antes o después de Cristo. La Revolución Industrial es un hecho humano, político, social.

Entonces, hay que referirse a ese hecho humano. ¿Por qué? Porque antes no y, porque, después sí. Y no es sino porque el mecanismo de producción está ligado al mecanismo de acumulación de ganancia y en el capital está ligado al mecanismo de venta de mercancías.

No hay producción más que de mercancías y a partir de la venta de mercancías es la única manera para establecer una ganancia. Punto. El genio de (Carl) Marx descubrió que internamente era en el proceso de producción donde se producía la ganancia, no en la venta.

Como popularmente uno creería, la ganancia se da si yo vendo un poquito más caro de lo que me cuesta. Sí, pero en lo que me cuesta está la fuerza de trabajo. Y esa fuerza de trabajo relativamente vale menos.

Ojo, no estoy diciendo que bajen los salarios, es una forma, digamos, vulgar de criticar. No es que bajen los salarios, sino que relativamente, es decir, el salario frente al valor es menor. El valor cada vez más grande y la masa de valor de la fuerza de trabajo es cada vez más pequeña frente a ese valor.

Así crezca en términos absolutos. Eso se llama productividad. Es decir, por unidad de tiempo un trabajador produce cada vez más.

Y eso no es porque le echen latigazos o le pongan un cepo o le alarguen la jornada, como piensa el uribismo colombiano, que es puro feudalismo y esclavitud. Atrás del siglo XIX, de Charles Dickens. Y nos lo venden los gremios aquí como si fuera la gran panacea del mundo de hoy.

El mundo no es tan estúpido. Lo que hoy es realidad es que la productividad del trabajador aumenta y, por tanto –porque no le está interesando a los dueños de la producción el salario del trabajador, sino la ganancia que es móvil de producción–, pues aumenta a partir de un incremento sustancial de la productividad.

Y la productividad real hoy no es más sino la articulación del conocimiento humano a la producción. El saber.

Al capital no le interesa conocimiento humano, alguno que no sirva para aumentar la productividad. Por tanto, todo esfuerzo de muchachos, muchachas, científicos, etcétera, a mutuo propio, libres, en colaboración en red, computacionales, hoy, etcétera, que se puede hacer y se debe hacer libre, la colaboración libre de la investigación científica al capital, no le sirve, porque depende si aumenta la productividad o no de la producción.

Si no aumenta la productividad o la producción, eso, que puede ser una joya del conocimiento, e incluso aplicable en 30, 40 años de una manera muy benéfica para la humanidad, eso, si no aumenta la productividad no sirve, no es financiable, no es financiarizable, como dicen, bancable, sería el lenguaje de hoy.

Sin embargo, es lo que más se debe hacer, porque el conocimiento humano no puede tener límites y porque los problemas humanos ya sobrepasan el capital.

La sobrevivencia humana sobrepasa lo que puede hacer el capital. Capital es una relación social, no es una cosa, no son unas máquinas, la relación social. Por eso no hay que confundir esta tecnología y la inteligencia artificial, los robots. No, detrás del robot hay una relación entre una persona que es dueña de la forma de producir el robot y los trabajadores que lo hacen, que no son dueños de eso, solo reciben un salario.

Los nuevos tr​​abajadores

Esos trabajadores ya no los imaginemos como cuando yo era joven, que ahí iban a sus marchas de overol azul, y casco amarillo era, ¿no? Y ya. Sino, hoy vivían más fuertes y la mayoría hombres, lo que había que mover eran grandes pesos, todos eran fornidos.

No, el trabajador de hoy primero es multicolor, multicultural, ya son más bien flacos y flacas, no necesitan mover pesos, no tienen que mover la cabeza, son intensivos en conocimiento, a veces los especializan tanto que por ahí aparece la forma de su juzgamiento, no son universales, pero ese es un tema a conseguir, y el género, digamos, el mundo femenino cada vez más poderoso dentro de esa población que es global, es mundial y es intercultural, es un cambio completo de lo que podríamos llamar lo que era la clase obrera cuando yo era joven. Eso no es hoy así.

Ahora bien, esa relación sigue existiendo. Los científicos los vuelven asalariados, los científicos, las científicas, los y las ingenieras de todo tipo son el nuevo proletariado del mundo.

Sé que esto golpea un poco, porque en el científico, siempre, como en el médico, hay un espíritu un tanto aristocrático y golpea que le digan a uno, no, es que te están llevando a ser obrero. Pero es así.

Lo que pasa es que esa es también una ventaja. Si se recuerda cómo se estudiaba el movimiento obrero en los siglos XIX y XX, que hay que estudiarlo ahora, pero desde la óptica de hoy, que no es el obrero moviendo una máquina, sino el que hace la máquina.

Entonces, la crisis climática me llevó a la conclusión y a muchas de un límite del capital.

Si el capital sigue arrojando gases de efecto invernadero, que lo hace por usar petróleo y carbón, y esa es su energía, su energía, y es una energía para la productividad, si no, no la usaría, porque genera muchísima productividad, por tanto, muchísima explotación del mundo del trabajo, pues nos morimos.

Y esto ya, no voy a decir que los socialistas del Siglo XIX no lo dijeron, porque sí, lo dijeron, que hay su enorme capacidad de predicción y la profundidad de su pensamiento.

Lo dijeron, su pensamiento, su construcción teórica, les hizo esbozar la tesis de que el capital podría acabar con la naturaleza y con el ser humano, y dijeron así, las fuentes mismas de la riqueza, es decir, el capital quiere riqueza, pero destruye las fuentes mismas de su riqueza. Una contradicción dialéctica, hegeliana. Por ahí se me burló (el expresidente Ernesto) Samper, porque dije dialéctico, pues toca que estudie un poquito eso, pero es real, es real.

Y entonces hoy estamos en este mundo de nosotros, en el que nos toca vivir, estamos al frente de cómo se están destruyendo y de manera acelerada, ante nuestros ojos, las dos fuentes de la riqueza en la humanidad, la naturaleza y el ser humano.

No, solo miren las imágenes de Gaza, o solo miren la quema de la selva amazónica, y ya tenemos. Y todos ocurrieron al mismo tiempo, o están ocurriendo al mismo tiempo, en uno solo, imagen de CNN, ya tenemos la constatación de esto que dijo el socialismo del siglo XIX.

Entonces, ahora, crisis climática nos muestra que nos podemos extinguir en el corto plazo.

El virus Covid19, ya olvidado, porque nos lo hacen olvidar, pero todos pasamos las amarguras, unos más que otros ¿Cuántos muertos? ¿Cuántas familias enterraron seres queridos? Y nosotros mismos, ¿cómo la vivimos?

Pues todo eso paró el capitalismo un año. Ni Lenin pudo hacer eso. Un año, todo el capitalismo mundial, un bicho invisible y detuvo la fuerza de trabajo en sus casas, acuartelados, y ahí sí se cayeron las ganancias.

Entonces, todo esto que yo digo, que dicen ellos que es mentira, ahí se demostró. ¿Por qué entonces? ¿Por qué no había ganancias? Si las ganancias no nacen de la gente que trabaja, entonces, ¿por qué en el Covid, cuando a la gente que trabaja le tocó quedarse guardada por ahí, en un cuarto, ¿por qué se cayeron las ganancias? Y se cayeron.

Luego, la tesis es cierta, la riqueza nace de quienes trabajan, y si no trabajamos, pues nos vamos a la pobreza.

Ahora bien, la ganancia es de la propia. Eso lo sabemos, pero la masa de ganancia es cada vez mayor. Si hay más productividad para apropiar más, y la productividad es cada vez más mayor si hay más conocimiento y más energía, conocimiento exclusivo para aumentar la productividad, y más energía.

¿Y más energía qué es? Como dijo Trump, pues hermano, más petróleo, taladren, taladren y taladren. Y esa fue su consigna, taladren, taladren y taladren.

Y si ustedes cogen un periódico por ahí, cogen los gremios del petróleo y del gas, que ya me quieren tumbar a la superintendente de Industria y Comercio (Cielo Rusinque), pues lo que dicen es, presidente, taladre. Y yo, la verdad, no quiero taladrar.

¿Y por qué? Porque entre más se use el petróleo y el carbón amarrado, y eso es una matemática, más energía para el mundo, más productividad, más ganancia, más cerquita estamos de morirnos como especie humana.

Y entonces ya no es un tema científico solamente, es un tema político, nos dejamos morir ¿Nos dejamos morir? Hay que actuar. Praxis.

Si este tema nos llevó por primera vez hoy, a mucha gente en el mundo, a pensar que llegamos a un límite, y que es el momento de actuar, ¿qué pasa si analizamos el siguiente campo que aparece también en el mundo contemporáneo, que es las matemáticas desarrolladas vía algoritmos? Que nos va llevando en un acumulado que venía, zongo zorongo, pero que ya se consolida en lo que hoy se llama inteligencia artificial.

Yo me aparté mucho del tiempo, pero voy a terminar ahí. Pues que es otro límite de la humanidad. Otro límite.

Y lo dijo Stephen Hawking, el físico, premio Nobel de la física. Yo no lo entendía tampoco, porque él decía que podía ser más peligrosa la inteligencia artificial que la crisis climática. Y ahora van juntas.

Pues primero, porque pueden ir juntas. Es que la inteligencia artificial, que es el desarrollo algorítmico-matemático que permite en su versión de mecánica cuántica, que creo que la, no sé si se llama así… ¿Sí? Ahí ya lo sé menos, porque eso hasta ahora lo estoy... Esa sí que está nueva, que no es más sino algoritmos más poderosos.

La velocid​​ad cuántica

O sea, matemáticamente es un desarrollo matemático. Algoritmo sort. ¿No? Le llaman ¿Cómo se pronuncia? Cuando deje de ser presidente les prometo que me trataré de meter en ver cómo es un algoritmo de short, a ver cómo es que es eso.

¿Pero que hace? Como un desarrollo matemático, vuelve más rápido el trámite de la lógica matemática. Y entonces, como eso se está aplicado al software, es la base del software, pues vuelve más rápido el tema computacional. Más capacidad de guardar, de mover y más rapidez. Velocidad es el tema. Hace más veloz todo. Eso lo venimos observando.

No es una cosa nueva alrededor de todo este tema del software, pero aquí, en forma exponencial, y muchísimo más de lo que nosotros podríamos hoy mirar en los 5Gm y cosas de esas.

Pues si la velocidad es instantánea, otra vez hay que mirar la economía política del Siglo XIX, censurada en las facultades de economía de Colombia –estamos aquí entre gente de rectores y decanos de las facultades–.

Si uno articula la matemática de hoy, las aplicaciones de la matemática de hoy, en su estado más avanzado, llamémoslo cuántico, su estado cuántico, es decir, la máxima capacidad hoy alcanzada en velocidad y capacidad para temas computacionales, con la economía política del Siglo XIX y su crítica, hagamos el intento, porque lo que nos va a resultar es procesos productivos muchísimo más veloces de lo que habíamos pensado.

Y, por tanto, productividad del trabajador en unos niveles que nunca nos habíamos imaginado.

Y, por tanto, de unos niveles de explotación máxima del mundo del trabajo. Y, por tanto, con unas masas de ganancia, que ya uno mirando a Trump y a Musk, y a, bueno, Trump no tanto, a Musk, y a Zuckerberg, y a Bezos y no sé qué otros, los dueños de esto, de lo que estamos hablando son los dueños de esto, y unos chinos. ¿Cierto?, Que no se sabe bien si son chinos a lo Bezos o estado chino, ahí los problemas del análisis de la sociedad china que tenemos que hacer.

Pero eso es el mundo de hoy, en esto que estamos hablando, pues entonces lo que se va a desarrollar es una inmensa masa de ganancia que ellos nunca se van a gastar, a menos que empiecen a invertirla en fantasías como escaparse de la Tierra, que por algo esa es su fantasía. Solo que las naves se le están estallando en el aire, con sus cuantos centenares de millones de dólares, estos estallidos, esos, un día a todos nos cae ahí, sí, un pedazo en la cabeza.

Y estallen, y estallen las naves y esa obsesión por irse de la Tierra de los más ricos del mundo. ¿Por qué? La película No Mires hacia arriba lo dice. No es que viera un meteorito, entonces se dice: no mire arriba porque viene un meteorito. El meteorito ya está entre nosotros creciendo, destruyendo, ya está destruyendo.

Ya, como hoy podríamos decir, Bogotá empezó a morir como ciudad, porque tiene una alternativa, pero si su intención es seguir como va, pues empezó a morir y cada vez morirá más.

También podemos decir que la humanidad comenzó a morir. Ya lo vemos, y no solo por el Covid19 y el incremento de virus, que es el verdadero medidor.

Desde el punto de vista físico, pero también cultural, también éticamente, que quizás son las peores muertes, son antecedentes a la física, porque eso de que aquí hayan aplaudido, no me refiero solo al caso colombiano, que maten 17 mil niños bombardeados, porque son palestinos, pues eso es una quiebra ética que solo se compara con la de los campos de concentración judíos y la muerte que hizo Hitler de ellos.

Ya hay una ruptura ética, cultural, y vamos hacia la física. Pues bien, esta inteligencia artificial en su elemento mecánico depende de qué manos quede, porque no se trata y no es lo que estoy diciendo, y por ahí siempre sale la crítica, entonces usted está pidiendo que no lo estudiemos, que no nos metamos o que la destruyamos.

Impartir matemátic​​as en Colombia

No, ahí es que conocerla, y ahí un poco el sentido de los programas, es que Colombia tiene que saber de matemáticas, que nos hayamos equivocado en cómo se enseña, eso es una buena discusión, que ameritaría un espacio de ustedes, claro.

La aburrición a la matemática, cuando la matemática se puede aprender desde la música, desde el juego, desde el arte, y por ahí, como somos más sensibles culturalmente, pues podríamos aprenderla de pronto mejor que si nos la enseñan así, como si fuéramos un noruego, o un chino, o un anglosajón, porque son otras maneras de entender la matemática.

No es que seamos malos para matemáticas, es que hay que, en nuestro pensum, ministro de Educación (Daniel Rojas), lo que tenemos es que ver una manera diferente de aprender nosotros la matemática. Por eso pedí que el Ministerio de Cultura desarrollara arte en el colegio. Ahí vamos, no han dado las cifras de cuántos estudiantes están estudiando arte.

Antes, ni uno. Y deporte y programación, ministra (de Deporte, Luz Cristina López Trejos), el Ministerio de Educación y el Ministerio (de las Tecnologías de las Comunicaciones y la Comunicaciones) TIC, aquí están los dos ministros, tienen que decirnos cuántos estudiantes están estudiando ya programación en los colegios, creo que vamos en 220 mil, pero esa no era nuestra meta, 220 mil versus cero antes, cero antes.

Pero nosotros queremos que programación lo estudien todos y todas, y debe ser desde niños, y ahí nos falsearon el programa, porque interesan más el (los negocios) business que educar.

Entonces, hay que corregir rápidamente, porque lo que queremos es una base universal de conocimiento en programación inicial, etcétera, que se vaya desarrollando paralelamente a una expansión de la educación académica, profesional, tecnológica, técnica, etcétera, postdoctoral, si se quiere después, pero en inteligencia artificial y en tecnología digital. Es decir, en matemáticas de más alto nivel.

Si no hay una base en el preescolar, y en el colegio, y en la primaria, nunca tendremos un desarrollo en la punta, sino muy pequeño, muy limitado, y ese es un programa de este Gobierno y es una prioridad, y todavía nos queda un año y medio, y hemos avanzado, no vamos a decir que no, hemos avanzado, entonces ya hay una facultad en Caldas.

Todo comenzará con problemas, siempre es así, pero ya en el tiempo se irán corrigiendo.

Y la facultad de inteligencia artificial de Zipaquirá tiene que ser una facultad académica de inteligencia artificial, y la de Usme, tienen que construirla, y si podemos avanzar con ayuda de los rectores y rectoras en Santa Marta, ahora explico por qué, y en Tunja y Bucaramanga, pues mejor.

Y aquí hay una discusión, que hay que hacer con el sistema universitario colombiano, unos hechos se han producido, y no han sido por nosotros, la discusión dentro de la (Universidad) Nacional es sintomática y deberíamos volverla a política, porque pasa, pasan las cosas y, no sé, o sea.

¿Qué nos saca la discusión de lo que ocurrió en las elecciones de rector de la nacional? No me acuerdo cuándo fue, hace unos meses, pues unos grupos en lucha, indudablemente, eso siempre existe en toda organización humana, unos grupos en lucha alrededor de la contratación, y un desconocimiento de la mayoría de los estamentos, de los estudiantes y profesores, una desdemocratización de la universidad en términos reales, por una captura de renta, que es el presupuesto y la matrícula, presupuesto público.

Y una creencia, y ahí no estoy muy seguro que tenga yo aliados en la Nacional, de que la educación superior es una excelencia, una especie de aristocracia del espíritu, me decía un rector del Liceo Francés, uno que conocí antes, una aristócrata del espíritu, del conocimiento.

No, la educación superior es un derecho de todo ser humano. Eso se llama democracia, la cantidad salta a la calidad, decía el maestro Hegel, luego la calidad no se hace sobre poca cantidad, sobre pequeños números, no señor, siempre habrá genios, obvio, pero entre más se amplía el conocimiento, el intelecto general de la sociedad, más genios van a surgir.

Ministro, ayúdame en el tiempo, porque yo lo quebré hace tiempo. Y yo si hablo… Más genios van a surgir, pero me tienen que controlar, yo no me auto controlo…

 y entonces, este tema de democratizar la educación superior en todas sus vertientes, que le hemos puesto un billetal. Yo llevo ya sumado como 6 billones (de pesos) para infraestructura, y se lo han echado para otro lado, y en funcionamiento, que es lo que importa más, porque es pagarles a profesores servicios, es otro billetal, nunca jamás, la educación pública superior, y la educación en general, pública de Colombia, había tenido tanto dinero.

Y tengo que confesar que me aterra, que ese dinero se haya dilapidado, porque cuando hace mucho, allá en los congresos decíamos, ¿cómo así que el presupuesto del Ministerio de Defensa es mayor que el de Educación? No hace mucho, hoy el presupuesto de Educación son 70 billones (de pesos) y el de Defensa 49 (billones de pesos).

La mayor parte de ese dinero, como son del (Sistema General de Participaciones) SGP, va a los municipios, está en los municipios, pues ojalá estén contratando los profesores de educación física, de arte, de programación, porque, si no, aquí hay que hacer una investigación a fondo, porque entonces, tanto esfuerzo para conseguir el billete, y que entonces esté, gastando por ahí en calados o galletas, cuando la sociedad colombiana, hoy necesita acelerar su paso en el intelecto general de la sociedad.

Por esto que estamos hablando, porque tenemos que volvernos expertos en matemática cuántica.

No sólo eso, porque siempre habrá un poeta que me diga, oiga Petro, nosotros los sensibles, ¿qué? Pues también, es más, para los sensibles, y las sensibles qué somos, y eso es por ser latinoamericanos, y más, colombianos y colombianas, que tenemos la sangre del mundo en nuestras venas, pues, hermano, lo único que supera el efecto de rutinización de la inteligencia artificial, es el arte.

¿Qué le puede ganar, de los seres humanos, a la rapidez computacional de la matemática cuántica en la inteligencia artificial? El arte, la creación, lo que no puede reemplazarnos.

Y lo pongo así, si la economía política nos lleva Siglo XIX, censurada en nuestras facultades de economía hoy, porque sólo estudian crematística, business, deberían llamarlo más bien es escuela de negocios, vuelve a estudiar la profundidad científica de la economía, su espesor, entonces lo que tenemos que entender es que esto, desde el punto de vista del capital, lleva al mayor desempleo de la humanidad de la historia.

Porque toda profesión rutinaria, el periodista, por ejemplo, que no se ha dado cuenta aún, sale, como la antigua secretaria que había. No la necesitan. El que movía la palanca que hablaba antes, no se necesita.

Todo el que haga el mismo tiempo y movimiento, como decían en ingeniería industrial y administración, tiempo y movimiento, todo eso que hacen, tiempo y movimiento, salen, porque esto lo hace más rápido y mejor. Todo trabajo rutinario sale. Hasta podríamos decir el profesorado, etcétera.

Y entonces, ¿cuántos en el mundo van a salir? Y si estudiamos esa economía política, entonces descubriríamos que hay otra contradicción del capital. Porque entonces, ¿quién va a comprar la gran cantidad de mercancías que ahora se va a poder producir? Crisis. Eso lo decían antes. Crisis. Y sí que ha habido crisis. Y ahora vendrá una mega crisis.

Y entonces hemos llegado a dos límites del capital. El físico, vía crisis climática, y el productivo, vía destrucción de la fuerza de trabajo. Sí, las máquinas pueden producir muchísimas mercancías y más rápido.

¿Y quién las compra? Entonces estamos ante el borde, ante un final. En los tiempos de un final. Pregunta, ¿son los tiempos del final de la humanidad o son los tiempos del final del capitalismo? ¿O el final del capitalismo conlleva el final de la humanidad? Porque no somos capaces políticamente como humanidad de superarlo, que es lo que yo digo en mis conferencias.

Ya no es la clase obrera, ya no es el partido bolchevique, ya no es el partido socialista, ya no es Petro y el M19, ya no es eso, es la humanidad. La humanidad para sobrevivir en el planeta tiene que levantar la bandera revolucionaria de la vida. De la vida.

Y entonces, la bandera de la vida nos lleva a que hay que superar la crisis climática o detenerla, porque parece que no se puede superar. Y superar el efecto destructor socialmente y laboralmente de la matemática cuántica y la inteligencia artificial.

Lo primero se llama descarbonizar una economía. Desde eso hemos venido hablando en Colombia y hemos avanzado alguito. Pero descarbonizar una economía significa relaciones sociales de producción diferentes.

La muestra, lo que está pasando con los generadores de energía eléctrica de Colombia. Al cambiarle la fórmula, al meter la autogeneración de energía limpia, es decir, que usted puede poner sus paneles en su casa y adiós de empresa de factura, y eso lo puede hacer un empresario, si hay sol, tiene sus...

Entonces, puede haber millones de generadores. No seis. Y si hay millones de generadores, ¿cuál es el precio de la energía? Tiende a cero, sale del mercado, cambia la relación social de producción.

No es la tecnología la que cambia la relación social de producción, es el cambio de la relación social de producción la que nos manda a una nueva tecnología en términos de generación de energías limpias.

Descarbonizar, pero en términos de superar el límite que impone ya la inteligencia artificial y su matemática cuántica en desarrollo, pues sólo si los grandes beneficios de la productividad, ojo con lo que voy a decir, esto no es más sino economía del Siglo XIX, sólo si los grandes beneficios que podrían resultar del incremento sustancial de la productividad se reparten entre el conjunto de los habitantes de la humanidad, a eso le llaman hoy renta ciudadana, creo yo, renta universal, entonces sí hay con qué comprar las mercancías.

Pero entonces, cuide la cuestión, es que la ganancia no se puede privatizar, sino se tiene que socializar y si no mata socialmente a la humanidad.

​Y entonces dejo aquí esta perspectiva política porque ya continuarla por aquí me envuelve una antología política.

Pero las bases de ambas cosas: la teoría, porque la tecnología y la práctica de la descarbonización económica, y la matemática cuántica, y la inteligencia artificial, tanto en software como en infraestructura, que por lo menos lo estamos poniendo al lado de Santa Marta, espero, tienen que ser manejadas y controladas por la sociedad colombiana.

Incluida la nube, la nube no es de Musk, ni de Zuckerberg, ni de Besos, la nube tiene que ser, dado que es el intelecto general de la humanidad en tiempos pasados y actuales, tiene que ser un bien común de la humanidad y eso es normatividad mundial y Colombia debe ser abanderada de esa lucha.

No es como dicen los chinos, que ya lo proponen, una especie de acuerdo público sobre la inteligencia artificial. Sí, pero si el, como se llama ese señor, el de Ali Baba, le domina el partido comunista, Ali Baba es el mismo Besos, la única diferencia es el origen étnico, entonces tampoco nos sirve.

Es un bien común de la humanidad, no de China ni de Estados Unidos y eso es Naciones Unidas. Y si Naciones Unidas no sirve para eso, hay que construir, yo creo que se va a desarrollar, lo que los chinos llaman el diálogo de civilizaciones, un instrumento del diálogo de civilizaciones.

Ese es el mundo dentro de la próxima década, una democracia global, para poder resolver estos problemas que son globales, pero que pueden, si lo hacemos mal y no rápido, destruirnos como especie, especie, moral, ética y físicamente. Y si lo resolvemos bien y rápido, pues es una revolución, quizás la mayor de toda la historia humana.

Gracias por haberme escuchado muy amablemente.


(Fin/gaj)