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Discurso

Palabras del presidente Gustavo Petro durante el encuentro 'Acordando y haciendo: Avances del Proceso de Paz Territorial de Nariño', en el marco de los diálogos con el grupo armado Comuneros del Sur

Foto: Andrea Puentes - Presidencia

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Pasto, Nariño, 5 de abril de 2025


Un saludo especial a las y los integrantes para la Co-construcción de la Paz Territorial en Nariño y representantes de la organización social política Comuneros del Sur del Ejército de Liberación Nacional. 


Secretaria General de la Presidencia de la República, Angie Lizeth Rodríguez Fajardo, consejero Comisionado de Paz; José Otty Patiño Hormaza, gobernador del departamento de Nariño, Luis Alfonso Escobar Jaramillo, alcalde del municipio de San Juan de Pasto, Nicolás Martín Toro Muñoz, coordinador del Gobierno nacional para los Diálogos de Paz con Comuneros del Sur, Carlos Erazo, que debo decir fue mi comandante directo en las montañas del Tolima, él me llamaba Gabriel por Gabriel García Márquez. Se sorprendió cuando se enteró que a mí me decían en casi todo el M19, Aureliano, que también era de Gabriel García Márquez.

Carlos pues ha tenido una vida personal después de dejar las armas, difícil como la de todos nosotros. No tuvo mucho éxito en las justas electorales del Tolima. Nuestra compañía se llamaba Compañía Jorge Eliécer Gaitán y me siento orgulloso de haber levantado la bandera de Gaitán en el Tolima y después se fue para Noruega, lejos.

Noruega siempre me ha interesado muchísimo porque siempre he pensado que en ese norte sueco y noruego llegando al Polo Norte, frío que hace, encontré unos exiliados colombianos de Sucre, campesinos que la justicia los había perseguido señalándolos de ser autores de un secuestro de una señora Gloria Lara. Me refería a esto hace poco y era una mentira, un infundio construido para atacar a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Córdoba y Sucre.

En eso, por esas razones, murió mi amigo más entrañable, Hernán Lora, y allá los encontré bajo la nieve, ocho horas en tren desde Estocolmo y allí hablamos mucho. No sé dónde están. Eran los hermanos Rivera. Me llamaban así o se llaman y allá yo pensaba que esos pueblos rubios de ojos azules, bastante altos los hombres y hermosas las mujeres eran una especie de guardianes del planeta en los confines de la tierra en el norte.

Por la falta de comida, solo había pesca y eran pescadores. No había mucha tierra fértil. Se convirtieron en unos guerreros tremendos por su altura y su corpulencia, saqueaban las ciudades de la Europa cristiana. Ellos eran paganos, casi que murieron por cuando dejaron de ser paganos y conquistaron los mares de tal manera que, dicen algunas teorías fueron los primeros europeos en llegar a América por la isla de Terranova, así conocían el mar, mirando las estrellas y esos guerreros hicieron la paz.

Y hoy que los descendientes de los vikingos son los suecos, los noruegos, los daneses y parte de los ingleses, y parte de la construcción del pueblo de los Estados Unidos tiene que ver con ese pueblo. Nos enseñaron cómo los guerreros pueden convertirse en agricultores, en constructores de civilización, en marineros por todos los mares de la Tierra.

Noruega en la construcción de paz de Colombia


¿Cómo pueden dejar las armas y convertirse en el hombre de paz de tal manera que casi nunca hemos visto a Noruega o a los suecos metidos en invasiones? Los noruegos se levantaron en armas cuando los nazis lo invadieron y ahí hay una de las batallas más famosas en uno de esos pueblos y ahora son y nos ayudan a construir la paz de Colombia.

Suecos y noruegos, sobre todo los noruegos. Y son los vikingos de antes, como esos guerreros inmensos y victoriosos, podrían hoy llegar a Colombia, ayudarnos a hacer la paz entre nosotros. Y allá donde usted vivió, hay que decirlo, porque tienen unos sabios los vikingos que hablaban con la naturaleza y los espíritus de las selvas de ellos, que eran más bien, como se llamaban los bosques de pino y no había más que pino, y se volvieron grandes leñadores y conquistaron el arte de la madera a jinete.

Eran de aquellos que en las manadas de caballos, de potrancos y potrancas que no conocen el territorio y se lanzan a la carrera, a veces en esos fiordos (estrecha entrada costera de mar formada por la inundación de un valle excavado o parcialmente tallado por acción de glaciares) de Noruega, donde si uno da el paso, cae 100 metros abajo y se mata contra el mar, los fiordos, pues los potrancos y potrancas como manadas llegaban a la carrera y de pronto veían un caballo al frente que cerraba el paso y en vez de abalanzarse sobre el caballo, torcían la dirección de la manada y la manada no caía en el abismo y se salvaba como especie el caballo y la yegua, que son tan hermosos.

Los vikingos supieron de eso y entonces sabían ponerse con su caballo. Alguno. El líder, el verdadero guerrero para impedir que los vikingos a caballo y los caballos y las yeguas se cayeran al abismo. A veces pienso que la sociedad colombiana necesita de esos jinetes porque varias veces nos hemos destrozado en el abismo.

Y ahora no solo la sociedad colombiana, sino la humanidad entera, porque ya nos estamos asomando al abismo y necesitamos los jinetes, los caballos y las yeguas que se sepan parar sin miedo a que la manada los destroce diciendo que hay que cambiar el camino, porque si no caemos al abismo.

Los noruegos nos enseñaron eso allá en esta tierra, y usted convivió con ellos y ellos nos acompañan hoy, tratando de hacer la paz, es decir, tratando que Colombia, el país de la belleza, el corazón del mundo, no caiga en el abismo porque si Colombia se cae por el abismo, toda la humanidad caerá también y ahí nuestra responsabilidad con la vida y con la paz.

Bueno, yo iba donde, miembro representante de Comuneros del Sur, Roger Garzón. Mencioné a José Otty Patiño, que también, no directamente, pero indirectamente, pues comandante del M19, constructor de la Paz de Bateman (Jaime Bateman, fundador del M19), decía él.

Personajes en busca de la paz


Me contaron que lo consideraba a usted como una esmeralda en bruto y que faltaba era la talla. Tallarlo. Espero que este proceso lo esté tallando, porque ahora sí que lo necesitamos.  

Y Comuneros del Sur me dice, Otty (José Otty Patiño Hormaza, consejero Comisionado de Paz), porque es que ahí tienen un nombre parecido al nuestro, porque nosotros bueno, yo no estaba ahí porque era un niño, pero digo nosotros porque esa es una historia de un nosotros, construir en nosotros lo decía en un consejo, es supremamente importante porque ese nosotros se llamó antes de llamarse Movimiento 19 de Abril, solo en su vertiente de izquierda, que venía de las Farc y de las montañas con las Farc de ese entonces.

Había otra vertiente que era los congresistas y militantes urbanos y obreros, la mayoría del de La Anapo (fue un partido político que intentó romper la estructura bipartidista), porque le habían robado las elecciones un 19 de abril de 1970, esas dos corrientes se juntaron y fundaron en 1974 el Movimiento 19 de Abril, del que yo durante 16 años, hasta que se acabó, que no se ha acabado aún. Es un espíritu. Hice parte.

¿No se llamaban los de la vertiente que salía de las Farc y las Farc? Quería fusilar a varios, incluido Jaime Bateman (fundador del M-19) y a Carlos Pizarro (cofundador del M-19), y a otros. Se llamó Comuneros. Ese quizás iba a ser el nombre. Lo cambiamos porque llegaba la gente, La Anapo (fue un partido político que intentó romper la estructura bipartidista) y entonces al pueblo que mayoritariamente en ese momento era La Anapo (fue un partido político que intentó romper la estructura bipartidista), le interesaba reivindicar su triunfo, su victoria, que fue burlada por la oligarquía colombiana.

Y yo creo que ahí comenzó nuestra guerra de nuevo. No había acabado de apagarse y de nuevo se prendió los 100 años de soledad de Colombia que aún no terminan y que espero que en Nariño, con los vientos del sur, sea este acto el comienzo del fin de los 100 años de soledad y de los Aureliano que aprendieron a irse a las armas antes que quedarse con la mujer amada.

A ver dónde iba. Esto se lo dedico a Roger Garzón, que viene precisamente de comuneros del Sur, embajadoras, embajadores, jefes de misiones diplomáticas y representantes de los organismos internacionales acreditados en Colombia, ministras, ministros, directoras, directores y funcionarios del Gobierno nacional, altos mandos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, de los que espero el mayor aprendizaje no solo sobre las artes de la guerra, que hay que hacerlo.

Hemos hablado de la necesidad de las matemáticas, si no de las artes de la paz. Porque hablando de La Anapo (fue un partido político que intentó romper la estructura bipartidista), su candidato presidencial, el general Gustavo Rojas Pinilla, siendo general y presidente de Colombia, porque el Partido Conservador, usted lo vivió en su lucha interna, porque un grupo conservador quería tumbar al otro grupo conservador. Un grupo conservador era fascista.

Y entonces el general entró a ser presidente por solicitud de uno de sus grupos que abandonó la presidencia. Pero él, en lugar de hacerle caso al Partido Conservador, que lo puso al Partido Conservador, que quería el fascismo para Colombia, se colocó y yo creo que con una gran altura, a pesar de las críticas que se puedan hacer de él como un constructor de paz.

Y dio un mensaje que hay que recuperar. La familia de Gustavo Rojas Pinilla no me quiere mucho porque yo denuncié la corrupción de sus herederos, pero el general supo poner en Bogotá y en muchas regiones del país lo que Colombia necesitaba y trajo la televisión, trajo la avenida 26 que a mí me tocó inaugurar de nuevo y lo recordé cuando era como una trinchera de gasa por la corrupción.

Trajo innumerables obras que anunciaban un futuro. Hoy ya no son del caso, pero en su momento sí que lo eran. Y esa intención ingenieril de desarrollar bajo bases nacionalistas y ese amor, porque los colombianos no se mataron entre sí en aquella época, liberales y conservadores por un color se mataban. Pues esta lección la enseñó un general del Ejército de Colombia y después de décadas de guerras, cuando incluso nosotros mismos, los antiguos comuneros llamados de otra manera, decidimos que la guerra contra los jóvenes soldados pobres no era lo que podía cambiar a Colombia, porque no era sino una guerra entre pobres.

Mientras la oligarquía se reía en sus embajadas y palacios, pues decidimos hacer antes que la paz en Colombia, la tregua con el Ejército Nacional. Esta me la pillé porque estuve en el campamento como un mes, dos meses en el páramo de las Moras y aún armados y con frío alrededor de las hogueras, decidimos que de nuevo, después del 84 era 1989 no recuerdo bien a principios, se levantará de nuevo la idea de la paz que había propuesto Jaime Bateman, el fundador del M-19 y comunero, y que no volvimos realidad en 1984.

Y creo que ese fue el gran error político del movimiento, sino cinco años después, en 1989, corrida mucha sangre de nosotros y de otros. Esa lección, tanto del general como de nosotros, debe ser estudiada hoy, hace 30 y pico de años y la del general mucho tiempo atrás porque no se puede hacer la paz de hoy con la paz de ayer, porque el conflicto armado ha cambiado sustancialmente y ahora hablaré de eso.

Senador de la República, Carlos Benavides Mora, presidente pero yo no sé,  presidente del Polo. ¿Cierto? representantes a la Cámara, Erick Velasco Burbano, aquí presente, aquí no me pusieron al concejal. Concejal de Pasto ¿cómo es el nombre completo hermano? Anderson Martínez, que es de las nuevas generaciones.

Una de las cosas que este gobierno tiene que hacer es, cómo hacían los griegos, entregar el testimonio, las olimpiadas de los griegos de una carrera de postas que se inventaron ellos, como eso es por pedazos y con corredores distintos. El que llegaba a una posta, le entregaba al que sigue el testimonio.

La juventud, esperanza de nuevos gobiernos en Colombia


Y el progresismo colombiano tiene que entender que nosotros, me incluyo, Ya llegamos a un final. Yo, la verdad, no creí que llegaría esta edad. Mis amigos no llegaron y tengo que confesar que no estoy muy adaptado a la idea de ser viejo. Me falta, pero es necesario entregar el testimonio y tiene que ser en este gobierno, porque es la juventud de Colombia de hoy la que tiene que recibir el testimonio y hacerlo mejor que nosotros.

Son los que tienen que gobernar a Colombia en los años venideros. Ojalá el próximo gobierno progresista de Colombia, porque esta paz solo se cimenta para en el próximo gobierno, entienda a cabalidad que los que vivimos la guerra, y la paz, y la resistencia, y los cambios porque nos tocó hacer la Constitución del 91 más a Otty (José Otty Patiño Hormaza, consejero Comisionado de Paz) que a mí y derogar la Constitución de 1886, porque fuimos nosotros.

No lo pudo hacer Rafael Uribe Uribe y estuvo en Bocas del Toro, donde comenzó con sus hombres que venían de toda Latinoamérica y allá están enterrados, cuando Bocas del Toro era la frontera norte de la República de Colombia. Está ligada esa historia, porque si los hombres eran todos hombres, machismo 20 en total, entre ellos el general del Ejército mexicano en Texas, tomada por los Estados Unidos y nunca abandonó a Texas.

No se consideró nunca guerrillero porque era el general del ejército de su tierra, Texas, pues volvió a aparecer en la República de Colombia al mando de los hombres de Bocas del Toro. Están enterrados allí. Un gringo norteamericano puso una cosa muy bella y es que creyó que ahí podía ser enterrado, viven en bocas del toro y puso una mesa, esas de una silla, de esas de parque frente al mar.

Pero no era para él, porque ya muerto era para su amor de hoy, para la panameña ella para que se sentara mirando al mar y se sintiera acompañado por él. Quién sabe si la panameña lo haga o encontrara otro amor. Eso nunca se sabe, pero bonito del norteamericano en un sitio donde él no lo sabía, estaba enterrado en fosa común Catarino Garzas (fue periodista y revolucionario mexicano), jamaiquinos nicaragüenses, cubanos de Maceo (Antonio Maceo fue uno de los líderes cubanos que rechazó la firma del Pacto del Zanjón) luchando por la independencia de Cuba y nosotros ecuatorianos y nosotros, el señor Pereira y otros.

Si ellos hubieran ganado y tomado el cuartel de ese entonces del Partido Conservador gobernante, Panamá no se hubiera separado y hubiera una revolución liberal en Colombia, Venezuela, Ecuador y la Gran Colombia, hubiera sido posible de nuevo, ese fue el costo de esa derrota.

Pero todos sabemos que, hacer los cambios del mundo implica victorias y derrotas y que en eso se puede morir. Luego, ahora que no caímos y estamos vivos y gobernamos a Colombia, tenemos que entregarle el testimonio a la juventud de hoy para que siga con las transformaciones de Colombia y de América Latina.

Alcaldesas, alcaldes, concejales, gabinete departamental y municipales que nos acompañan hoy deberían estar todos sin exclusión, todas y todos los congresistas de Nariño. Pero que haya sido un error de nosotros.

Junta de Acción Comunal, el grupo artístico Fundación Cultural Indoamericanto y su coordinador, Manuel Zavala, medios de comunicación presentes y en general a todas y todos quienes nos acompañan en el día de hoy.

Hay muchas cosas muy importantes para hablar, pero no ser largo en el discurso. Aquí tengo, intento seguir este guion que me he construido, pero indudablemente hay que hablar de temas que no solo tienen que ver con Nariño y con este acuerdo que firmamos y recibimos de paz, sino que cosas que pasan en el mundo y en Colombia, pero que tienen que ver con Nariño y con este acuerdo de paz.

La prensa titula en redes las palabras de la señora. Noem, (Kristi Noem, Secretaria de Seguridad de Estados Unidos), hablando a una entrevista que dio sobre la reunión que tuvo conmigo.

Yo he tratado de que se comuniquen con ella para saber, porque puede ser un error de los periodistas, suele ocurrir o del traductor, porque confieso que no aprendí inglés y ese fue un error mío, de mi vida personal, porque debí haberlo aprendido, en mi colegio público no me lo enseñaban bien.

Los colegios públicos deben enseñar bien el inglés y de joven estuve con Otty (José Otty Patiño Hormaza, consejero Comisionado de Paz) en las ciudades y montañas en la clandestinidad y con Carlos (Carlos Erazo, coordinador del Gobierno nacional para los Diálogos de Paz con Comuneros del Sur), y ahí no se enseñaba inglés.

Y ya más viejo, pues loro viejo no aprende a hablar. Y me dediqué fue aprender el francés porque eran los escritores, y filósofos, y revolucionarios y yo quería, como Antonio Nariño (fue un político y militar colombiano que participó en las labores de la independencia del Virreinato de la Nueva Granada),  leer del francés las nuevas tesis.

Pero las nuevas tesis revolucionarias ya no están en Francia, ya no están en Europa. Europa envejece y los que van los vamos volviendo viejos. Nos llenamos de mañas y de ideas viejas y nostalgias. Y las revoluciones, no quiero excluirlos. También habrá las que hacen los jóvenes. Por las ideas nuevas. Y entonces Latinoamérica hoy es mirada desde Europa, porque allá no se sienten capaces y sus mayorías electorales votan por el fascismo. Pero en América Latina se vota por el progresismo y parece ser el último lugar del mundo convocado a la muerte general.

La crisis climática es eso y todos sabemos cómo frenar la muerte general, deteniendo el consumo del petróleo y el carbón. Pero la codicia que se centra en las ganancias que se hacen alrededor del petróleo y el carbón está impidiendo a la humanidad tomar el paso que implica no caerse como manada de potrancos y potrancas en el abismo y faltan los caballos y las y los jinetes. Espero ser uno de ellos después de que me vaya de aquí. Pero eso intentado.

Y entonces, en esta conversación con la señora Noem, (Kristi Noem, Secretaria de Seguridad de Estados Unidos), parece que ella, según ella, en la conversación que ha tenido la canciller Laura (Laura Sarabia, Canciller de Colombia), no entendió exactamente lo que yo estaba diciendo. Suele suceder por no aprender los idiomas y yo, como no hablo inglés, error mío. Lo leo ahí, medio, medio. Leí a Walt Whitman en inglés y ese sí es un poeta.

Ojalá norteamericanos y norteamericanas jóvenes leyeran más a Walt Whitman (poeta norteamericano), porque ese se parece a nosotros y tenemos que aprender cómo somos unos y otros, porque por miles de años vamos a vivir en este continente.

Ni ellos se van a ir ni nosotros nos vamos a ir. Y es altamente probable, así no lo quieran algunos muy blancos, rubios y ojos azules que terminemos funcionándonos con las mismas sangres y entonces tenemos que aprender a conocernos, porque quizás no hemos sido hermanos, solo somos primos, pero podemos ser cuñados y cuñadas, suegros y suegros y tener hijos unos y otros y tenemos que aprender a cómo somos.  

Nosotros tenemos de la sangre de las tribus indígenas americanas que llegaban aquí, porque también aquí tenemos indígenas americanos. América va desde el norte de Alaska hasta el sur de la Patagonia. Somos América. De pronto los americanos del sur decidamos llamarnos Amazonía, que suena bonito. América es un nombre latino. Amazonía es un nombre griego, pero lo valioso más valioso es que el pueblo latinoamericano pueda cuidar la selva amazónica, porque solo así se salva la humanidad de caer en el abismo y esa es nuestra gran responsabilidad histórica. En primer lugar.

Entonces es clave, porque pedí que se publicara la grabación de la reunión y nadie grabó ingenuidad. Nosotros en los graban y harto y a todos en todos los momentos, porque el mismo director, bueno llegó un señor muy importante en los Estados Unidos del gobierno Biden (Joe Biden expresidente de los Estados Unidos, me pidió reserva de algunas cosas que yo cumplí, porque yo cumplo mi palabra.

Estados Unidos trajo el software Pegasus a Colombia


Y esto tiene que ver con la conversación con la señora Kristi, (Kristi Noem, Secretaria de Seguridad de Estados Unidos), me dirán. Y me confesó que eran los Estados Unidos los que habían pagado y traído el software Pegasus.

Ellos quizás no hayan roto normas de sus leyes. No tengo ni idea. Pero sí rompieron las leyes colombianas y los ayudaron oficiales de la Fuerza Pública de Colombia, de la Policía Nacional. Y eso no puede ser, porque la Fuerza Pública de Colombia está al servicio de la Constitución, no contra la Constitución.

Y no existe la investigación penal que individualiza, qué oficiales, empezando por el director nacional de la Policía de ese entonces, no sabemos si con ayuda del gobierno civil o no dejó eso, no lo sabemos.

Se tomó una decisión contra la Constitución de Colombia, que fue aceptar el que ciudadanos fueran interferidos. Sin orden judicial. No sabemos cuáles el norteamericano que dijo que eran narcotraficantes, apenas espero que sea así y espero que no se hayan cometido con ese software crímenes internacionales.

Porque Colombia no se hizo para cometer crímenes contra la humanidad, ni dentro de sus fronteras, ni fuera de sus fronteras, porque Bolívar nos enseñó y antes otros como Benkos Biohó (fue un líder que comandó una rebelión de esclavos cimarrones en el Nuevo Reino de Granada)  y los comuneros precisamente los comuneros del sur de Santander, nos enseñaron que nuestra bandera se llama libertad y  los criminales internacionales son esclavistas.

Compra de aviones a Suecia


Yo no sé si mi decisión de comprar los aviones de guerra a Suecia tenga que ver con estas últimas palabras que no son ciertas de la señora Secretaria de Seguridad. Allá le dicen, cómo es, Kristi (Kristi Noem, Secretaria de Seguridad de Estados Unidos), allá le dicen secretario a quienes, como aquí, aquí le decimos ministros, ministras. No es cualquier persona, es la ministra de Seguridad de Estados Unidos y le habla al oído a Trump (Donald Trump, presidente de los Estados Unidos).

No como los uribistas ricos de Miami, que también los uribistas gringos de Miami le echan solo mentiras, no que aquí Petro es despreciado. Las manifestaciones últimas demostraron dónde está el pueblo.

Y no es. Y no es para amenazar. Yo no amenazo. Trato de decir la verdad. Tampoco soy infalible. No es para jactarme. No me gusta la vanidad y no me siento mesiánico como me critican. No soy el salvador. El salvador de Colombia es el pueblo de Colombia, no una persona específica.

Y hay sectores de la sociedad colombiana que indudablemente no están conmigo ni con el progresismo, porque lamentablemente durante estas décadas se han construido sectores que aman la muerte y no la vida, a pesar de estar en el país de la vida.

No quieren esta paz, les parece que es una rendición, les parece que es arrodillarnos, Les parece que era mejor los tiempos en donde seguridad se llenaba con la palabra muerte y se contaba por muertos como aquellos gobernantes que recibían las orejas y los dedos de los liberales que asesinaban y creyeron que así se construía la paz y la democracia, como se les ocurre, bestias.

No, la paz y la seguridad se construyen con gente viva. Cada muerto que cae y todos los días un soldado por ahí, un oficial con francotiradores de los mismos que habían contratado para matarme como presidente de Colombia o uno de ellos de las bandas del narcotráfico, acaba de caer, uno que le dicen Chirimoya, quinto del 'Clan del Golfo'.

A mí no me alegra porque esas son derrotas de Colombia. No es el triunfo de uno del otro. Cada vez que cae por violencia a un colombiano, una colombiana, civil o militar o de otro uniforme del narcotráfico, cae Colombia, porque Colombia tiene que ser el país de la vida, no el país de la muerte.

No sé, si por comprar las armas, que no me gusta comprar armas porque yo las dejé hace 34 años. No porto ninguna ni en mi casa. A veces pienso que es necesario, pero trato de cumplir mi palabra. Sin embargo, vivo rodeado de hombres armados, 200 a estas alturas, nunca vi tantos en el M19 juntos y no me gusta comprar las armas, por eso mismo, pero sé que sería una ingenuidad.

Las ideas del M-19 siguen vivas


Antonio Navarro (Antonio Navarro, ingeniero, político, fue militante del M-19), que era a la muerte de Pizarro (Carlos Pizarro, cofundador del M-19), el comandante del M-19, y después presidente de la Constituyente que derogó la Constitución de 1886, nariñense o por lo menos gobernante nariñense.

La gente aquí lo quiere mucho, se preguntaba, ¿y es bueno comprar armas? Pues él debería saberlo más que yo, porque él fue el constructor con otros y otras de una estrategia político militar.

Y yo le he dicho a mi gobierno nosotros estamos aún hoy en una estrategia político militar que hacemos de la fuerza Pública, del Ejército de la Constitución y tratamos de hacer de la Policía Nacional, la Policía de los Derechos y Libertades que están consagrados en la Constitución del 91, que derogó la Constitución del 86.

Ese es nuestro acuerdo de paz. Por ahí andaban diciendo que uno podía sacar la bandera del M19. Entonces qué acuerdo de paz firmamos nosotros. Si es que las ideas siguen vivas. Nosotros no dejamos las ideas, cuando,  eso no está escrito en el acuerdo de paz nuestro, que además no se escribió porque lo derogaron en el Congreso de la República, era un referendo.

Sirve hoy de prueba para los días de hoy. Fueron tres párrafos los que se firmó con el presidente Virgilio Barco en la Casa de Nariño y Carlos Pizarro (cofundador del M-19) con su sombrero, que ahora dicen que no puede estar en esa misma Casa de Nariño. ¿Entonces, por qué no le dijeron al principio que no podía entrar?

Para que ahora vengan a decir que el sombrero no puede entrar, el sombrero de la paz, no quieren que entre a la Casa de Nariño y se quede ahí. Ese no es la bobina de la guerra, es el sombrero de la paz que entró a la Casa de Nariño a firmar el único acuerdo de paz con el M-19 y firmó el presidente de la República y el comandante general Carlos Pizarro (cofundador del M-19), que después asesinaron.

Ahí no dice que dejamos de usar nuestras ideas, nosotros las transformamos sin cambiar sus fundamentos, porque las ideas sin cambiar, los tótems, como decía Freud (Sigmund Freud, médico neurólogo, una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX), los tótems que guía a la humanidad.

Cambiamos ideas porque el mundo va cambiando y nosotros, con nuestro cerebro, nuestras ideas y nuestros músculos, no somos, sino parte de un fluir como los ríos, que es un fluir del universo, el que no fluye queda como una piedra y lo destruye el agua, porque el agua destruye las piedras.

Nosotros somos agua, eso ya no se reconoce, pero la dialéctica sí, somos dialécticos. El pensamiento fluye, no para romper los tótems de nuestros ancestros y de nosotros mismos, sino para fluir con el agua y cambiar el mundo. El Consejo de Estado, hay que reconocerlo, no sé qué magistrados cambian, piensan distinto unos de otros, le dijo al país. La bandera del M19 se puede usar porque es legal y porque representa no solo una rebelión sino una esperanza de revolución.Y Bateman (Jaime Bateman, fundador del M-19), dijo así quede uno del M19, habrá esperanza. Y yo tengo que decir que este gobierno lo que ha hecho es crecer la esperanza en la sociedad colombiana y la esperanza es la que hace las revoluciones, la esperanza es la que nos hace a nosotros, la esperanza es la que nos hace vivir hasta el último momento y arañar.

Me enseñaron eso ahí en el M (M-19). Hasta el último segundo. Resiste, compañero, no eches para atrás, así el segundo que venga sea el de la muerte.

Separado de la norteamericana que me gustó, linda es, y cuando sonríe una mujer en una foto, creo que uno la hizo sonreír, cuando uno sonríe en una foto porque ella lo hizo sonreír a uno. No me gusta sonreír de mentiras. Sé que eso se usa en la diplomacia internacional, porque ella apareció en la foto que se tomó conmigo. Ella alta, yo bajito, sonrientes y yo sonreí porque fui franco.

La diplomacia de la oligarquía santafereña es de mentiras, es de arrodillados. Pega la puñalada trapera. Varias me han pegado, Ángela, que se reúne conmigo después de una campaña mágica, te dije, recibió una puñalada trapera. Y yo también. Y sabemos de quién. Pero que no le dé la puñalada trapera a Colombia, porque eso sí sería terrible. Yo llevo como siete de ella, pero así es la vida, entonces hay que aprender. La señora dice que así me entendió y yo le creo y entonces hay que poner las palabras sobre el lugar y ojalá me traduzcan bien, si alguien va a traducirme al inglés, que no sé hablar.

Aclaración encuentro con Kristi Noem, Secretaria de Seguridad de los Estados Unidos


Soy franco. No es cierto que duré 30 minutos hablando contra Trump, solo contesté las preguntas que ella me dijo sobre lo que pensaba yo del tren de Aragua o del bloqueo y dije lo que pensaba y sigo pensando. No digo mentiras. Y hablamos de esos temas que tienen que ver con nosotros, no con los temas de los Estados Unidos, que respeto.

Migración con derechos


Trump ha sido elegido por el pueblo norteamericano por unas querencias que tienen allá o unas carencias también. Y ese no es el problema del presidente de Colombia. El problema del presidente de Colombia es, si tiene que ver con nosotros, las y los colombianos e indudablemente temas como migración. ¿Cuántos colombianos están en los Estados Unidos que allá consideran criminales, pero nosotros no?

El presidente de Colombia no considera criminal a ningún latinoamericano o miembro de la humanidad que esté en los Estados Unidos, porque es un ser humano y así se lo dijo a Macron (Emmanuel Macron, presidente de Francia) y al presidente Sánchez (Pedro Sánchez, presidente de España), que ha sido muy avanzado en este tema, o a la reina de Suecia (Silvia de Suecia, reina de Suecia), o al rey de Bélgica (Felipe de Bélgica, rey de Bélgica), o a la señora presidenta de Italia (Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia), de donde viene mi familia antes de ser Italia y con la cual nunca he conversado.

Ningún migrantes es criminal, a menos que cometa un crimen real en la sociedad norteamericana o de cualquier lugar, incluida Colombia, es, por definición, un ser humano. Punto. Y eso le expresé a la señora porque tiene que ver con millones de colombianos, la mayoría que están en Venezuela y otros en los Estados Unidos y otros en España y en todas partes.

Me encuentro colombianos y cuando me saludan y me abrazan porque ninguno me ha dicho una grosería nunca en ninguna calle de las ciudades que he visitado, puedo yo mirarlo a la cara como si se tratara de un criminal, lo miro como un compatriota que ha buscado otro camino y que tiene toda la legitimidad y la libertad de buscarlo.

Y no me gustan que cuando regresan a la fuerza. No critico que ese país admita o no admita que se le dé la gana porque es el país de ellos. Lo que sí no admito es que lleguen encadenados a su tierra porque no son criminales. Lo que sí no admito es que los metan a las cárceles terribles de El Salvador, donde no sé cuántos jóvenes han pasado y no sé cuántos criminales de verdad y cuántos no, ya El Salvador salvará, sabrá eso de su historia después que supo hacer una paz, después que hizo la paz el M19.

Por eso Ortega (Daniel Ortega, presidente de Nicaragua),no nos quiere, porque dice que hicimos perder la revolución centroamericana, pero yo creo que la revolución centroamericana está por hacerse y pasa porque la más profunda democracia también habite en Panamá y ojalá podamos hacer una confederación con Panamá, y con Venezuela y con Ecuador. Y ojalá entrase Haití, República Dominicana, que alzó la bandera gran colombiana. Ojalá nos pudiéramos unir otra vez.

Pensaba en Bocas del Toro. Yo no sé si como una nación ya ha corrido el tiempo y el agua fluye, sino como una confederación en donde nos quisiéramos como hermanos de verdad y no solo en los discursos. Los latinoamericanos echamos mucho discurso, mucho tilín, tilín y nada de paletas.

Entonces yo compré los aviones suecos por uno, están dentro de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). No me salgo. No estoy muy seguro de hacer parte de un bloque militar petrolero como el de Putin (Vladímir Putin).

En China indudablemente crece una potencia mundial por los aranceles que se han puesto y tiene el derecho de ponerlos en Estados Unidos No nos fue mal.

Aranceles de Estados Unidos


En economía me enseñaron que los precios en la economía no son absolutos, sino relativos, y con ese arancel los precios relativos de los productos latinoamericanos ganan respecto al resto del mundo. Pero no soy ingenuo en el corto plazo. La política de Trump, si no baja la tasa de interés en los Estados Unidos y también es de su soberanía, puede acarrear una enorme depresión mundial del capitalismo y eso sí va a perjudicar a América Latina y a Colombia.

Y hay que decirlo porque nos perjudicaría a nosotros. Si al lado de su política de aranceles, que es de ellos ilegítima, es legítima, no hace caer la tasa de interés en dólares, que no es solo de ellos, sino que es del mundo.

Como tengo esa inseguridad, yo creo más en un bloque militar latinoamericano, dicen. La izquierda no lo reconocía, que la última trinchera es la familia. Por eso lo primero que atacan es la familia. No me referiré a eso en otra oportunidad. Sí, la última trinchera, la familia, La trinchera de un latinoamericano es Latinoamérica. Y no son los bloques enemigos del mundo o rivales, no creo ya en la palabra enemigo.

Están peleando por mercados como en 1914 y como en 1939, por mercados por codicias. China les ganó en el libre mercado. No sé si China se pueda llamar socialista o no, buena discusión, que no es la de esta conferencia. Y Estados Unidos perdió ahí porque desincentiva el conocimiento. Bueno, no lo voy a criticar.

La película de Oppenheimer nos enseña que Hitler (Adolfo Hitler, dictador alemán), perdió la guerra por sacar a los judíos que eran los más inteligentes de Alemania y del mundo, porque no solo eran judíos, sino comunistas. Y perdió la guerra por eso, porque los cerebros son iguales y ser negros y latinos y europeos y sectas y áticos, si se es hombre o mujer, o se es irlandés, o se es norteamericano.

Cuando excluyen los cerebros empiezas a perder. Porque el gran arma del ser humano no es el fusil ni la bomba atómica, es el cerebro y el corazón.

Por eso escogí a Suecia, porque Brasil tiene esta arma. Brasil ha sido mi aliado y tenemos con Brasil que cuidar la selva amazónica, porque si no, no cuidamos la humanidad y la manada se espanta. Despotrica frente al abismo y Lula (Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil), y yo tenemos esa responsabilidad. En primer lugar. Y por eso tenemos que modificar nuestra fuerza pública, porque nuestra fuerza pública latinoamericana debe tener como misión principal cuidar la vida y la vida comienza por la selva amazónica.

Si se quema, no habrá humanidad y se está quemando. No sé si ese sea el problema de la interpretación. La migración de América Latina hacia Estados Unidos tiene unas causas y me preguntó que pensaba y le contesté no, es que hay una raza superior y otra inferior, no es que la raza aria superior y las razas no existen razas en la humanidad.

Son culturas diferentes, son vidas e historias diferentes. Son geografías diferentes. El color de la piel depende del sol, no de la raza. Depende del medio ambiente.

Eso debería aprenderse. Hitler (Adolfo Hitler, dictador alemán), lo enseñó con su propio suicidio. Estaba equivocado y mató 50 millones de europeos en el intento. Luego no hay raza superior. Si en América queremos entenderlo. Y entiendo América. Como desde Alaska hasta la Patagonia. Somos iguales entre nosotros. Cuando la señora Noem (Kristi Noem, Secretaria de Seguridad de Estados Unidos), llegó a mi oficina, la consideré igual y no superior. ¿Y si alguna vez habla conmigo que quién sabe?

La señora Noé me dijo que si quería hablar por teléfono y hay cosas que no se hablan por teléfono, me enseñó el programa Pegasus, y otras cosas antes, pues este es tú a tú, no porque yo quiera imponerle mis ideas, pero tampoco al revés. Porque el diálogo entre americanos y lo somos Trump y yo y todos los que habitamos aquí es entre iguales. Nos lo enseñó Bolívar a nosotros y se los enseñó Washington y Hamilton y Madison a ellos, porque tenemos las mismas ideas en el nacimiento de nuestras repúblicas, que no son monarquías.

Ellos y nosotros aprendimos que el rey no es soberano. Aprendimos que no nos arrodillamos, sino que hablamos con el corazón y con la razón, que la razón es el fundamento de la democracia. Y entonces hablamos entre iguales, porque si no, no sería la libertad. América es la tierra de la libertad y ondea la bandera en el norte, en el centro y en el sur de América.

América debe ser grande si, si sabemos unidos cuidar a la humanidad y la vida. Y no la destruimos. La migración tiene como causa que América Latina la han vuelto pobre porque no es pobre. Tiene la mayor riqueza, se lo dije a Noem. Tiene las energías y el potencial de las energías limpias y le puse los números. Si todo ese potencial se desarrollara y se llevara en cables eléctricos y por eso es importante la Unión de Panamá y Colombia, en ese proyecto se limpia toda la matriz de energías fósiles de los Estados Unidos y aportamos a la mitad de la solución de la crisis climática. Y podemos decir con hidalguía “americanos salvamos la humanidad".

Y si China se va por delante, pues bienvenida, porque si es capaz de descarbonizar su economía será la primera potencia mundial, no solo económica, sino cultural y política de la humanidad, y lo que tiene que hacerse en el norte, si quieren que no sea así, no es hacer una guerra con China, es hablar y dialogar. Y América Latina tiene que hacerlo solo. Se necesita hablar de cuándo, en cuándo.

Si se hiciera no habría migración de América, porque aquí se mantendría la agua, porque se estaba acabando la crisis climática, es decir, por la riqueza del norte, consumiendo petróleo, carbón y aquí entonces estaría la selva amazónica. Y aquí hablamos verdad, con Colombia, no porque el que quiera dejar la belleza de su país, sino porque no tiene con qué vivir y sobrevivir en este país.

Desbloquear a Ven​​ezuela y Cuba

Por eso es un error y se lo dije a la señora Noemí bloquear a Venezuela. La Colombia ha sufrido como nadie. O no fueron los millones de venezolanos los que pasaron y aún se quedan por aquí. Y no podemos tratar a los venezolanos como no queremos que traten a los colombianos en Estados Unidos, o en España o en Venezuela, que hay millones. Somos hermanos.

Y le dije a la señora Noem 'si hubiese desbloqueo en Venezuela no habría la migración del Darién'. ¿Por qué quieren volverlo a hacer? Es un error, le dije a la señora Noem. Cuando abrí las relaciones diplomáticas con Venezuela, cesó la entrada de venezolanos a Colombia. Solo había que hacer eso, portarnos como hermanos, porque los pueblos no tienen que sufrir lo que hacen sus Gobiernos son pueblos hermanos y entre Venezuela y Colombia sí que nuestros pueblos son hermanos, como entre colombianos y panameños, como entre colombianos y ecuatorianos, como entre colombianos y antillanos. Somos los mismos.

Nadie nos puede dividir artificialmente. Yo no reconocí el Gobierno de Maduro y no lo reconozco, pero creo que la solución no es bloquear más a Cuba y a Venezuela. Están mandando al hambre a los pueblos y los pueblos no se dejan morir de hambre. Entonces no esperen que cese la migración. Si lo que hacen es el bloqueo, quiten el bloqueo y no habrá migración por ahora y ayúdennos conjuntamente.

Hagámoslo a solucionar la crisis climática y no habrá migración del sur hacia el norte. Esto fue lo que digo. Dije eso no es una crítica a Trump, son mis ideas y están fundadas por muchas razones de la ciencia, incluido de científicos de los Estados Unidos. Así, varios allá no les crean.

Y dice la prensa, y finalizo este tema, no sé si es invento del periodista o no, porque suele suceder también, criticaría sin justicia que defendí al Tren de Aragua. ¿Cuándo yo que tengo que ver con el Tren de Aragua para defenderlo?, ¿de dónde sacó en su cabeza o qué palabra usó en inglés el traductor para entender que estoy defendiendo el Tren de Aragua?

Me preguntó qué piensa del Tren de Aragua y dije la verdad: hemos tenido una experiencia en Colombia, no sé si se está comportando así en Venezuela o allá en los Estados Unidos, pero en Colombia son unos jóvenes excluidos por la migración forzada, porque vivían bien en Venezuela los jóvenes veían su televisión, su béisbol, tenían con qué pagarle la cerveza a la novia y se vestían como se visten los Miami y se iban todos los domingos a comprar en Miami, junto a la casa de Trump.

Y de pronto, como solo vivían del petróleo, pues le cerraron el petróleo. Y esos jóvenes vinieron a terminar en Bogotá y en La Guajira y en toda Colombia. Y ahí no encontraban las novias, los miraban feo en los barrios populares y ahí esos jóvenes no encontraban la universidad, esos jóvenes no encontraban la cultura, esos jóvenes eran los jóvenes más excluidos en los barrios de los excluidos jóvenes de Colombia. Y respondieron con violencia.

Pero esa violencia no la puedo llamar terrorismo porque no es cierto. Esa es una violencia de la juventud excluida, y se puede solucionar fácil. Y le dije a Noé eso quite la exclusión. Eso fue lo que le dije al tratarlos con amor, si los trata con violencia, responderán con violencia. Más amor, afecto.

Eso es lo que puede salvar a la juventud de los Estados Unidos, de la drogadicción, del fentanilo, amor, Aquí no hay fentanilo, que yo sepa. Los jóvenes se drogan en fiestas no solos en un hotel porque el amor les atrae. Y ese amor es la defensa de ellos. Y le dije con claridad, 'si usted quiere acabar la violencia en Colombia y ayudarnos, quite la prohibición'.

Porque la prohibición al hacer saltar el precio internacional de esa sustancia, la que crea las ganancias enormes, la codicia, la codicia, está matando a los colombianos. Le dije Nuestra violencia actual no es más sino la violencia de la codicia. Y entró al tema Discúlpeme en el tiempo. ¿Por qué nuestra violencia durante 75 años y más que son los 100 años de soledad?

Violencia que no se aca​​ba en Colombia

Es eso lo que quiso pintar el poema Gabriel García Márquez con las historias de su propio pueblo, que es el mío. Es la historia de la violencia que se transforma y muta como en metamorfosis. Y no se acaba.

Y comenzó peleando entre liberales y conservadores. De ahí si hay que pintar las casas de azul cuando la gente de Macondo quería pintar las casas como se le diera la gana. Y empezó una guerra de Aureliano. Y después siguió porque hubo 300.000 muertos en Colombia, no es mentira, y empezó quizás allá la masacre de las bananeras, en donde algún general de la República creyó que los gringos le daban órdenes y mató miles de trabajadores bajo la metralla. Olvidó la lección de Bolívar. El Ejército de Colombia actúa bajo la bandera de la libertad, la República y la democracia.

¿Y cuántos años llevamos nosotros aquí, de liberales y conservadores? Pasamos a campesinos que levantaban la bandera cooperativa y no supieron entenderlos ni hablar con ellos y los bombardearon. El abuelo de una senadora, presidente, ignorante, descendiente de esclavistas, no sabían cómo hablar con los herederos de los siervos y de los esclavos. Y había que hablar en Colombia. Y no hablaron.

Y a mí me critican ahora que por qué hablo, que soy débil. El ser humano es el ser de la palabra. Algunos animales nos imitan, pero nosotros somos el ser animal de la palabra, y la palabra es la inteligencia, la joya del universo, porque se expresa a través del cerebro. Querían encontrar la esmeralda más grande, la perla más hermosa, el oro más brillante. Pues ese no es más sino el cerebro humano y está en cada ser humano, bebecito, bebecita, que nazca en cualquier lugar del mundo. La joya perdida del universo.

Esos campesinos, entonces, se levantaron y siguió la violencia de los liberales que se volvían sociales y comunes y se acabó hasta el año 2016. Y nosotros hicimos parte de eso a nuestra manera. Y en el año 2016 se firmó un acuerdo de paz, y tengo que decir que lo traicionaron como intentaron también traicionar el acuerdo de paz con el M-19. El acuerdo de paz con el M-19, la Constitución del 91 que hicimos con el voto popular. Nadie nos regaló a nosotros una curul. El pueblo nos quería y nos hizo mayoría, mayoría. El 19 de abril de 1970, Mayoría el 9 de diciembre de 1989, 90.

¿La Constitución la están cumpliendo o estamos en un Gobierno popular y constitucional democrático, rodeado por un Estado oligárquico que quiere ahogarlo y ahogar la Constitución del 91? Sus derechos, sus libertades, por qué hablar de derechos laborales, por qué hablar de derechos a la salud, por qué hablar de derechos a la pensión es negado por el Congreso, o por ocho congresistas, para ser más justos. Los derechos de los colombianos se están negando 30 años después de firmada la Constitución, que es el acuerdo de paz con el M-19 y con la sociedad colombiana. Deben incumplirla. ¿Qué significa ese mensaje? El mismo de 2016. Claro que salieron disidentes de las Farc a armarse de nuevo porque traicionaron la paz de 2016, dónde está la transformación del territorio.

La transformación del ter​​ritorio

¿Por qué tenemos que hablar de la doble calzada Ecuador? ¿Por qué tenemos que hablar ahora en el 2025 de la carretera el Micay de Popayán al mar? ¿Por qué tenemos que estar hablando hoy de la carretera Catatumbo por el centro de una zona cocalera y violenta más violenta, con el Eln y su última política matando campesinos por cuidar la cocaína?

¿Por qué no? ¿Qué se había acordado en el 2016? La transformación del territorio. Pues aquí estamos viendo que no este acuerdo de paz con el Frente Comunero del Sur del Ejército de Liberación Nacional. Por qué nos ordenaban allá en el Coce que le quitáramos ese nombre cuando es la realidad. Nacieron con el Eln porque adjuran de sus hijos, porque estos quieren hacer la paz.

Entonces hay que tapar la historia por decencia con el Coce del que esperábamos más, esperábamos la talla del estudiante Jaime Arenas, fusilado por el Eln, esperábamos la talla de Camilo Torres Restrepo, cuya sotana, la que usó al final, reposa en mi oficina y la prueba científica con el ADN cruzado de su madre muerta. Documento científico que debe poner al público Medicina Legal que hizo los exámenes.

No han dicho ni pío sobre la sotana del padre Camilo Torres. Les dije. ¿Qué opinan? ¿Qué hacemos con ella? Nada. Es más famoso 'Pablito' y más famosos,  ordenan los miembros del cartel mexicano que les paga la cocaína que el recuerdo de su fundador caído en combate revolucionario de verdad, el sacerdote Camilo Torres Restrepo.

El padre Camilo Torres Restrepo habló del amor eficaz. Nosotros hablamos de la política del amor, una comandante de rasgos muy duros de la guerra no sonrió, no miró con amor. No sé si se han perdido esos sentimientos en su alma. Definitivamente dijo que yo hacía estas cosas por los votos. Como si fuera otro más de los presidentes de Colombia, como Uribe, del que habló muy bien y de ahí habló muy mal.

Pero no, ya no habrá más votos por mí como persona, a menos que el pueblo lo decida algún día. Pero ya no me quedan los tiempos. No tiene ni idea de lo que soy yo. Un compañero de la Dirección Nacional del M-19 llamado Carlos Vidales, que hizo un libro sobre los comuneros importante. Él era gay y había luchado en Bolivia en la época de Banzer, en la revolución boliviana y después pasó a Chile y estuvo en el gobierno de Salvador Allende y salió de ahí por el golpe.

Y al llegar a Colombia, el hijo del poeta Luis Vidales, que habían cogido preso y torturado, pensando que tenía la espada, y creo que sí la tenía, pero no dijo nada. La espada ahora está en mi palacio, Palacio, entre comillas, porque era la humilde casa de Nariño y lo volvieron palacio. Está desenfundada la espada, como Bolívar quiso y es del pueblo.

Nunca la cogió nadie de la oligarquía. Ahora es del pueblo. Y ese señor Carlos Vidal es exiliado en Suecia. Lo encontré en un bus urbano. Allá sí que hay voces urbanos, y buenos, y son Volvo, Pero no, no son tan malos como los de acá. Me lo encontré y hablamos. Él era doctor de esa universidad, no recuerdo cómo se llamaba la universidad y él murió allá.

No volvió nunca a Colombia y escribió unos libros no solo sobre los comuneros, sino uno que se llamó de rebeldes y revolucionarios, examinando los comuneros de Santander. Y él decía Rebelde es el que quiere cambiar la élite para ser el élite y revolucionario es el que quiere cambiar todas las élites para que nunca haya más élites, sino democracia directa del pueblo.

​La política de​​l amor

¿Los del M fuimos rebeldes o revolucionarios? Hay unos que fueron rebeldes, apenas se pusieron la corbata, cambiaron de ideas y algunos hasta han contradicho lo que nos planteamos desde el principio. Pocos, porque la mayoría de los del M 19 aún nos conservamos revolucionarios.

¿Y entonces? Traído aquí, al presente, el revolucionario era el sacerdote Camilo Torres Restrepo, EL revolucionario no es Pablo Escobar. Pablo Escobar era un rebelde contra el Estado, incluso bombas y mató un poco de gente por codicia. Solo quería cambiar una élite por otra que le dejara traquetear. Nosotros somos revolucionarios y no confundimos el camino. Un traqueto jamás hará la revolución. Jamás. Porque Marx tenía razón cuando decía que los seres humanos piensan como sus condiciones materiales de existencia.

Y si se desarrolla un cuerpo armado en medio de la cocaína y el dinero, estará al servicio de los dueños de la cocaína y del dinero, y no del pueblo. Y solo se es revolucionario si se está al servicio del pueblo y el Eln está sufriendo en este momento esa circunstancia. Yo he hablado con muchos de sus jefes personalmente, viejos ya, más viejos que yo, porque ellos eran de antes.

Hablé con Carlos. ¿Cómo se llamaba él?, el que estaba en Cuba, murió en Cuba, el fundador, Fabio Vázquez Castaño. Yo quería convencerlo que volviera a Colombia. Cuando hablé con él y me disculpan sus familiares, pensé que había perdido la cordura. Ahí entendí porque había ordenado fusilar al estudiante Jaime Arenas.

Y por qué tantos revolucionarios cayeron bajo las balas del Eln, incluidos varios del M-19.  Lara Parada, por ejemplo, que conocí personalmente en Barrancabermeja y me ayudó.

Porque se estaba desviando el camino, porque la codicia se estaba apoderando del corazón. Y no hay revolucionario que permita que la codicia se apodere de su corazón. Solo el amor, el amor por los demás, el amor por su pueblo, por su tierra, el amor por sí mismo y el amor por la mujer. Si es hombre por el hombre, si es mujer, solo el amor. Y por eso era exitosa la política del amor eficaz. Solo que prefirieron el dinero de la codicia.

Aquí señores de Comuneros del Sur del Eln, ustedes tienen la oportunidad de reivindicar al padre Camilo Torres y al viejo Eln, que pensaba hacer una revolución. Se equivocó, no es otro, pero ese sentimiento tiene que ser reivindicado y no ensuciado por la cocaína y el dólar que les traen.

La política de l​a codicia

Los viejos del Eln sabían esto y me lo dijeron, pero lo olvidaron porque entonces hablaron de la nueva generación y yo no conozco los de la nueva generación, pero los veo y son traquetos. Y Camilo Torres Restrepo no se cambia por los traquetos. Perdemos a Colombia. Si eso se hiciera.

Por eso le dije a la señora Noem, de frente: “así hay un familiar mío metido en el narcotráfico, cójanlo. Aquí ayudamos con los datos bio, bio. ¿Cómo se llama? Es lo último en guarachas para identificar", no es de los colombianos y colombianas. Olvídense de los criminales para que conjuntamente los atrapemos. Cogimos siete toneladas en Portugal, General Triana, y cayeron nueve del Comando de la Frontera con sus fusiles nuevos. Armamento en un bus.

No andan por trochas, no son guerrilleros todavía ni lo han sido. Andan en camionetas cuatro puertas y duermen en haciendas, no en los páramos, en los toldos. Eso ya es otra cosa. Y los norteamericanos tienen nuestro apoyo. Muchos colombianos han muerto, y se lo dije a la señora, “yo no creo en su prohibición. Se acabaría la violencia en Colombia", pero no puedo cambiarla es su política. Cambiará algún día como en el estado de Oregón.

Pero mientras no cambie, no quiero el narcotráfico en Colombia ni una Colombia narcotraficante porque nos destruye la democracia y nos destruye la vida. Y entonces aquí estamos prestos más que ellos a cambiar. El narcotráfico por una sociedad de trabajadores, de cultivos lícitos, porque ahí construimos democracia y libertad y con el narcotráfico solo construimos muerte y violencia.

No es un problema de moral, es un problema de reconstruir, como decía Gaitán, moralmente la República. Y toca hacerlo porque los traquetos no pueden gobernar ni la justicia, ni el Congreso, ni el Ejecutivo, ni la sociedad de Colombia, porque se acaba Colombia.

Y por eso este acuerdo de paz va hacia lo que toca, porque reconoce las nuevas realidades de la violencia en Colombia, porque la violencia está en la frontera. ¿Por qué las rutas no apuntan a Bogotá? ¿Por qué los puertos de Colombia son los más violentos? Porque la violencia de hoy es la violencia de la economía ilícita. No es la violencia de la bandera ideológica, no es la del socialismo, no es la de los liberales antiguos ni de los conservadores antiguos.

No podemos manejar un proceso de paz como si fuera de aquellas épocas. Tiene que consultar la realidad de hoy, porque el agua ha fluido y somos dialécticos y sabemos que hay una mezcla entre los dos mundos. El mundo salido de la insurgencia armada que quería cambiar el mundo y el mundo que surge del traquetismo que piensa es en la codicia y el dólar. Y reconociendo esa realidad tenemos que acercarnos a la violencia, unos más que otros.

Debo reconocer que en Comuneros del Sur del Eln brilló más la idea del cambio, la transformación del territorio, el beneficio del pueblo y la sociedad que el Eln que cayó sobre el Catatumbo, porque ni siquiera es el de los catatumbenses, es un Eln que venía de afuera y cuyos socios son los cárteles mexicanos.

Y no piensa en el campesino porque lo asesinó, ni piensa en el Catatumbo, sino en solo cuidar los cultivos de la segunda zona más cocaína del mundo, condenando a su propio pueblo a la violencia y condenando a Venezuela y a Colombia una desestabilización de la frontera que pueden darle a quienes desde otros lugares lo que añoran es en tomarse el petróleo gratuitamente, invadir a Venezuela.

Trato con dign​idad

Si el tren de Aragua no es terrorista, el pueblo venezolano debe ser tratado como los demás pueblos latinoamericanos y debe ser con dignidad, no conducido a las cárceles salvadoreñas solo porque creyó que Maduro no era la solución y que sí podía esperarla en los Estados Unidos. Y miren cómo lo han traicionado, ahora los consideran terroristas y pueden echar a la cárcel a los niños de 14 años y pueden quitarles sus casas y sus bienes, y eso no es posible.

Así no construimos la paz y la colaboración común. Yo creo que debe haber elecciones en Venezuela sin bloqueo y para todos y todas. Y que sea la decisión libre del pueblo, cualquiera que sea. Pero no es más bloqueo y muchísimo menos tratar a los venezolanos como parias de la tierra con excusas que no son, porque la experiencia que hemos tenido en Colombia es que esa gente del Tren de Aragua es una banda delincuencial y que muchos dejarían de serlo si simplemente hablamos, si les abrimos la puerta de la universidad y de las oportunidades como a los demás jóvenes de Colombia.

Otty (Patiño, Consejero Comisionado de Paz) te queda para que vayas a esa cárcel de Cúcuta y hables con ellos y veamos cuál es la verdad. Si es verdad lo que dicen en el norte o tenemos razón, y si ellos tienen razón, pues nos disculpamos. Pero si nosotros tenemos razón, hay que cambiar la política porque va hacia otros destinos y no a que convivamos en paz en las Américas, si es que queremos una América grande.

Una Colombia democráti​​ca y en paz

Este proceso de paz, por tanto, ataca las causas de la violencia de hoy. La minería ilícita que no es poniendo a los pequeños mineros en la cárcel ni dándoles bolillo y calabozo, es con títulos al pequeño minero y la Agencia Nacional Minera tiene que acelerar y multiplicar por diez la velocidad en Antioquia, en el Chocó, en Nariño y en el Cauca y en otros lugares del país.

Yo quiero una minería donde el pequeño minero no se sienta perseguido y pueda esbozar su título contra la gran multinacional y pueda decir “yo soy el que tengo el derecho de abrir el hueco y mirar si hay oro debajo de esa tierra", y no contaminar el agua ni voltear el agua para otro lado, porque destruiría su propia patria y a sus hijos.

Claro que en el proceso de paz aquí tiene que hablar de transformación del territorio, porque (Juan Manuel) Santos no lo hizo, no sé si por falta de tiempo, pero le volteó el acuerdo de paz el señor (Germán) Vargas Lleras, porque puso al fiscal Néstor Humberto Martínez y persiguió injustamente al señor (Jesús) Santrich y al señor Iván Márquez poniéndoles trampas con la DEA.

No sé si una DEA corrupta o no, y yo hice el debate y tengo las pruebas, y por eso hay disidencias ahora, porque hay gente en Colombia que no quiere la paz, porque se enriquece con la guerra y por eso no quieren lo que estamos haciendo, y por eso actúan para ver si se derriba este Gobierno rápido. Y la respuesta que tiene que darles el pueblo colombiano es que este Gobierno no se derriba porque nació del pueblo. Y al que no quiere caldo se le dan dos tazas.

Y entonces ya no será esto sino el próximo Gobierno también progresista, para acabar de hacer la tarea de la construcción demócrata y de la paz de Colombia, para que Colombia sea el país de la belleza, porque es el corazón del mundo y nos lo merecemos. Una vida en paz.

Ahora los guerrilleros del M-19 mueren viejos rodeados de sus hijos y de sus nietos. Mis nietas son francesas, marsellesas, y mi único consuelo es que, por lo menos allá se hizo el himno de la Marsellesa, bajo el cual se hizo la revolución Francesa y la Revolución de 1917 en la Rusia zarista. Ojalá aprendan de ese himno. Y nosotros también, porque bajo esas ideas hicimos la República de Colombia.

Claro que hay que sustituir cultivos y de eso hablé con la señora Kristi Noem, le dije “ustedes están pensando en fumigación, y eso ha fracasado una y otra vez porque es una guerra al campesinado de Colombia y solo nace violencia de ahí".

Avanza la Reforma Ag​​raria

Ana (Frank) lo dijo en palabras filosóficas, la que había sido perseguida por Hitler, austríaca. Agnes Geller era la húngara y la señora exiliada en Nueva York lo escribió en libros hermosos. Las naciones occidentales son fuertes porque han nacido del campesinado que ha levantado la bandera nacional. Y nosotros estamos aprendiendo que el campesinado de Colombia levante la bandera de Colombia.

Es decir, estamos construyendo una nación. No es fumigando, no es quemando sus ranchos, no es llevándolos a las cárceles. El 25% de las cárceles de Colombia está lleno de campesinos y jovencitos y hay aglutinamiento por encima de lo normal.

Quiero oír a la colonia que hay en el Meta y quiero que se transforme en 40.000 hectáreas, ojalá. No sé si está por aquí, me ayude allá en el Meta, su departamento. Esa es la tierra que quiero que compren, no otra, porque entonces ese campesinado preso lo vamos a llevar allí, si es que el juez, la justicia no nos ayuda, para que vuelvan a sembrar y a tener tierra y siembren maíz y yuca y no la hoja de coca, y sean más libres, y a través del trabajo puedan salir rápido y se desocupen las cárceles de Colombia y ellos puedan no quedarse ahí o tener del Estado otra tierra.

Y ya cerca de los mercados, cultivar alimentos para la humanidad. Esa es la reforma agraria: dar títulos sobre la tierra, dar posesión sobre la tierra. Y si no hay tierra, entregarle la tierra de los terratenientes, que ojalá la vendan. Pues aquí entonces tenemos que hablar de una reforma agraria. ¿Cómo se deja de cultivar la hoja de coca y pasamos a cultivar con prosperidad e industrializar los cultivos que reemplacen la hoja de coca?

Y este acuerdo de paz dice cómo, estamos hablando entre el Catatumbo, Argelia, la parte nariñense del Pacífico y subiendo a los Andes de 42.000 hectáreas inscritas para reemplazar hoja de coca por alimentos, los alimentos los necesita la humanidad y podemos, lo demuestra la última matriz de exportaciones a Estados Unidos y al mundo.

Construir nuestra prosperidad allí, alimentando al mundo. ¿La paz puede ayudar a alimentar el mundo?, me pregunto. Yo digo que sí. Y entonces aquí tenemos otro método diferente para salir del narcotráfico y para ayudar a la ciudadanía norteamericana que sin afectos y llevados a una especie de carrera de caballos por el triunfo social que no existe, nos podamos alejar progresivamente del abuso y la drogadicción. Y a Europa y a Rusia y Australia, y a Israel también.

Entonces 42.000 hectáreas, es más que lo que la Embajada de Estados Unidos espera que hagamos en Colombia, que dijo 30.000 hectáreas, y no quemamos ni un rancho y no arrojamos veneno en la casa campesina y no llevamos a la cárcel al campesino ni al joven. Y lo estamos logrando si lo hacemos en este año, si lo hacemos en este Gobierno y podemos mostrar que 40 mil, 50 mil hectáreas fueron sustituidas porque al campo no se le dio la gana, porque pusimos los recursos a tiempo, porque pusimos la carretera y la escuela y el hospital.

No cuenta la prensa, pero en los 10 municipios de presencia de Comuneros se han invertido $45 mil millones y hay 109 equipos de médicos médicas, enfermeras, cuatro centros de salud y seis ambulancias. Así se transforma el territorio. Y no es que lo vamos a hacer, es que ya están. La prensa no habla de esta reforma de la salud porque está conquistada por los vampiros de la salud que se llenan de dinero.

Volviendo al paciente, una mercancía. Pero este es el principal eje de la reforma que proponemos que haya atención primaria y prevención, porque es mejor prevenir que curar. Es más barato y porque el que previene y se cura a tiempo vive. Y la salud es para vivir, no para morir. Por eso en esta zona ya hay 109 equipos, no personas.

Hay más de 500 personas cuidando en cada casa la salud y por tanto la vida de cada campesino. Y entonces aquí se han colocado los ejes de una transformación.

Dobles calzadas en el sur​​​ del país

Faltan las carreteras. Y es que ni siquiera mi Ministerio las puso como prioridad. Las carreteras de la paz no son prioridad, porque en el Gobierno de Santos, el mismo que firmó la paz, su colega Germán Vargas Lleras prefirió las dobles calzadas y la plata se fue por allá. Así como en Bogotá se va para la troncal de Transmilenio, no para la calle del barrio del pobre.

Billones de pesos del erario para Luis Carlos Sarmiento, los dueños de los bancos y los dueños de las concesionarias de carreteras. Y como era tanta plata, no hubo plata para la doble calzada Ecuador, que es la única que nos liga a América. Y no pensaron que una de las funciones de una doble calzada sería ligarnos al mundo, porque estaban pensando en su casa y en su finca al norte de Bogotá y al sur del poblado, en Medellín.

Por eso no hay carreteras. Por eso hasta ahora nos toca hablar del estanquillo y no de llegar a la frontera. Y no llegamos ni siquiera a la frontera de Venezuela. Todo alrededor del poblado y del norte de Bogotá.

Y le pusieron conejo entonces al acuerdo de paz, no solo entrampando, solo llevando a la cárcel como narcotraficantes a quienes después de haber firmado estaban escribiendo apenas poesía y pensando con ilusión que era posible.

También les embolataron la transformación del territorio y eso significa que en las zonas donde se hizo la paz ahora hay violencia. De nuevo. Pero no es porque el colombiano sea malo per sé. No es porque el negocio de la cocaína dé mucha plata, sino fundamentalmente porque la oligarquía del Estado no piensa en el territorio excluido. Por eso no están las carreteras de la paz.

La plata se la llevaron hacia la doble calzada. La carretera de San Francisco - Mocoa, de la que habló usted, Gobernador (de Nariño) sí están las vigencias futuras, pero a 20 años de construcción. Un pedacito cada año. Y la carretera Medellín - Quibdó, porque transitan los negros y las negras, está a 20 años de construcción y ya van 400 muertos por derrumbe. Las rápidas, el túnel que lleva y mueve el capital, lo que se hace rápido con las manos llenas de dineros.

Donde está la finca del oligarca es donde vive el oligarca, en la idea centralista de la oligarquía y no la región donde hay que hacer la carretera porque trae paz y prosperidad para quienes nunca la han tenido.

Y me tocó luchar con nuestro propio Ministerio, echar gente. Nos ponían trampas, nos decían que ya estaba el estudio y estaba en un escritorio y eso sí, rápido, en los momentos de furia giraban la plata, el banquero. No puede ser así. Así no se construye la paz. Por eso este compromiso, Angie (Rodríguez, directora del Dapre), es que la doble calzada queda contratada y queda en vigencias futuras rápidas. Y ojalá lo logremos con el Catatumbo y con el Micay.  

Ya hablé mucho, sabía que iba a hablar mucho porque tocaba hablar y hay que finalizar porque, mira, ya estamos en el Pacto del Nariño por Conpes.

Anuncio Des​trucción de Armas.

Yo, como Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares de Colombia y siguiendo mi deber constitucional de garantizar la paz en todo el territorio, le ordeno al capitán Víctor Paz que proceda con la destrucción del material de guerras del Frente Comuneros del Sur del Ejército de Liberación Nacional, Eln.

“Aquí, Señor Presidente. Así es, Señor Presidente. Capitán Paz Jiménez Víctor, comandante del Grupo Marte de la 5ª División de nuestro glorioso Ejército Nacional. Me presento, Señor Presidente. En ese momento me encuentro en este punto con el Grupo Marte, listos para realizar la destrucción de 585 artefactos explosivos, los cuales fueron entregados por el grupo en armas organizado Comuneros del Sur a la Consejería Comisionada de Paz en acompañamiento de OEA.

Durante esta semana, Señor Presidente, se ha llevado a cabo todo este proceso en donde hemos verificado el material de artefactos explosivos que han sido entregados, donde hemos verificado los puntos en donde se van a realizar la destrucción, también verificando las medidas de seguridad antes de para llevar a cabo esto, sin antes mencionar que nuestras tropas de la Tercera División nos han brindado seguridad en tierra para llevar a cabo de manera satisfactoria esta actividad. Gracias Señor Presidente, y que este sea un paso firme a la paz de Nariño".


(Fin/relz/aga) ​