Inicio de sesión

Discurso

Palabras del presidente Gustavo Petro Urrego durante la sesión 122 del Consejo Ejecutivo de la ONU Turismo

Foto: Presidencia de la República

Colombia, el País de la Belleza, no debe ser conocido por las series de Netflix, sino por lo digital, la inteligencia

​​


Colombia, el País de la Belleza, no debe ser conocido por las series de Netflix, sino por lo digital, la inteligencia, la belleza natural y la belleza cultural del pueblo colombiano: presidente Gustavo Petro.

Cartagena, 15 de noviembre de 2024

La lógica, que ha llevado a este gobierno a apoyar, quizás no suficientemente porque siempre el vaso está a medio llenar, el turismo, no solo interno sino extranjero en Colombia, tiene que ver con realidades económicas del país y con condiciones objetivas de Colombia. En las objetivas, indudablemente Colombia es el país de la belleza, en todo el sentido de la palabra.

En la COP16 realizada en Cali, que quizás es el mayor evento internacional que ha hecho Colombia en su historia, tratando de colocar el país, la ciudad de Cali y el Pacífico colombiano, que es una de las regiones más biodiversas del mundo, en realidad, de acuerdo con los indicadores, el Litoral Pacífico, por metro cuadrado es la región más biodiversa del mundo. 

Y el Amazonas, por extensión, por masa en su enorme extensión, es también la región más biodiversa del mundo. Luego, los países que estamos situados en este lado del planeta, con algunos otros, somos el reino de la biodiversidad, el reino de la vida, de la vida en todos sus matices hasta llegar al ser humano, ser humano que también en esta región del mundo es profundamente diverso culturalmente.

Tanto la naturaleza, por las razones geológicas de ubicación planetaria, por estar entre dos océanos, etcétera, por recibir una serie de corrientes en los océanos que hacen y que construyen la creación de las selvas profundamente biodiversas, pues nos sitúa con una realidad histórica. 

Al ser este lugar que ya tenía los seres humanos hace decenas de miles de años, quizás más, que ya había desarrollado civilizaciones como en Asia, como en Europa, paralelamente y sin conocerse mutuamente hasta donde sabemos, que ya había alcanzado desarrollos en las matemáticas, en las ciencias naturales, en la astronomía, como las demás, en la arquitectura; que ya había sido artista, no es sino ir a un sitio cerca de Bogotá, en la selva amazónica que se llama Chiribiquete. 

Dicen algunas teorías que es la primera tierra que surgió a la superficie, la tierra más antigua y allí están grabados, le llamo yo la Capilla Sixtina del arte rupestre humano; enormes extensiones de arte rupestre que datan de hace 20.000 años, 15.000 años, que muestran que aquí nadie descubrió nada, que aquí ya nos habíamos descubierto nosotros mismos y que paralelamente se estaba desarrollando la civilización humana, que pudo tener otra historia si se hubiera encontrado dialogando, si se hubiera encontrado pacíficamente, si no hubiera sido la espada y la imposición lo que hubiera tratado de construir un mundo homogéneo, una espada que venía desde el norte de España y que arrasó con los árabes y su civilización, y que en 1492, el mismo día en que el último guerrero árabe salió de la Península Ibérica, salió también el barco cargado al principio de esperanzas, después de codicias y después de espadas hacia esta región del mundo, acá donde estamos o cerca, el Caribe y también arrasó.

En esos barcos venían los antiguos guerreros árabes derrotados. Y entonces aquí tenemos una confluencia específicamente en la región caribe-colombiana de pueblos que se han encontrado en la resistencia, indígenas, zenúes y otros pueblos caribes, incluso, chibchas como los de la Sierra Nevada de Santa Marta; pueblos árabes que llegaron de marineros casi esclavizados en las carabelas, en los barcos de vela, hidalgos españoles indudablemente; indígenas, negros que trajeron forzados del África en uno de los desastres más grandes de la humanidad, la esclavitud, y que ha hecho esta ciudad, por ejemplo, esta ciudad tiene muchos nombres de conquistadores españoles blancos, pero fue hecha por las negritudes esclavas, un contrasentido que vive Colombia desde hace siglos y aún no descubre su raíz. 

Por eso yo quise cambiarle al Palacio de la Inquisición, le decían antes, ahí torturaban a las mujeres que veían libres, igual que en Europa, ahí encadenaban a los negros y las negras que intentaban escaparse, y le cambié el nombre por el genio, dirigente, príncipe africano que lideró la primera liberación de negros en estas tierras, de la esclavitud, Benkos Biohó, y ahora se llama ese sitio, un museo hacia Benkos Biohó.

A pocos pasos de aquí, en el Palenque de San Basilio — Palenque eran los lugares que los esclavos liberados conformaban para ir fundando el territorio—, está el primer territorio libre de América toda, antes que los norteamericanos. Antes que los haitianos, antes que los libertadores hijos de los criollos en Los Andes y en el Caribe colombiano, hubo una tierra libre, la primera en América, que es la de Benkos Biohó, el Palenque de San Basilio, que hoy hemos hecho en mi gobierno, municipio, para reivindicarlo. 

Esa historia diversa nos ha producido culturas diversas hoy, junto a una naturaleza muy diversa, y esa explosión, ese encuentro entre la naturaleza y la naturaleza humana, nos ha construido este país que es el País de la Belleza, en el que lamentablemente los colombianos no nos hemos acomodado todavía a vivir. 

Su potencialidad entonces está allí, esa es la condición objetiva para que seamos una de las grandes capitales del turismo mundial: la belleza, la historia, la cultura, la magia, la magia tanto de la naturaleza y sus vegetales, como la de los seres humanos que se pueden encontrar aquí.

Pero no solamente por estas condiciones este gobierno quiso desarrollar el turismo, sino también por condiciones objetivamente económicas. Estamos en el mundo de la crisis climática. 

Ayer vine de La Guajira y venía antes del Chocó, dos regiones prácticamente golpeadas en cerca de 100 mil familias, por el agua, por las tormentas, por lo que está sufriendo el mundo; hoy pasa otra por el Caribe, es la realidad de la crisis climática.

La crisis climática, como siempre lo repito, lo produce solo una realidad, un capital codicioso que para expandirse y ganar cada vez más, necesita una energía: el carbón, el petróleo y el gas, energía fósil que al exhalar a la atmósfera sus residuos gaseosos nos envenena, cambiando profundamente el clima al punto que la ciencia dice si no lo detenemos nos va a extinguir en el corto plazo. 

Ya las consecuencias las vemos por doquier, solo hay que mirar la foto de Valencia o ir nosotros mismos a La Guajira, o a Chocó, o a Bogotá, o en cualquier otra región, porque no hay espacio que se pueda escapar a un fenómeno que es global y planetario. 

Si Colombia depende del carbón, quinto exportador mundial, que ha llenado en parte las divisas en los últimos 50 años del país, antes éramos cafeteros, era otro país, mucho más pacífico.

Si el petróleo, a pesar de que no somos un gran exportador, es el mayor productor de divisas, pues estamos en un mundo que se está acabando, porque si la humanidad para vivir necesita dejar terminantemente el petróleo y el carbón, y aquí mis amigos árabes saben de qué estoy hablando, pues entramos primero a una gran incógnita, a una gran desestabilización que no sabemos en primer lugar qué hacer. 

Si dependemos del carbón, del petróleo, los amigos vecinos de Venezuela, del petróleo como ninguno; entonces si la humanidad deja de demandar petróleo y carbón en el corto plazo, ¿de qué vamos a vivir nosotros? 

Y la respuesta a esa pregunta, que no es de escogencia libre, no es que probemos este camino, mantengamos este camino, sino que se impone como un imperativo categórico al país. Nos toca descarbonizar.

El turismo y la diversidad del país


Entonces, ¿qué tipo de economía construimos en Colombia? Y la respuesta está en la belleza del país. La respuesta está en la diversidad natural del país. La respuesta está en la diversidad cultural del país.

Y una de esas respuestas entonces, no la única, se llama turismo. El turismo no es que sea una actividad completamente descarbonizada, lo sabemos. Debe propender a ello.

Y el título del Foro de Inversión e Innovación pues lo dice, no solamente necesitamos ni dinero, necesitamos innovación y mucha. Y la innovación tiene que centrarse en la descarbonización de las actividades del turismo, integralmente. 

Colombia puede reemplazar sus divisas carboneras y petroleras en parte y en gran parte por el turismo, y avanzaríamos. Eso es lo que hemos intentado en este gobierno. Y en los años que estamos aquí, ya dos años largos, permanentemente el turismo ha crecido en Colombia. Un poco mi esfuerzo por recorrer y hablar por allá y por allá y por allá ha servido para que Colombia sea conocida, parcialmente.

Aún el turismo colombiano es un turismo americano. De las Américas, norte, centro y sur. Y aún no nos conocen realmente ni en Europa ni en el África ni en el Asia.

Y ese es un campo para avanzar. El esfuerzo de que la belleza colombiana sea conocida, la natural y la humana en su cultura, es un esfuerzo aún por hacer. Los datos nos indican eso.

Los datos nos indican que hemos crecido el número de visitantes extranjeros de manera importante, con cifras de dos dígitos de crecimiento. Es probable que para este año, cuando finalice, hayamos sobrepasado los 10 mil millones de dólares de divisas. Claro, hay un turismo que también sale de Colombia.

Y al final la balanza hay que establecerla bien. Pero 10 mil millones de dólares en divisas de turismo en Colombia significa que sobrepasamos las divisas carboneras. Que el captador, en términos de divisas, más importante de Colombia ahora es, sigue siendo el petróleo, pero el segundo es el turismo.

Y el turismo puede alcanzar el petróleo. Y eso significa que en solo dos años hemos andado muy bien y rápido. Porque esto fue lo que propusimos en la campaña electoral.

Se burlaron mucho, porque siempre se burlan de lo que decimos nosotros en los medios. Fue burla decir que era más importante el aguacate que el petróleo. Hoy nadie diría lo contrario.

Y después fue motivo de burla decir que el turismo colombiano podía alcanzar la importancia en términos de divisas de la exportación de carbón, siendo el quinto exportador mundial. Y lo hicimos. Hoy es así. Hoy es así. Y esto obviamente nos pone en una responsabilidad ahora mayor, porque ya no es un turismo pequeño, popular, colombiano. No es malo, pero los colombianos merecen disfrutar de su propia belleza.

Pero indudablemente en términos de la transición económica necesitábamos reemplazar producciones venenosas, extracciones venenosas, que, entre otras cosas, destruían la naturaleza de Colombia. Ahí vamos, pero hay una serie de tareas que acometer. El país debe ser muchísimo más conocido, en donde todavía las afluencias humanas son escasas.

Yo creo que China debe conocernos. Yo creo que el mundo árabe debe conocernos. Yo creo que el mundo subsahariano debe conocernos y que el conjunto de Europa debe conocernos.

Ahí el esfuerzo es débil y podría ser inmenso. Desde ahí no se llega a Colombia, sino por avión. Y tenemos una primera limitante: Aeropuertos, aviones, rutas, combustible. Estos son temas cada uno problemáticos. Este gobierno ha ampliado sustancialmente las pistas tanto en su extensión, para que los aviones sean más grandes, como en la cantidad.

En todo el Litoral Pacífico, mundo desconocido para la mayoría de los turistas del mundo, pero hermoso, todo el Litoral Pacífico que tiene la selva más biodiversa del mundo a un lado y todo el Océano Pacífico del otro con sus ballenas, sus peces, su realidad, está inexplorado, pero tiene pistas en todos sus municipios, todos, digamos, en los principales municipios turísticos de Colombia, del Pacífico colombiano. 

Está abierto. Se podría llegar directamente, un día será, o a través de Bogotá o de Cali, pero hoy abrimos el Pacífico al turismo internacional. El Caribe, pues, ya estaba abierto. Esta es la ciudad que más atrae, no en términos de vuelos, sino sí, en términos de personas. 

El potencial turístico de la Amazonía y la Orinoquía


Y ahora queremos abrir, con mucho cuidado, la Amazonía y la Orinoquía. La Amazonía en todo su esplendor. Chiribiquete, ya lo mencioné. La Estrella del Inírida, cuya flor, la flor del Inírida fue el símbolo de la COP-16 en Cali.

Un sitio mágico entre Colombia y Venezuela. Todo el escudo guyanés es un sitio mágico, por eso Venezuela también tiene del otro lado su enorme catarata, su caída de agua más grande, creo, del planeta, hasta donde sé. Su belleza, un poco hoy cerrada por las circunstancias políticas, pero igual es del lado colombiano.

La hermosura del Amazonas, de la selva y del río, incluso, pues es un sitio que puede ser contemplado, sin agredirlo ni cultural ni naturalmente. 

Las pistas se están abriendo, San José del Guaviare, Carreño, Puerto Carreño y otras, para que pueda haber una contemplación humana, pero obviamente tiene sus problemas, porque el turismo extranjero que llega a Colombia debe cambiar su estructura. Aquí no estamos ofreciendo las mujeres para nada y yo me voy a encargar de dificultar ese tipo de turismo.

Aquí, nación, espacio estatal, político, que crea que esta es una tierra para venir a orar la dignidad de la mujer o de los niños, va a tener dificultades para entrar. Nuestra mujer no está en venta, ni nuestros niños. Aquí se recibe con hospitalidad y si aparece el amor, nadie lo prohíbe, pero es el amor libre y no condicionado.

La Policía está encargada de perseguir a fondo cualquier tipo de turismo depredador y esto quiero que quede con mucha claridad. Aquí queremos el turismo de la aventura, sí, juvenil generalmente. Aquí queremos el turismo de la contemplación de la naturaleza, de las mariposas.

García Márquez descubrió su libro un poco alrededor de las mariposas amarillas, pero aquí son de todos los colores, de los pájaros, de la vegetación que no se encuentra en su diversidad en muchos lugares del mundo, o del desierto. 

En La Guajira tenemos la más grande mezquita de América Latina, con pueblos árabes, con colegios árabes, con lengua árabe, en medio de la comunidad wayú, en su propio idioma. Poco se escucha el español en La Guajira.

Y es desierto, pero también belleza. El desierto tiene su belleza al lado del mar Caribe y el cruzo de las culturas, y estar a dos horas de Aruba, Bonaire y Curazao, y a siete de República Dominicana y de Haití, lo cual hace de eso un sitio que puede atraer miradas codiciosas, pero también que puede ser uno de los grandes factores del turismo mundial que viene al Caribe y que en concordancia —no sobre la cultura wayú, que es hermosa en su estética— podría lograr un punto indudable de arrastre de Colombia hacia este objetivo que nos hemos propuesto. 

El combustible de los aviones tiene que variar. Ecopetrol ya ha decidido y en enero saca la primera producción, ya la probó, aquí mismo en esta ciudad, en la refinería de Ecopetrol, un combustible que, si bien no es descarbonizado, es hasta ahora una alternativa para bajar emisiones. Eso tiene un nombre, pero ya se me olvidó ahorita. 

Se hace a partir de vegetales; 32 mil barriles será la producción inicial. Eso puede provocar, si lo logramos bien, pasa por pruebas, etcétera, es el combustible de los aviones, que se coloque un nodo de atracción de rutas de aviación mundial, buscando un combustible menos emisor de CO2 que los que hay hoy. Lo cual aumenta la importancia de esta ciudad.

Vamos a hacer una nueva concesión en Bayunca. El aeropuerto de esta región va a cambiar sustancialmente y espero que el concesionario de ese aeropuerto recoja, estoy tratando de abrir una negociación con El Cerrejón, que es la mayor mina de carbón de América, en La Guajira.

La posibilidad de abrir la pista en el puerto, Puerto Bolívar, para la aviación civil y para el turismo, con lo cual el norte guajiro terminaría en una explosión cultural, espero, y de turismo. Pero financiar eso hay que hacerlo desde aquí, con la concesión de Cartagena.

El turismo de nómadas digitales


Igual queremos un turismo de nómadas digitales, venir a vivir aquí, a producir matemáticas, software y aplicaciones. Para ello queremos desarrollar la inteligencia artificial, no tanto como demandantes, sino como oferentes. En un lugar del Caribe se va a establecer el megadata center más grande de América Latina, en asocio con un país árabe también, espero que podamos hacerlo en este año.

La ministra de Ciencia y Tecnología está al frente de esa actividad, ahora tenemos una reunión para lo mismo. Y entonces el Caribe no solamente atraerá turismo de mar o turismo cultural o contemplativo, sino la posibilidad de una construcción alrededor de la producción de inteligencia artificial, ya no del turista, sino de la gente que quiera trabajar en el mundo aquí, al mismo tiempo viendo matemáticas y belleza. 

Las matemáticas se pueden hacer mejor si uno mira el mar y si uno ve estética, eso ya lo descubrieron otros, pero podemos descubrirlo también nosotros.

De esta manera, digamos, estamos entregando un avance al Consejo Ejecutivo ONU Turismo, aún vamos a superar ya los cinco millones de turistas extranjeros aquí, y ha empezado a reactivarse el turismo interno colombiano, esperamos de la banca con la cual hemos llegado a un pacto de incremento de inversiones del promedio histórico en los sectores productivos y el turismo, agricultura, industria y turismo, es decir, llevar la inversión, el ahorro público hacia la producción, alejándonos de la extracción.

Tiene que ver también con la transición económica, es tratar de llevar mucho más dinero de consumir, de extraer carbón y petróleo, hacia producir en las tierras alimentos, transformarlos en la industria y desarrollar el turismo en Colombia. 

Por tanto, sería importante para las organizaciones gremiales turísticas el desarrollo de mucho cooperativismo en las regiones, porque son regiones inexploradas muchas, que tienen que aprender, que tienen que entender, que no deben dejar que sea perjudicial para hacer inversiones en estas áreas nuevas que Colombia va a abrir para la contemplación mundial, y eso necesita saber e infraestructura, y le pido a ese pacto que hicimos con el sector financiero pues que se vuelva realidad y se incrementen los préstamos baratos. 

La tasa de interés baja a bon marché, como dicen los franceses, a todo el sector turístico que quiera empezar a gozar de esta expansión, que debe ser permanente, y por eso le pido a las entidades que tienen que ver con el tema, que la campaña tiene que ser muchísimo más agresiva, costosa y extensiva en el mundo. 

De eso haremos una reunión, para mirar y evaluar hasta qué tanto hemos sido eficaces para que Colombia, el país de la belleza, sea muy conocido, no por las series de Netflix que algunos colombianos exportan, y que debe quedar en nuestro pasado, el pasado de la violencia, el pasado de la narcocultura, que ve en la mujer un objeto, no porque ese tipo de turismo no lo voy a aceptar yo, pierden el tiempo cantando pendejadas alrededor de ese tema, sino que nuestra figura, nuestro eje, es lo digital, es la inteligencia, es la belleza natural y es la belleza cultural del pueblo colombiano.

Gracias por haberme recibido, muy amables.

(Fin/mha)