“Ver cómo pasamos a un nuevo mundo, en donde Colombia y ustedes, así no lo crean, tienen la ventaja, pero en otra perspectiva y donde la economía nacional y sus usuarios podrían ser beneficiados suyos porque la eficiencia, como dice, reza el manual capitalista, se traspasa a los usuarios y a las regiones y a la economía".
Bogotá, 19 de septiembre de 2024
Pues para mí sería mucho más cómodo estar, en este momento, en la Plaza de Bolívar con mis amigos y amigas allá, pero la democracia implica una mayor pluralidad en las perspectivas y, obviamente, en un gobierno que no es solo para quienes me han ayudado, sino me han votado el pueblo colombiano, sectores muy pobres y esperanzados en este gobierno, sino para todo el país, con su diversidad, que todos sabemos es profunda, compleja y es su verdadera riqueza.
Usualmente en estos eventos de diferentes gremios, etcétera, en la campaña siempre nos invitan, invitan ustedes dirigentes políticos, etcétera, gobernantes obviamente, se establece una especie de mecánica en la cual el político lo que busca es un aplauso. Él, ilusoriamente, pensando que ese aplauso le puede significar dividendos políticos, sobre todo financieros, etcétera, en sus campañas, no digo personales, aunque algunos de esos sí.
Y se establece una especie de diálogo hipócrita. Colombia, indudablemente, necesita de diálogo, eso lo hemos dicho una y otra vez y desde hace décadas, cuando un maravilloso costeño Samario planteó el diálogo nacional para Colombia, en el 82. Pero en general, digamos, la necesidad del diálogo es intrínseca de cualquier sociedad humana, es una frase de Perogrullo.
El ser humano es dialogante y punto. Todas esas perspectivas ideológicas, políticas, sobre todo de los últimos tiempos, que piensan un ser humano individual, aislado, en competencia, etcétera, están completamente errados.
Nosotros estamos aquí simplemente porque nos hemos ayudado desde hace un millón de años. Y ayudado significa unos y otros y otras y hablar, y hablar ha sido el mecanismo fundamental de la civilización.
Diálogo franco
Entonces aquí hay que hablar, pero con franqueza. Colombia necesita diálogo, pero no diálogos hipócritas, no diálogos tramposos, que es una modalidad de la política colombiana que se ha desarrollado tremendamente. No sé si qué tan específica de Colombia, eso algún sociólogo lo dirá algún día, alguna socióloga, pero el diálogo con trampa, decía (Jürgen) Habermas, el diálogo con cálculo, pues no lleva, sino la ausencia de la comunicación.
Y, por tanto, esgrimir los argumentos lo más francamente posible, a fondo, es lo único que permite encontrar puentes y con certeza encontrar las distancias, no de manera ilusoria, fantasmagórica, sino real, las que hay y las que no hay.
Del discurso que acabo de escuchar hay unas cosas en las que estoy de acuerdo, otras que no. Y voy a tratar de plantearlas con la mayor claridad posible y por eso he venido, no por un aplauso, que ya, digamos, no necesito tanto, sino para discutir las políticas públicas, las que no he podido tener y construir, y este es un tema de prensa incluso, y las que creo hay que construir.
¿Por qué no se han podido construir? Ese es un gran tema.
El papel fundamental de los usuarios
Digamos que el modelo en servicios públicos en general y en el servicio público de energía eléctrica, en particular de Colombia, pues hace parte de un modelo mundial que se empieza a construir en los 80. Hoy es el dominante, es difícil encontrar excepciones.
Modelo de mercado, le llaman, son las épocas del neoliberalismo, una creencia, porque no es una ciencia, eso sí hay que decirlo, es una creencia, tal como se cree en la Virgen María, o en Jesús, o en otros tipos de deidades, en otras religiones, que el mercado nos lleva a la felicidad y al bienestar máximo, es para decirlo en términos de los economistas teóricos que escribieron estas y esgrimen estas tesis.
No voy a hablar de eso porque me llevaría mucho tiempo, debería hablarse en la Facultad de Economía mucho y en los medios de comunicación. Es una tesis falsa hoy, completamente falsa, ideológica, no científica.
Si vamos a la ciencia, el mercado nos lleva a la extinción de la humanidad, punto. Si vamos a la ciencia, los medios, obviamente, no van a ir a esta ciencia porque la ideología prima, la ideología es el mercado nos lleva al bienestar máximo, la ciencia lo que dice es el mercado nos lleva a la extinción, punto. Por tanto, ciertas tesis pues no son las mismas.
Yo sí creo que se necesita presencia del Estado y, sobre todo, de la sociedad, de la comunidad, o como queramos llamar las personas y la gente, que aquí particularmente son los y las usuarios. Sin usuarios no hay nada aquí.
Luego ese factor es fundamental, su presencia, su visión, que diversan las regiones, etcétera, sus culturas. Sin eso no hay una política pública de servicios públicos en Colombia que funcione. Lo dejo como parte del (debate).
Entonces, no es tanto la intervención, porque entonces se está viendo el coco estalinista o soviético, como quieran llamarlo, coco, porque la Unión Soviética, a pesar de lo dicho de la (senadora María Fernanda) Cabal no existe y esa visión no existe como opción para el mundo. Nadie la está levantando, nadie. Pues al menos algunos trágicos por ahí, pero viejitos, pero nadie.
Entonces, eso no es lo que hay que plantear como el centro del debate, no es la intervención. Es una construcción que no es necesariamente mercantil, aunque use el mercado y que debe tener como principio general en este caso, dado que los dineros provienen primero del público y segundo de la ley, las normas que rigen esta materia para bien o para mal, pues entonces los usuarios tienen un papel aquí fundamental.
Quien se haya construido, no, bueno, eso tiene toda una complejidad. Conozco muy bien lo que sucede en La Guajira, por ejemplo, se creó un mercado de la consulta, incluso con responsabilidad, con causa en el Estado y en los agentes privados del mercado, que no es y que ahora nos está dificultando unos desarrollos que bien podríamos tener.
Pero bueno, digamos, ese mercado creado en los ochentas hoy está en crisis y eso es lo que tenemos que reconocer en el contexto actual.
No voy a decir si (expresidente César) Gaviria tuvo razón en el noventa y pico, porque yo creo que la tuvo en su momento de crisis, cuando hizo crisis el anterior modelo de energía eléctrica. Yo creo que la tuvo, en lo que no la tiene es el mantener el modelo, porque el tiempo pasa y la historia fluye y, a veces, nosotros como seres humanos estamos acostumbrados a quedarnos con lo que hicimos y nos, como los pescaditos de oro, nos va ensimismando en una realidad que ya no es. Hoy hay otra realidad.
Hay que corregir el rumbo
El político y la política y la sociedad tienen que ir aprendiendo de esos cambios, porque si no los errores pueden ser inmensos. Y ustedes tienen razón cuando tú, Natalia (Gutiérrez, presidenta de Acolgen), cuando explicas que hay un, pero que no es una frase más, es el determinante del nuevo modelo. Y por eso me parece que hay que subrayarlo para hablar de estas materias más concretas ahora.
Determinante de un nuevo modelo hoy es que estamos a punto de la extinción de la vida en el planeta por el mercado. No porque el sol creció, ni porque Marte se acercó, o porque el magma de la tierra se infló por el mercado, amigos y amigas. Luego tenemos que corregir.
Si no estamos en el ánimo de corregir, es muy difícil que el diálogo llegue a una conclusión, porque lo que vamos a tener en cualquier parte del mundo y cada vez más, son estallidos, tensiones, hasta guerras como estamos viendo ahora, guerras por la energía vieja, por la energía vieja, porque no hemos sido capaces como humanidad de la necesidad de asumir, de manera rápida, pronta y billonaria en dólares, los retos de la crisis climática y por tanto de la descarbonización de la economía, de la cual una parte, solo una parte, es la matriz energética. Una.
En ese contexto, si que cambia el modelo y cómo nos afecta en Colombia, donde estamos, o en América Latina, o en América del Sur.
Yo creo que aquí, si queremos seguir hablando un poco del contexto, antes de entrar en materia de la política pública concreta en Colombia, podríamos tener unos datos que me parecen claves.
Yo hablé hace poquito con la asociación, en términos de energía eléctrica de los países de América Latina, que se llama OLADE (Organización Latinoamericana de Energía), el señor que dirige eso y otros, que me pasaron los datos que no conocía, entonces tengo que transmitirlos.
Los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, allá en el norte de América, emiten más o menos, o necesitan 1.200 gigas de energía eléctrica al año, más o menos, 1.200. Son los grandes emisores de CO2 del mundo con China, responsables de la mayor acumulación y, segundo lugar, en las emisiones actuales, porque China le ha ganado.
Emisiones, que son el flujo, y el stock, que es el problema, el flujo alimenta el problema. Entonces, ese stock ya es irreversible. O sea, los daños hechos en los dos últimos siglos en la atmósfera son irreversibles.
No vamos a volver atrás. Aquí lo que se trata es que no siga avanzando, es decir, que el flujo se detenga. Entonces, 1.200 gigas y de allí un flujo de CO2, porque no es una emisión limpia en su mayor parte.
Y América Latina, sobre todo América del Sur, según este estudio de los señores que comento, tiene un potencial, potencial, de 1.500 gigas de energía limpia al año. Ese es un contexto. Un contexto que nos lleva a un mundo de acción privada y pública y social también.
Entonces, lo que están diciendo estas cifras, ni más ni menos, el tema que debería decir en el discurso de la ONU, entre otras cosas, Laura (Sarabia, directora del DAPRE), para que me noten, es que, si la potencia la volviéramos acto, Aristóteles, ¿cómo se vuelve la potencia acto? Pues con dinero, con decisión. Pues sin decisión, pues el dinero que ha guardado. Si los 1.500 gigas se pudieran volver hecho, ahora, mágicamente, llamémoslo con una enorme inversión, cuya plata está atesorada en los Estados Unidos. No es que no haya plata, está guardada: 600 mil millones de dólares de los derechos federales de giro en la época de COVID, que ellos no se gastaron.
Entonces, y que ellos ya han destinado para la transición, solo que la están pensando en términos nacionalistas. Es dentro de los Estados Unidos. Pero si estos 1.500 gigas se volvieran realidad, nosotros podríamos decir hoy que América del Sur le permite a Estados Unidos la plena descarbonización de su matriz energética, es decir, quitamos el segundo emisor del mundo, lo cual significa —la prensa aquí me critica estas frases—, que ayudaríamos a salvar la humanidad y sustancialmente, no marginalmente, sino sustancialmente, sería el primer hecho de la historia reciente de la humanidad, que en realidad podría detener los crecimientos de flujo de CO2 aumentando el acumulado en la atmósfera.
Miren eso. Miren, si América del Sur no tiene importancia hoy o si no deberíamos darnos cuenta de nuestra importancia y del camino que tenemos que coger, pero ya y rápido.
Lo dejo como contexto, porque esto nos lleva entonces al problema tecnológico y de inversiones y de mercado, y como tu quieras llamarlo, y el papel del Estado.
Entonces, ¿cuál es el propósito de este gobierno del cambio? Pues desde Colombia podemos incidir en América del Sur, vamos a ser presidentes de, si nos dejan, de la comunidad, la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños) se llama, incluso tengo la responsabilidad de hacer la de China, CELAC China y CELAC Europa.
Y con Estados Unidos hablamos todos los días, digamos, hay un diálogo, y trato de que no sea hipócrita, ni retórico, sino sobre esto, esto como el centro de una integración humana hoy, fundamental, porque si no, lo que siguen son las tumbas.
La CREG no sirve
Entonces aterricemos en Colombia. Si eso lo planteamos para el mundo, para América del Sur, y lo planteamos en el programa de gobierno, y lo votó el pueblo colombiano, entonces ¿qué tenemos que hacer?
Pues dentro de la institucionalidad colombiana, las normas existentes, que se podrían variar y no he podido, entonces la pregunta es ¿por qué no he podido? Si uno se lee a la constitución, y va a las funciones del presidente, y hay un chorrero de letras, encuentra una, es el control, supervisión y dirección de los servicios públicos en Colombia. Función constitucional del presidente.
Entonces, claro, cualquier campesino en Córdoba me podría decir: “¿tu qué has hecho, si usted tiene la función constitucional? y me tocaría explicarlo, algo que él no entendería, ni nadie, que a pesar que eso lo dice la constitución, un magistrado del Consejo de Estado le ha pedido hace rato, y decidió que no, en un fallo, etcétera.
No quiero plantear más debates con el Consejo de Estado, porque yo tengo mi libertad de crítica, porque tendría que preguntarme ¿y por qué? Porque tendría que ligarlo a una serie de acontecimientos, ¿cierto? Que no es solamente eso, o sea que, no solamente desaforaron, sino que le quitaron la función constitucional del presidente en materia de servicios públicos.
¿Es por qué no funciona la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas)? Al final, pues, es la instancia que también la ley, no tanto la constitución, sino la ley de servicios públicos, le dio en delegación de facultades del presidente, que es un decreto de César Gaviria, que este presidente podría derogar, le dio unas competencias en estas materias de las que vamos a hablar, ¿cierto? La CREG.
¿Pero qué pasa con la CREG? y ¿Por qué esas dificultades que vemos, que no comenzaron en mi gobierno, pero que tengo que asumir como presidente, obviamente? ¿Qué le pasa a la CREG? ¿Por qué no puede asumir, dado que el presidente, como que no lo dejan las funciones que el presidente tiene y que ella misma, por ley, tiene? ¿Qué le pasa a la CREG?
Y este es un tema de política pública y de discusión con ustedes y con la sociedad colombiana, porque, de acuerdo a las normas constitucionales e incluso a la ley 142, que yo quiero reformar y que es el Congreso que dispone, es que la CREG debe, en mercados que no son de competencia, ¿cierto?, simular que existiera la competencia, porque se supone, de acuerdo a teorías económicas, que la competencia le permite al usuario y a la usuaria recibir las eficiencias, es decir, reducir el precio.
En el capitalismo y en la realidad del capitalismo, lo que no hay es una línea ascendiente de precios relativos, lo que hay es una caída de precios permanentes. Esa es la historia del capitalismo en dos, tres siglos. Siempre cae el precio, ¿por qué?, porque cada vez hay más productividad, porque si quieren ponerle la palabra, eficiencia, porque un televisor ahí todo, de esos que a mí me gustan, que me critican, de esos que hay ahora, es más barato que el viejo televisor de tubo, como que fue el primero que yo vi en televisión, los Beatles.
Más barato hoy, de acuerdo al salario donde una vez se dio su precio relativo. Antes era un televisor era un lujo, yo tenía que ver el televisor donde mi tía, pero hoy, pues prácticamente en cualquier casa hay un televisor. Eso significa que el televisor cayó en su precio relativo, frente al salario o al ingreso.
¿Y qué lo hizo caer? Pues productividad, la productividad, la productividad que es el saber articulado, el saber humano articulado a la producción.
Bueno, y aquí entonces, ¿por qué no? Preguntémosle a la CREG en general, como institución, no individualicémosla. ¿La CREG ha sido capaz, desde que se creó, de transmitir la eficiencia a los usuarios de Colombia y usuarias?, se supone que es su función, y que va a través de una forma, de unas matemáticas, bueno, pues hablo de las matemáticas, la respuesta, amigos y amigas, es que no. Desde que se creó en el 92, creo, 93, no.
Esa es una institución que, de acuerdo a cómo fue fundada, no sirve, no sirve. Ahora, ¿para qué ha servido entonces en su historia? Para acomodar unas fórmulas que, cuando usted mira sumatoria de i hasta no sé qué, sumatoria de j hasta cero, sumatoria bajada, no la entiendes, sino el que sabe matemáticas.
Que, si un matemático decide volverlo lenguaje popular, para que el usuario y la usuaria entiendan qué están haciendo con su dinero, con su dinero, pues la entiende sin las sumatorias, pero las sumatorias son una forma ideológica de esconder la realidad. Es una ideología. Las matemáticas también pueden ser instrumento de la ideología y no de la ciencia.
Cuando uno va al desguace y lo pone en lenguaje común y no se va por la ideología, las fórmulas matemáticas que expresan tarifas han beneficiado rentísticamente sectores del mercado de la energía eléctrica en Colombia desde hace décadas y en contra de todos los usuarios y usuarias de Colombia, entre los cuales se encuentra no solamente el hogar, sino la economía productiva del país, es decir, la posibilidad del desarrollo y la riqueza nacional, porque la riqueza nacional es la producción nacional. Ese es, digamos.
¿Por qué la CREG ha sido así? Porque la ley que la configuró, las formas de configuración de la CREG legales, hacen que, si tiene que asistir, y ese es mi problema diario, si solo la pueden integrar quienes hayan tenido seis años de experiencia en cargos directivos en el sector eléctrico, más una serie de normas académicas, etcétera, pues ahí no entran sino los que ya han estado en los sectores privados de la energía eléctrica de Colombia.
Ahí no entran los usuarios, que deberían, ¿no que esto es una democracia participativa?, y es que el usuario ¿no tiene nada que decir? No entran, en el Estado sí, pero en el Estado no sirve, amigos. Eso le sirve, pues, cuando hace un empresario sus cálculos y se mete a esto, pues sí. ¡Hágame el favor! muévame la fórmula de distribución un poquito, permítame, como hizo (expresidente Iván) Duque, cambiar la prohibición de transferir las pérdidas al precio, y lo podemos transferir, y entonces los usuarios de la costa Atlántica se ahorcaron, se ahorcaron.
Eso ¿cómo lo hicieron? Cambiando la matemática, ahí sí ningún problema. Ahí no hubo magistrado que lo impidiera. Si yo quiero hacerlo al revés, presidente no es presidente, y el poder público no es de tres, y el poder que hay que irrespetar es el poder presidencial, electo por el pueblo.
Eso no es una democracia, y no es una crítica, sino a esto que está pasando con los servicios públicos en Colombia, porque esto va a terminar mal si no lo cambiamos, porque es creer que los usuarios y las usuarias van a mantenerse como los esclavos, hace unos siglos, aguantando el rejo sin rebelarse, y eso no es cierto. Esta es la humanidad en Colombia. Yo soy un representante, una especie de alerta, de que el pueblo colombiano nos sigue por ahí, y que hay que entenderlo, y hay que acompasarse a unas nuevas realidades que incluso son tecnológicas.
La CREG debe cambiar normativamente, porque la CREG debe responder, no solo a los operadores privados del mercado, sino a la ciudadanía colombiana a través de sus usuarios y usuarias, y yo diría a los sectores productivos del país, porque ahí paso a otra tesis, digamos, dejémoslo como punto de discusión.
Entonces, el resultado de la CREG que ha dejado hoy en Colombia, ¿por qué el presidente no puede configurar la CREG? Cuando se acerca, tumban un magistrado, magistrado no, un comisionado, que ahora los del poder administrativo se llaman así mismos magistrados, y entonces nos cambian las ideas como el Consejo Nacional Electoral, pero no, son comisionados.
¿Por qué el presidente no ha podido? Porque no encuentra personas independientes del sector privado y afines a los intereses de los usuarios que hayan tenido seis años de experiencia en cargos directivos del sector eléctrico.
¿Y para qué tiempo?
Han sido profesores 20 años y expertos con doctorados donde ustedes no se imaginan, el profesor (Omar) Prías, un ejemplo, lo acaban de destituir.
¿Por qué? Porque la norma no dice que tenga doctorado 20 años o no sé qué, eso no le importa, sino que tenga seis años dentro del sector eléctrico y eso me da que tiene que salir de ustedes y así no vale, así no vale la discusión y el diálogo con el poder público con franqueza.
Una nueva fórmula
Entonces, voy a esto que es el resultado. Ahí tienen en ese cuadro, lo presenté en Manizales, hace parte de nuestro intento de cambiar la fórmula de generación eléctrica, no sólo opción tarifaria, que es un desastre de Duque, indudablemente, y aquí estamos todos de acuerdo que hay que ver cómo lo quitamos, pero esto es generación, que es en donde estamos, que es, como bien dijeron aquí, una parte importante del precio final de la tarifa, digamos.
Pero aquí este cuadro interesante tiene que son varios años, incluso antes del COVID, los datos que tenemos, hasta el 2024, o sea, nos reflejan cambios coyunturales, pero también, que es lo importante, una línea estratégica estructural, llamémoslo, y por tecnologías, dice tu discurso, no discriminen tecnologías, toca, toca doctora Natalia, el mundo de hoy es obligatorio, o si no morimos como especie.
Es obligatorio discriminar las tecnologías, eso es la orden de Naciones Unidas, eso es el resultado de la COP, no me acuerdo el número 15 de París, para donde vayas, ahora nos toca ir a Nueva York, eso es lo que se va a decir en el mundo, las guerras nos están impidiendo, los bombardeos a los niños en Gaza, nos están impidiendo mirar esto, que debería ser el principal problema de discusión de la humanidad, pero este es el principal problema de la humanidad, discriminar las tecnologías, porque hay unas que ya no nos sirven.
¿Por qué no nos sirven? porque se emite CO2 a la atmósfera y el flujo aumenta, así de simple, y si el flujo aumenta, aquí no se mueren solamente los pollos, o los delfines rosados en el Amazonas, ingenuo, el que está pensando que la muerte de centenares de delfines rosados en el Amazonas no significa algo, un accidente, se calentó el agua porque sí, se está quemando la selva amazónica porque sí.
Miren solo ese último, ese detalle de hoy, mis amigos de la prensa, no es que el gobierno no hace nada contra los, se está quemando la selva amazónica, los gobiernos todos juntos no tenemos cómo apagarla, la humanidad no tiene cómo apagar que la mayor esponja de absorción de CO2 que teníamos está muriendo, y no solo en Colombia, en Venezuela, en Brasil, que es la mayor parte, en Bolivia, en Perú, llegando al Paraguay, hermanos, cojan la foto satelital, queda uno asustado, un solo incendio, y ustedes saben que la ciencia ha dicho que si la selva amazónica se quema por el calentamiento de la superficie de la atmósfera, es un punto de no retorno, es decir, que hagamos lo que hagamos ya, vamos al cementerio como especie.
Entonces, hay que discriminar tecnologías, hay que hacerla ya y rápido, ya y rápido, porque no tenemos tiempo. Esa simple quema a la selva amazónica, que ojalá pueda detenerse y reconstituirse por así sea una década, nos da una década para hacer los cambios, si no, se acabó, caput, como dicen, hay puntos de no retorno, la selva amazónica es uno, la detención de la corriente del golfo es otra, Inglaterra se vuelve Canadá helada, o el derretimiento de Groenlandia y Antártida son los puntos de no retorno, ahí ya no hay nada que hacer y es lo que estamos viendo ya hoy.
Entonces cómo que no discriminar doctora, toca, ahora cómo, cómo, entonces viene la política pública.
Una nueva fórmula
¿Qué vemos ahí entonces? Yo miro dos grandes grupos, ahí está mirando costos, cierto, kilovatio hora, que ustedes están acostumbrados a eso, a mil llega por allá, hoy ni miro, porque el kilovatio hora es manipulable por un actor del mercado, no es competencia perfecta, es decir, la CREG fracasó, todo lo hizo para que un grupo pudiera manipular el precio del mercado, que es el kilovatio hora, no les gusta a ustedes que yo lo diga, pues lo digo, porque es el diálogo franco.
Ahí encuentran en todo el año 2023, año de mi gobierno, arriba, ¿cuál? ¿todos? no, una tecnología, por eso yo tengo que discriminarla, una tecnología que, si miran en general, si yo cojo gas, el amarillo, gas, el tiempo me levanta cada vez que hablo del gas y yo sé por qué, pero si miro gas, que lo estamos viendo ahí, y si miro la azul, cierto, la azul clarita que es ACPM, petróleo, petróleo rojo, entonces ya tengo las explicaciones del por qué tan altas tarifas, desde el punto de vista de la generación, exclusivamente.
Ahí están, gas y ACPM, por encima tres veces más que lo que me da las tecnologías más baratas, ¿cuáles son las más baratas? la naranja, que es agua, cierto, el carbón, por la abundancia colombiana de carbón, que es la gris, y la solar me aparece allá, porque hasta ahora la estamos poniendo, no quiero decir solo Petro, Duque hizo aquí un esfuercito al final, y ahí ya aparece, no quiero decirlo, todo porque no decirlo, Duque entendió en los discursos mundial, porque Duque era el que me cerraba ahí y se burlaba cuando yo decía que aguacate por petróleo, en Nueva York, pero no, claro.
Es que si uno toca el mundo, sabe qué está diciendo el mundo, y nosotros también de a fondo. Entonces, el verde ya aparece por fin allá atrás en el 2024, que es solar.
Entonces ahí hay dos grupos de precios, hay dos grupos de precios, le llamaría energía limpia sin carbón, y el precio es bajo, tres veces menos, más o menos, que las energías fósiles, cuyo precio es tres veces más, entonces claro, desde la perspectiva del ciudadano del común, lo que puedo hacer una tesis, puedo hacer una política pública, y desde la perspectiva de un empresario, de energías limpias, no de las energías fósiles, habría un error de percepción, puedo hacer otra política pública, cuál haría la CREG, desde la perspectiva de alguien que piensa en el interés general.
Yo creo dos tipos de precios, cierto, uno para el conjunto, las energías limpias, vamos a llamarlo así, agua, sol, hay que hablar más, la térmica, ojalá la tengamos, el hidrógeno verde, que nos está dando dolores de cabeza, y otra que es las fósiles, que son emisoras de CO2.
¿Cuál es la diferencia entre fósil y limpia? La emisión de CO2, o sea, lo que el principal problema de la humanidad, entonces las fósiles, tres veces más, tendría otro precio, otro, que hizo la CREG, digo, un solo precio, al más ineficiente, sí, entonces el empresario que hace energía con agua, no vende al costo de lo que le representa hacer energía con el agua, sino que allá se pega al más alto precio ineficiente que es el gas, ¿quién gana y quién pierde?
Y, primero, esa fórmula es conveniente para el conjunto, no para el empresario, porque obviamente va a decir que sí, y ahí salen billones de pesos, billones, a los propietarios de generación de energías limpias, billones, pero esos billones no saldrían si no hubiera ineficientes, de acuerdo a la fórmula.
Esto en teoría, y solo para dejarlo aquí para los recuerdos académicos de estas reuniones, eso se llama la teoría de la renta ricardiana, hecha por David Ricardo en los principios del siglo XIX, fundador, padre de la economía, de la teoría del valor, y desde el punto de vista de la renta diferencial, no superado hasta el momento, solo olvidado en algunas facultades de economía y en algunos medios de comunicación.
No voy a meterme ahí en la teoría de la renta diferencial, la construyes sobre la tierra, él sabe que la tierra, en la medida que crece la población, va a ser cada vez más escasa y de menor calidad, entonces dice cómo se alimenta la población entonces, pues el precio lo tienen que poner los productos alimenticios trabajados con mucho más trabajo en la tierra menos fértil y más escasa, porque si no una parte de la humanidad se queda sin comida, punto, entonces el precio del producto lo coloca el más ineficiente, se genera lo que él llama la renta diferencial, porque al venderse el producto por el más ineficiente, que tendría apenas una escasa ganancia o ninguna, el más eficiente, cerca de la ciudad con la tierra más fértil, pues coge todo ese diferencial entre su costo y el precio y eso se llama renta.
En los países capitalistas a esa renta se le pone un impuesto, porque no es producto del trabajo, es producto de una circunstancia ajena, que es natural, en este caso la calidad, la calidad de la tierra, le ponen un impuesto.
En Estados Unidos, el país del capitalismo mundial, no es posible capturar rentas, se vuelven sociales, se vuelven impuestos, se vuelven obras públicas, se vuelven las famosas autopistas que a tantos les gusta, etcétera. Aquí no, en Colombia no, porque había una cooptación de intereses privados sobre las instituciones públicas, en este caso la CREG.
Entonces su fórmula, su fórmula permite la captura de la renta y su apropiación privada, y por eso cualquier balance que la superintendencia quisiera, que le he pedido que lo haga, presentar a la opinión pública sobre utilidades, asustaría a toda la ciudadanía.
Anualmente son billones transferidos, eso es una renta de la riqueza nacional, le hace producción del hogar colombiano, pobre o rico, hacia este sistema en virtud de una fórmula tarifaria. Eso lo quiero cambiar yo. Esa fórmula la quiero cambiar yo.
Dos grupos de precios
Llevo luchando dos años y no he podido, incluido que me quitaron mis funciones constitucionales sobre los servicios públicos. Yo les propongo hagámoslo de común acuerdo. Y entonces, ¿qué les propongo? Estoy abierto a discusiones, obviamente, no me siento infalible.
Dos grupos de precios, los de la energía limpia que es barata y abundante, Natalia lo ha dicho, y abundante, o sea la más, y debe ser cada vez más, hasta ser el 100%. Ahora termino con eso. Barata, de acuerdo a nuestra potencialidad colombiana, de acuerdo a nuestra potencialidad suramericana, nosotros en lugar de estar ordeñando el mercado interno, deberíamos estar exportando energía en grande, porque aquí la ganancia no es por unidad, sino por volúmenes, como en el petróleo, roda no es, por volúmenes.
Es un cambio, obviamente, mentalidad empresarial. No estoy expropiando empresas, porque el papel de Colombia es ser exportador de energía limpia.
Entonces, dos grupos, ahí es fácilmente distinguible. Entonces, energías fósiles, para no ponerle otro nombre, gas, ACPM, hay otros ahí, pero yo no estoy en los fundamentales, y agua y sol, carbón debe salir, agua y sol.
Puede haber viento, está empezando, puede haber magma de la tierra, puede haber olas, hay una serie de cosas nuevas, pero lo que tenemos hoy es agua y sol. Agua y sol son complementarios en Colombia.
Uno de nuestros grandes errores de falta de planificación, pusimos el agua en la misma zona climática. Paisas, bogotanos, más o menos, santandereano recientemente, y ahora se metió El Quimbo, pero es la misma zona climática.
Entonces, se seca uno, se secaron todos, es lo que estamos viendo hoy, y nos fregamos, hasta para el agua potable, como está ocurriendo en Bogotá. Eso es un error, porque nosotros tenemos diferentes zonas climáticas que cada vez nos funcionan menos, porque el clima está, no lo podemos predecir.
Pero si hubiéramos tenido la represa del Micay, que he pedido a mi gobierno que la planifique y la eche para adelante en lo que podamos, pero es que dentro de los gobiernos hay intereses.
Bien decía alguien, un estudioso latinoamericano, el Estado es una arena de conflicto. En el Estado, a diferencia de lo que decía Marx, que era una máquina de una clase contra otra, que fue Lenin, el que dijo eso, este decíamos que ahí mismo se genera el conflicto dentro del Estado.
Entonces, el funcionario que para, el funcionario que mete esto, el funcionario que cobra el billete, si no hay proyectos, si no hay comisión, es corrupción, el funcionario que defiende al petrolero y no al del sol, etcétera. Entonces, todo eso entraba a una política pública, pero eso no es excusa, hay que hacer la política pública. Entonces, sol y agua son complementarios.
Como el agua podría ser complementaria si hubiéramos hecho embalses en el Pacífico, la zona más lluviosa del mundo, y nosotros muriéndonos de sed en Bogotá. Ya he vivido varios episodios. ¿Entonces qué hicimos? ¿Dónde está el genio de la élite colombiana? No, Medellín y Bogotá, punto.
Eso se llama centralismo mental, que es producto de una historia, que no voy a repetir aquí, pero que no nos hemos desatado de esa historia. Resulta que potencialmente el Pacífico hoy en agua nos debería estar dando energía y la caída hacia los llanos, no. Y el agua y el sol son complementarios, porque si hoy hay sequía, como si hay, y no la estaba en nuestros planes, la pasada sí, pero esta nos cayó y se está quemando la selva por eso.
El sol está, ¿o no? Lo que hay es sol, solo que no lo estamos aprovechando. Estaríamos complementando, deberíamos estar asustados por eso. Nos falta el agua, pero está el sol, y cuando hay mucha agua, no hay tanto sol, son complementarios.
Por ahora, digamos, no un tiempo dado, no podría decir lo mismo. Bueno, entonces, sol y agua, más barato. Relacionado con sus costos, no estoy diciendo quitar la ganancia, estoy diciendo quitar la renta.
Y esa es mi propuesta, y claro, es un sacrificio pensado en términos del inmediato pasado, pero es lo que nos hace sostenibles, porque esa energía barata se la podemos llevar a Estados Unidos y vender en masa, fuera de, pues, cumpliendo ya nuestro mercado interno.
Tenemos cantidad, sobre todo de sol, para vender. Entonces, en vez de tener ganancia, renta por unidad, tener ganancia por unidad, más poco, pero volumen.
Propuesta, claro, eso necesita todas las líneas de transmisión, el hidrógeno verde, que permitiría transmitir esta energía, eso necesita que mi proyecto con Emiratos Árabes Unidos se vuelva realidad, ¿cierto? Porque ese proyecto, en la fase final, ¿qué es el proyecto? Un data center, mega data center, que nos haga corazón de la inteligencia artificial en toda América Latina, aprovechando nuestra misma posición como cuando el canal de Panamá, y esperando que no pase lo mismo que el canal de Panamá.
Entonces, ¿cuánto demanda un mega data center? Que pienso que sea en Barraquilla, y tenemos ya los lotes y el acuerdo a punto de firmar, pero que mi amigo (Alejandro) Char ayude. ¿Cuánta energía necesita? (presidente de Ecopetrol, Ricardo) Roa ¿Cuánto? 20 gigas, 20 gigas, o sea, todo lo que producimos de energía hoy.
Y tiene que ser limpia, porque si le metemos a eso el gas y el ACPM, matamos a la humanidad, y entonces no es un negocio. Sin pensar en otra, los franceses me hablan del aluminio verde, que nosotros no producimos aluminio. Ellos dicen, no, es que, porque ustedes tienen aquí energía limpia, cerca Tolú, y un puerto, bueno, entonces es la geografía que nos ayuda.
Entonces traemos la materia prima de Brasil, y hacemos la fábrica refinadora aquí y vendemos aluminio verde, y los chinos se están vendiendo aluminio, pero fósil. Tenemos la ventaja, y así podríamos hacerlo. Es decir, la industrialización de Colombia depende de aprovechar nuestra ventaja, que es natural, ni siquiera es competitiva, no natural, es natural el sol y el agua.
Pero para eso hay que cambiar este sistema feudal de tarifas, de ganancias enormes, de corto plazo, pero insostenible. ¿Por qué es insostenible? Y ahí vengo a la discusión, Natalia. Porque tenemos que reemplazar gas y ACPM por sol y viento, y otras, no cierro ahí, otras, porque es cierto que debe haber complementariedades, seguridades.
Y yo estoy aquí, y vengo dos años repitiéndolo, diciendo cuál es la... porque no quiero sacar... porque entonces ahí hay unos empresarios, cierto, a veces los mismos del agua y el sol, unos empresarios. No estoy diciendo que se acaben. Estoy diciendo que se presenten, incluso lo que he dicho, la plata de los cargos de confiabilidad esa vaina qué ¿Dónde está? Las EPS tienen las reservas técnicas.
Hemos descubierto que desapareció. Ese es mi pleito con Enrique Vargas Lleras en la Nueva EPS, que parece que hoy falló el Consejo de Estado a mi favor. Puedo demostrarlo completamente, papel con papel.
Billones, billones. Y entonces, ¿qué? Los cargos de confiabilidad no nos deberían servir hoy para darle confiabilidad al sistema, que la confiabilidad hoy, no antes, es que sea de energías limpias. Y no tenemos ahí una base.
La ley de financiamiento
Hay que hacer otras cosas, pues lo hacemos. Tu hablas de los impuestos y tienes razón. La reforma tributaria (José Antonio) Ocampo, que es la mía, castigó las energías limpias.
Una tontería en este momento, ¿no? Una tontería. Por eso, presentamos una ley de financiación, que la prensa dice que es tributaria y no es tributaria, porque tiene, sí, unos recaudos. ¿Dónde los recaudos deberían ser? En el carbón y en el petróleo.
¿Y por qué entonces con eso sí podemos bajarles el impuesto a todas las empresas de Colombia? ¿Qué es lo que estamos proponiendo? Para ganar más competición, hacer más barata la empresa.
Y, entonces, en el Congreso dicen que no, y empieza uno a ver a la ANDI diciendo que no, que mi vecino aquí al frente, en este momento, no, entonces no están defendiendo las empresas.
El socialista es el que está defendiendo la empresa privada en Colombia. Paradoja.
Estamos presentando un proyecto de bajar el impuesto de renta del 35 al 27 en las pequeñas empresas y al 30 a 32 en las demás, excepto petróleo y carbón. ¿Por qué? Porque hay que desestimular unas y estimular otras, para vivir, no es para más, para vivir.
Entonces en este terreno concreto, los dueños de las, los empresarios del gas y del ACPM, de esas termos, cambiémoslas ya, ya. Necesitamos variar los impuestos, pues obviamente lo va a hablar con el Congreso, pues la ley de financiamiento tiene eso. Pueden ustedes decir que no sirve o que hay que hacer de otra, bueno, hagámoslo.
Pero ahí está en el Congreso, entonces no lo quieren aprobar cuando está ahí. El paso de los transportes particulares y públicos a la electricidad, ahí está, entonces no aumentamos el mercado. Y la posibilidad de exportar, que es donde yo veo el futuro de Colombia, fuera de su agroindustria y de otros.
Dos tipos de precios, cambió la fórmula. Eso significa acabar la renta ricardiana en la tarifa y volverla, como ordena la ley, tarifas representativas de una simulación de competencia. Claro, entre más oferta, y estoy completamente seguro de eso, y ustedes tienen razón ahí, Natalia, en su discurso, tiene que haber muchísima más oferta de energía y no solo para el mercado interno de Colombia.
Yo, el gobierno de Panamá no me quiere mucho, pero hagamos la interconexión que está ahí, guardada en un escritorio, en ISA. Y no solo una línea, pues ahora las líneas son más potentes, los 5 o 6, porque esa es la energía que va a ir por cable a Estados Unidos, a toda Centroamérica.
Entonces, ¿nosotros qué hacemos limitando la oferta para defender un precio de monopolio, que en este caso es de oligopolio? ¿Qué estamos haciendo? Entonces restringan y restringan, y díganle no a proyectos, y los proyectos que dan en mano es de los corruptos, y entonces las consultas no son, no se vuelven transparentes, todo entra en una degeneración que no debe ser.
¿Por qué la autogeneración no es libre en Colombia? Un socialista le está diciendo libertad de mercado. ¿Por qué el autogenerador tiene que pedir permiso? Si es limpio, ¿no? Si es energía limpia. ¿Por qué? El chiquito, el de una casa pobre, por allá en La Guajira, una ranchería, o el gran empresario que decide montar el megaproyecto, el data center, ¿por qué no puede hacerlo? Pues algunas cosas ambientales, obviamente, pero ¿por qué tiene que pedir permiso al Estado para poner la autogeneración de su casa o de su empresa? Yo la libero.
Para mí, una de las cosas que debía haber salido de la CREG ya, y me autocritico porque no sale, yo he visto resoluciones que duran seis meses guardadas. Eso no es por pereza, eso es porque a alguien le interesa que no salga. La autogeneración debe ser de libre, iniciativa en Colombia, con alguna restricción ambiental para no caer en pendejadas de poner donde no es, o poner un techo donde el edificio se va a caer, cosas de esas, pero debe ser, y el mercado cambia.
Obviamente estoy hablando que estamos entrando a una nueva fase del mercado donde los operadores tienen que cambiar la postura para liberar esto, para liberarlo y no amarrarlo como hasta ahora está. Ahora significa entonces que los empresarios de ACPM y gas en los termos pasen a energías limpias. Así de simple.
Que Ecopetrol pase a energías limpias, deje de mandar gas. Es el mayor demandador de gas y es del Estado, pues mayoritariamente. Por ahí empieza el ejemplo.
Ya debería haber cero demanda de gas de Ecopetrol. Y toda esa teoría que nos vamos a quedar sin gas, que es ideología, es que tenemos que salir de ahí y tenemos que salir del carbón. Ya vivimos 50 años del carbón.
Se acabó. No nos compran carbón. El escándalo de Israel de que impedí que... Sí, pues no nos compran carbón.
Miren las cuentas nacionales, la crisis presupuestal tiene que ver con eso, que ya lo habíamos anunciado. Lo que pasa es que nos estamos demorando en la transición, en salir de ahí rápido y entrar al nuevo mundo. El nuevo mundo es una oportunidad para Colombia si llega antes que la química de la atmósfera nos acabe.
Entonces, digamos, esa es nuestra política, más o menos aquí claramente explicada. Eso se vuelve matemática, sí. Se vuelve fórmula, sí.
Se vuelven normas internas o normas del gobierno, sí. Se vuelven leyes, pues tendríamos que ver que es de ley, pero sí. ¿Lo podemos hacer con ustedes? Sí, pero si hay un cambio de perspectiva, que no es enredarnos mutuamente.
Tienes razón, es el insulto, pero también está la trampa. Sino, claramente, ir a otro mundo, no cometer errores de planificación, pero ustedes saben más de eso que yo y que muchos funcionarios del gobierno.
Y ver cómo pasamos a un nuevo mundo, en donde Colombia y ustedes, así no lo crean, tienen la ventaja, pero en otra perspectiva y donde la economía nacional y sus usuarios podrían ser beneficiados suyos porque la eficiencia, como dice, reza el manual capitalista, se traspasa a los usuarios y a las regiones y a la economía.
Bueno, gracias por haberme escuchado, muy amables.
(Fin/aga/for)