Bogotá, 26 de febrero de 2025
Un saludo especial a las empresarias, empresarios, presidentes e integrantes de las diferentes juntas directivas, gremios y entidades del sector turístico nacional e internacional, asistentes a la vitrina turística ANATO (Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo) 2025.
El balance indudablemente es positivo y va dentro de la propuesta que hicimos en la campaña electoral. Dicen que uno no debe poner metas ambiciosas porque después lo cogen a uno y lo friegan por lo ambicioso, pero a mí me gusta esa ambición de miras comunes de una sociedad, porque si no, no hacemos nada, nos quedamos quietos, o nos engañamos, o nos auto engañamos.
Ya hemos llegado al punto de 6,7, según las estadísticas, millones de visitantes que llegan de afuera al país, pero yo hablé de 12 millones, entonces todavía falta la mitad. Vamos por la mitad del camino, no necesariamente se va a cumplir el año entrante, porque es un proceso, pero este año no se puede detener y cada vez es más difícil, porque vean que se va encaramando, se va subiendo la cuesta. Los siguientes pasos son cada vez más difíciles, más complejos.
Y hay una serie de problemas que van apareciendo en el camino que antes no eran tan evidentes, y no podría hacer todo el listado de problemas que van apareciendo. Desde el punto de vista de la economía nacional, lo propuesto por el proyecto político que quise presentarle al país, que ganó su voto mayoritario, es un cambio de modelo económico.
No es lo mismo un cambio de relaciones sociales históricas de producción, que no lo propuse, pero hay que hacer, y varias, por ejemplo, tenemos que salir del feudalismo que hay todavía en la tierra, sobre todo tenemos que salir de raquitismos, incluso financieros, que están ahogando las posibilidades de crecimiento de Colombia.
Tenemos que salir de visiones del crecimiento que son absurdamente depredadoras, y ahí donde ha fincado la idea de un cambio de modelo antes que de relaciones sociales de producción —los estudiantes de economía saben a qué me refiero con relaciones sociales de producción— la economía es histórica, y hay formas diferentes de producir a través de la historia, que cambian además las líneas de conducción tecnológica, y hoy estamos ante rupturas mundiales, que tenemos que saber aprender, tratar de interpretar bien, si no esas rupturas nos van a golpear durísimo.
Ese cambio de modelo tiene que ver con, lo dije en campaña, salir de la extracción y pasar a la producción. Esa es en términos generales la idea, porque la extracción no da empleo, la extracción es sacar de debajo de la tierra, en algunos casos lo que ya está ahí, simplemente es abrir un hueco y sacarlo, puede haber extractivismos de otro tipo, pero la extracción por definición es de recursos no renovables, y entonces por definición tiende a bajar la productividad de una sociedad, porque cada vez hay menos.
Si no es renovable, pues cada vez que se saque, así sea una ínfima parte del total, habrá una matemática que muestre que ya lo que queda es menor, y por tanto así sucesivamente significa una tendencia caída de la productividad, que es lo que está sufriendo América Latina en general, no es un problema solamente colombiano, a diferencia de las demás regiones del mundo. Cuando eso pasa en una región y los demás se comportan de manera diferente, los equivocados somos nosotros, porque Estados Unidos y el mundo europeo, digamos el mundo del desarrollo tradicional, que empieza a variar también en el mundo, cambios de paradigma, pues tienen altas tasas de productividad, estancadas.
Países como, digamos, de la América Latina, tienen bajas tasas de productividad, Colombia es la más baja de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Tiene la tasa, tiene la jornada más alta de la OCDE, en horas, se miden semanalmente ahí, y tiene la tasa más baja de productividad de la OCDE, eso no es un azar, somos muy bajos productivamente, porque somos, y el empresario aprendió a ello, extensivos en la jornada electoral, en la jornada laboral, no estoy preparándome para ninguna elección, en la jornada laboral. Es lo que pasaba en la Inglaterra del siglo XIX, extender la jornada para ganar más, pero eso desestimula la productividad, porque el capitalismo de hoy gana es por productividad, no por extensión de la jornada, no me voy a meter ahí.
El cambio de modelo económico ha sido exitoso
Simplemente quiero mencionar que estamos teniendo un éxito en ese cambio de modelo, con bajas cifras aún para mi gusto de crecimiento, positiva siempre, pero las últimas cifras del DANE, que nos entregaron, nos muestra, básicamente, que hay una caída del carbón, le echaron la culpa a Petro, pero es que el mundo ya no compra carbón, entonces si nosotros nos amarramos a la exportación de carbón, pues vamos, como acabo de decir, a baja productividad, cada vez más baja productividad.
El mundo del Oriente, extremo asiático, es un mundo de alta productividad, con alto crecimiento de productividad, van a la punta, mundo europeo, gringo, entonces alta productividad, estancamiento, mundo latinoamericano, baja productividad y estancamiento, lo peor. Y la riqueza nace de la producción, no de la lotería, ni de loterías raras, oscuras, no, oscuras. La riqueza nace de la producción y si América Latina está con bajas tasas de productividad y estancada, el mundo de la riqueza no es para nosotros hasta este momento.
El mundo de la riqueza está fluyendo a partir del trabajo y de altas tasas de productividad y de crecimiento de la productividad hacia China y el este asiático. Eso ya lo sabemos por la prensa, el mundo europeo y norteamericano estancados, incluso yo creo, lo dejo ahí con puntos suspensivos, que Donald Trump lleva un mayor estancamiento porque quiere extraer más, pero ahí ese no es nuestro país.
Este, que es nuestro país, entonces tiene que hacer un esfuerzo de cambiar su modelo económico, porque no nos da riqueza, nos da dólares, sí, nos da dólares, pero es que la riqueza no es el dinero, nos lo enseñaron en el primer semestre de economía, la riqueza no es el dinero, la riqueza es el trabajo. Podemos tener masas de dinero sin trabajo y somos pobres y eso se convierte automáticamente en ese incremento de precios, inflación, pero no en riqueza.
Entonces, ese cambio que proponemos es hacia la producción. Las estadísticas nos muestran, DANE, datos, que la agricultura creció como nunca antes en la historia de Colombia, estadística, 8,1 % anual. Es una tasa de crecimiento chino, creció entre 8, 10, llegó hasta 12. Entonces, le pusimos a la agricultura una tasa de crecimiento real, propio de los países del este asiático.
No la habíamos visto en Colombia. Tengo mis temores, porque eso significa muchísima más producción agraria en diversos ramos que, si la institucionalidad agraria del país, que es muy raquítica porque la destruyeron por allá en los años 90 —hubiera podido crecer mucho— no es capaz de industrializar, de agroindustrializar, puede empezar a aparecer comida botada a la calle, porque no se puede tramitar ya por las siguientes fases del desarrollo de un mundo agrario alimentario del país. Ese es un temor, pero que no suceda.
Pero subimos 8,1 % en un mundo intensivo en trabajo, de la producción y por tanto riqueza. Y si nos vamos a la industria, que es la otra producción, agricultura e industria, eso tiene sus intermedios, ahora es difícil definir qué es industria, porque hay una frontera que antes no existía, que lo podemos llamar de los bienes inmateriales, que es un software, un servicio o una producción. Es un tema interesante y no lo vamos a discutir aquí, pero si yo quito la industria petroquímica y lo hago conscientemente, que está en depresión igual que el carbón, entonces mi crecimiento industrial manufacturero no petroquímico es positivo.
Ese análisis no me lo hace la prensa, pero esto es lo que yo propuse como candidato a la Presidencia. Crecer sin cimentar el crecimiento en la extracción, que básicamente en Colombia es carbón, petróleo y algo de oro, con muchos problemas en el oro, de violencia. Pues es lo que está pasando y que espero que pase más este año.
Lo que ha decrecido efectivamente es el carbón, no compran más, lo que ha decrecido es sin duda la petroquímica, también el petróleo se estancará y decrecerá después, lo que ha crecido es la agricultura y la industria no petroquímica, es decir producción real, es decir riqueza nacional y un servicio que es turismo, que es a lo que vinimos a hablar.
De una manera también con tasa de crecimiento chino, cierto, agricultura y turismo es lo que mejor nos ha funcionado en este lapso de Gobierno que llevo. Pero a unas tasas que son ambiciosísimas, tasas reales ya, 8,1, agricultura, y 8,5, turismo, en términos de recibidos. Eso es digamos contundente, es contundente.
Aquí el problema está en cómo sostenemos esas tasas, cómo no se nos cae o se nos estanca o se nos desploma lo alcanzado hasta este momento, en dónde puede haber fallas que nos lleven a que lo logrado antes se empiece a deshacer. Cómo lograr saltar más todavía, que creo que podemos.
Podemos porque Colombia es bella, punto. Entonces tenemos la mejor tarjeta de presentación posible en el mundo y entonces ese potencial ¿quién nos lo quita? Están hablando que un meteorito viene para acá, pero espero que no. Pero ¿quién nos lo quita? Se puede ir degradando, sabemos en el tiempo.
El turismo ya reemplazó a la producción de carbón
La economía puede ser tan depredadora que de la belleza colombiana solo queda un recuerdo. Si somos tontos y volvemos a la extracción y no nos afincamos aquí, como bien creo yo, yo creo que somos imitadores de Costa Rica, pero somos muchísimo más poderosos que Costa Rica para desarrollar lo que ellos mismos comenzaron. Y en esa medida aquí hay una opción, esto reemplaza el carbón, ya lo reemplazó.
Esto puede reemplazar el petróleo —no diría las flores, las flores son parte del turismo— sino también puede reemplazar el petróleo. Y entonces lo que llamamos la economía carbonizada, yo le digo economía fósil, prácticamente está siendo reemplazada en el corto paso por el turismo en términos de divisas, de dólares. En términos de puestos de trabajo, no tengo aquí las cifras, pero sería todavía mucho más contundente, porque carbón y petróleo son poco intensivos en trabajo, son huecos, máquinas que sacan lo que hay en los huecos, hay trabajadores obviamente, pero su número que creo llega a 150 mil en todo el país, carbón hay algo más, no logra lo que puede alcanzar la agricultura, lo que puede alcanzar el turismo, porque son intensivos en trabajo, en fuerza de trabajo.
Entonces, si el balance se hiciera no en dólares, sino en trabajo, puestos de trabajo, pues todavía es mucho más contundente desde el punto de vista de la positividad de lo que estamos realizando en estos dos años. Si midiéramos, incluso, en términos de igualdad, de equidad, llamémoslo así, un indicador, una especie de coeficiente Gini de estas ramas que hemos mencionado, pues también creo que es contundente, porque petróleo y carbón de exportación pertenecen, yo creo que no me alcanzan los dedos de la mano para contar las empresas, son menos que diez.
La carbonera es prácticamente una empresa, y en cambio si contáramos cuántas empresas y negocios se mueven alrededor de la agricultura y del turismo, pues la cifra se multiplica como por mil, 115 mil creo que es el número de unidades empresariales, que pueden ser individuales, que se mueven alrededor del turismo.
Estamos hablando, mientras hay una empresa en carbón o dos, mientras hay de cinco a diez en petróleo exportando, aquí estamos hablando ya de 115 mil unidades productivas en turismo. Eso significa democratizar la riqueza, un tema que no se puede dejar a un lado, porque somos el país más desigual socialmente del mundo, y democratizar la riqueza es construir paz y democracia. Un tema que extrapolaba a todo el país, pues es uno de nuestros grandes objetivos.
Transición de la Policía de Turismo
Y así podríamos hacer comparativos de estas cifras, pero me interesa dejar aquí algunas apreciaciones hacia adelante más que hacia atrás. La Policía de Turismo —general Carlos Fernando Triana, director general de la Policía Nacional—, le llamamos así tradicionalmente Policía de Turismo, antaño era un policía de borillo, hace mucho tiempo, está subestimada.
Y aquí quiero dejar este planteamiento, más o menos cuando uno mira en qué se utiliza el Ejército, la Policía, etcétera, hay un énfasis sobre todo en el Ejército alrededor de cuidar los tubos del petróleo, los campos de yacimientos, etcétera, se le considera puntos estratégicos, pero no se considera igual respecto a los sitios de turismo, y resulta que el turismo ahora es más estratégico que el carbón y que el petróleo.
Pues aquí tiene que haber un cambio de concepción administrativa en la Fuerza Pública —ministro de Defensa a punto de entrar, general Pedro Sánchez—, que es, si ya cuidamos mucha de la infraestructura petrolera y carbonera de Colombia, hay que seguirla cuidando, porque todavía hay petróleo y hay carbón, pero hay que ya mirar una transición en el tiempo en donde se prioriza la zona turística, el cuidado del turista y de los bienes turísticos, que entre otras pueden ser la misma naturaleza, básico.
Entonces aquí hay que hacer un replanteamiento de números, de dineros, de presupuestos, de personas, de entrenamientos, porque aquí el trato humano, no es lo mismo cuidar un tubo que cuidar personas, personas que además son de diferentes culturas, de diferentes lenguas, etcétera, no todos, ni los vamos a entender, ni nos entienden, entonces ese es un tema que dejo planteado para el ministro de Defensa y para el general de la Policía, porque hay que hacer un plan concreto al respecto, turistas que nos atracan o que nos matan, pues va contra nosotros, así decir, contra Colombia, en el efecto que eso produce y tenemos que lograr que toda zona de belleza sea una zona de paz.
Ese es un punto, mejorar la calidad del turismo que viene, de la gente que viene, también eso se mide por calidades, no es lo mismo traer turistas, me disculpan aquí lo que voy a decir, a través de más 57, que a través de la música real y el arte colombiano, no es lo mismo. Entonces, nuestras grandes fortalezas para atraer, tiene que ser naturaleza y cultura, no el cuerpo, creo que aquí también ese es un cambio también, pero no le corresponde a la Fuerza Pública, sino a la misma sociedad colombiana y a los procesos educativos, porque eso no se logra porque sí, no es así, hay que educar, la educación es fundamental. Si pensamos que lo que atrae Colombia es el cuerpo, pues estamos en otra cosa y lo que viene no es más sino degradación completa, total de una sociedad.
Sociedad en la que he observado que hasta hay padres que entregan a sus hijas al extranjero, sus hijas, eso no puede ser en Colombia, pero menos mal Trump no quiso insultarme más, porque yo ya iba a decir, yo ya sé qué hacer, pero hay que hacerlo, eso también es un tema de policía, aquí no pueden venir depredadores sexuales, ni se puede estimular la depredación sexual, eso no es turismo, eso es crimen, eso es crimen.
En cambio, que también hay que cuidar, porque toda actividad está regida por la segunda ley de la termodinámica, pero si es la cultura y la belleza, tenemos otra calidad de turismo, es mucho más interesante para Colombia, incluso más aportante de riqueza, y es por ahí por donde tenemos que afincarnos, en mi opinión, y aún falta mucho.
Entonces, hay un turismo deportivo que es el que más atrae, bueno hay una serie de temas que yo no he explorado bien, que hay que explorar bien, pero en cultura y en naturaleza, entonces, pues de naturaleza que todos sabemos qué es lo que tenemos, el país de la belleza, pero hay una serie de hechos que yo creo que pueden magnificar eso aún más allá de la COP-16, que fue creo que nuestra máxima expresión el año pasado, muy buena, que buscó articular naturaleza y cultura en Cali, y que ahora tenemos que ubicar en otras regiones, adicionalmente, no dejar a Cali botada.
Entonces, digamos, temas como éste, Santa Marta. Santa Marta no tiene agua potable, pues tiene pero poquita, no logra desarrollar una, si llega mucho turista ahí hay problemas de agua, y en competencia con la misma población de Santa Marta, empiezan a competir por el agua, claro que la compañera de Santa Marta se me olvidaba, y entonces tiene que haber una solución al agua potable de Santa Marta.
Allá la pelea política local que hay es fuerte e intensa, pero el Gobierno nacional tiene que sacar una solución al problema del agua potable de Santa Marta y de ahí hacia el norte, más difícil aún por La Guajira, porque entre Santa Marta y la Alta Guajira hay una serie de proyectos que me parece que son fundamentales desde el punto de vista del turismo.
Si logramos coronar este año con mucho éxito la infraestructura de inteligencia artificial que con Emiratos Árabes Unidos hemos acordado, al lado de Santa Marta, al lado izquierdo de Santa Marta, se va a empezar a desarrollar un turismo que llaman nómadas digitales, muy rico, además, que busca belleza para hacer matemática, está bien pensado que uno no hace matemática en un Transmilenio, necesita belleza para abstraerse en la lógica matemática y aquí en los algoritmos.
De hecho, aprendí hace dos días el de la mecánica cuántica, entre esos genios y genias hay un problema de ese estímulo hacia la mujer en estos temas, no sé por qué, algo pasa, pero entonces empieza a florecer ese turismo de alto nivel intelectual desde el punto de vista de la matemática, pero que necesita para equilibrarse de la belleza natural y de la tranquilidad.
Si nosotros ponemos esa infraestructura que va a valer miles de millones de dólares y que va a depender de la velocidad de los chips, los que hayan leído lo que está pasando ahí, y que la velocidad de los chips depende de una nueva matemática, que es la matemática cuántica, que es el algoritmo de chorro —yo creo que al ministro de Industria le gusta hacer esos ejercicios—. Este es un tema que les dejo. Si logramos proyectar eso bien, visual, audiovisualmente, telemática, etcétera.
Transformación cultural de Santa Marta
Entonces ahí en Santa Marta empieza, pues empieza a competir con Cartagena y quizás la supere. Pero empieza otro foco, digamos de atracción y si vamos hacia la Alta Guajira les voy a confesar que, yo le he pedido, pusimos a Laura (Sarabia) en ese esfuerzo de Cancillería, una misión que es que el ferrocarril, el puerto de Bahía Portete, que es concesionado hace mucho tiempo al Cerrejón, pueda ser usado por tiempos civilmente.
Hay una pista aérea en Bahía Portete internacional, creo que le falta muy poquito para que sea internacional. Hay un puerto a donde pueden llegar barcos, llegan obviamente, y hay un ferrocarril en línea directa desde la mina de carbón, pero podría extenderse hasta Valledupar, incluso más abajo hasta donde vamos hacia Santa Marta.
Entonces, si uno mira la Alta Guajira y la pone en un mapa, la Alta Guajira es alta por Baubira, por unas montañas, pero realmente es el norte guajiro extremo. Si ustedes ponen al frente República Dominicana Punta Cana y Haití que están en problemas, y al lado derecho Aruba, Bonaire, Curacao, ustedes tienen un triángulo de millones y millones de turistas extranjeros que llegan ahí, pero no a la Alta Guajira.
¿Cómo incrustar la Alta Guajira al triángulo? Pues necesitamos el apoyo del pueblo guayo, que está aquí presente, algunos de sus representantes.
Aquí este tema es complejo, porque si nos sueltan un pedazo de la concesión que ya no exporta tanto carbón, este es uno de los efectos de lo que estoy hablando, ya eran 50 millones de toneladas que iban por esos ferrocarriles al mar y ahora son 10. Pues, indudablemente hay unos tiempos de infraestructura que está ahí perdida, digamos, es un costo, un costo incluso para los carboneros.
Si hacemos una transacción, hay que mirar números, etcétera, entonces una parte de ese tiempo desocupado de pista aérea, de puerto, de ferrocarril se usa con fines civiles, no solamente turísticos, sino de la población misma de la región, pues la población misma de la región podría empezar a desarrollar un foco de atracción turística y cultural. No puede ser una Bocagrande, tiene que ser la cultura Wayuu, encontrándose, siempre se ha encontrado desde hace mucho tiempo con pueblos extranjeros, mirando la belleza de la Alta Guajira, pero sin degradar la cultura.
Esa es una complejidad, pero esa riqueza de atraer un millón, apenas, de los que van a Punta Cana, a Aruba, a Bonaire. Es un millón de personas y regaría una riqueza que podría superar buena parte de los problemas sociales que hoy tiene la Alta Guajira, que el primero es agua potable. Lo dejo para que ustedes lo discutan con las comunidades, los palabreros y las lideresas de la comunidad Wayuu porque esto puede ser este año.
Sí, los dueños del Cerrejón, de la concesión lo permiten, y serían ustedes los beneficiarios y tendrían que ser gestores turísticos de la Alta Guajira, en comida, en hotelería y en cosas de esas. Y si este núcleo de la Alta Guajira - Santa Marta se desarrolla, pues vamos, rompiendo las barreras hacia arriba, yo creo que ya usé mucho tiempo.
La campaña mundial publicitaria, que llevo dos años y medio insistiendo e insistiéndose, se de los desarrollos que ha tenido, yo mismo la he llevado, las críticas que nos han hecho cuando fuimos a Davos, yo no quise ir a Davos porque ya prefieren a Milei (Javier Milei, presidente de Argentina), entonces ya no voy a Davos, pero hay que llevar a Colombia y entonces no es porque no vaya, no va a la casa, así cueste, pero es que eso, usted sabe, significa un rédito muchísimo más alto cuando la gente llega aquí.
Visualización de Colombia en redes sociales
Y usted me ha mencionado Osaka, está bien, pero yo creo que tenemos que pasar a una campaña masiva por redes de publicidad, “Colombia país de la belleza”, diversificada en Facebook, en el Twitter, que ya me toca salirme a mí también de ahí. Pero ustedes, digamos, hay que hacerla, porque ya es irnos, dependiendo de los estudios de origen del turismo, básicamente sigue siendo americano, tenemos que irnos a focos, que yo veo, acabo de pasar por Emiratos Árabes Unidos y Qatar, no son muchos, pero sí muy ricos y no tienen árboles, cierto, pues fuera de algunos, pocos.
Colombia tiene que ser un paraíso para cualquier árabe de Qatar o de Emiratos Árabes, los colombianos se van para Dubái, pero ellos quisieran venir para Colombia, entonces ya establecimos en las aerolíneas y ya hay un contacto entre dos sociedades, les voy a comentar una anécdota, ya se me está desocupando el auditorio, pero aquí están los más interesados.
Gabriel García Márquez, el mayor influenciador
Hablé con un intelectual palestino que tiene un Centro de Estudios Sociológicos en Qatar (un palacio) un centro de estudios allá es un palacio, que le da uno envidia, porque es una biblioteca hermosísima, y estuve más o menos hora y media hablando con él, y le hice una pregunta: la literatura árabe contemporánea, ¿Cómo es la literatura árabe contemporánea? y ¿Si él había leído Cien Años de Soledad?, y entonces me contesta, me dice, no, es que la literatura árabe contemporánea tiene como su mayor influenciador a Gabriel García Márquez.
Esto me lo dicen en Qatar, no aquí en la embajada, en Qatar, entonces uno dice, pues que es el colombiano más universal, y si nosotros no estamos usando, pues ya Netflix nos ayudó, pero hay que hacer más, y por algo Netflix lo hizo, pues es business, y esa serie es una embajadora de Colombia, que hay que saber, pero, indudablemente lo que me dijo este intelectual, da para que sea la cultura lo que más atraiga de Colombia.
Estamos enraizados en muchas civilizaciones del mundo, interesadas en lo que esto es, obviamente hay que poner los medios, hay que poner la información, pero empieza a haber un flujo que nos puede llevar hacia los 12 millones de turistas, si entramos a China, si entramos a Japón, si entramos al mundo árabe en general, si entramos pues a la Europa, que no es que vengan muchos, fuera de algunos españoles a Colombia.
Alianza público-privada para fortalecer el turismo
Entonces esa campaña mundial también debe ser una misión público-privada, porque tiene que tener la calidad estética máxima, que lo da el contenido, ‘Colombia país de la belleza’, pero tiene que ser, ahí hay que meter un billete, aquí hablamos ya de 190 mil creo, sí, 190 mil millones de pesos.
Si es así, pero se puede hacer más, 190 mil nos da más o menos qué, en dólares, 4 mil millones de dólares, no, más 40 mil, no tampoco, 190 mil le quitas tres ceros, entonces son 190 millones de dólares, si divides entre cuatro, te da cuarenta y pico millones de dólares, cuarenta y pico, algo así, 50 millones de dólares, 50 millones de dólares no es nada, ya cuando salga de la Presidencia no voy a repetir lo mismo, pero 50 millones de dólares no es nada porque ahí si le cuento, cada cerito ya es, pero 50 millones de dólares, tenemos que hacer una vaca más grande, pues la oportunidad para que eso reedite, de rédito, pues tenemos que hacer una campaña buena, de calidad y donde nos interesa, y las redes son fundamentales.
Pero esto implica calidad de producción, calidad, no un país vendiéndose pobremente, es un país que no se vende, sino que abre sus puertas, pero con mucha cultura y estilo, y eso es dinero, porque eso vale, hay que pagarlo, entonces dejo eso, entre varias ideas.
Pistas aéreas para fortalecer el turismo
Las pistas aéreas van, pero no todas, Chiribiquete, nada, Aerocafé, ojo, no sé si hay caldenses aquí, pero ya me estaban metiendo los mismos que se tiraron la pasada licitación, ojo ministro, porque nosotros nos comprometimos a hacer Aerocafé en este gobierno, pues no todo, pero a construir buena parte en este gobierno, y no podemos hacer lo mismo que hicieron los gobiernos anteriores, que fue dejar robar la plata. Entonces yo le pongo, porque ya hay movimiento hacia ese propósito y nosotros no vamos a dejar, tiene que haber una veeduría, Aerocafé, Armenia, las zonas cafeteras, todos sabemos el potencial que tiene, poco conocido todavía.
Ahí va a haber una —ya empezó en enero— facultad de Inteligencia Artificial de la Universidad de Caldas, y ahí también hay un enorme potencial de nómadas digitales que se puede usar. Y aquí en Bogotá tenemos el corredor Candelaria - Las Cruces, que yo como alcalde quedé embolatado y nada que nada.
Sí, si esta, pues nos movimos un poco, pero es que de la Candelaria hasta el Parque de Las Cruces, donde vivió mi mamá y no el Petro, es que tenemos que lograr un gran corredor cultural, arquitectónico, tradicional, de teatro, de restaurantes, porque es la ciudad antigua, nuestra, el corazón aquí de Bogotá, corazón, el corazón debe vibrar, si el corazón no vibra, la ciudad va muriendo, como está muriendo, entonces, este es un tema que no está en la agenda.
San Andrés y su universidad, nada que nada, no sé si está el gobernador de San Andrés, la vez pasada estaba, pero dele que te dele, y dele que te dele, dele que te dele, y no está la universidad. Y el turismo a San Andrés puede empezar a ser un turismo educativo y de salud, fuera el que ya existe. Y si es educativo, porque ponemos una universidad de alta calidad, políglota, en San Andrés, y llegan son estudiantes a estudiar, se irán después, entonces San Andrés empieza a ser el cerebro del Caribe.
Y si San Andrés es el cerebro del Caribe, no solamente ganamos influencia, que la teníamos en tiempos de Bolívar y Padilla en el Caribe, sino que además atraemos, se va volviendo un imán de atracción, y entonces esos déficits de turismo que ya no existen en San Andrés, se acaban.
Descarbonización del turismo
Y, finalmente, dejo esto, la descarbonización del turismo. Igual que hablamos que reemplazar el carbón y el petróleo por turismo, hay que reemplazar el carbón y el petróleo dentro del turismo, donde se pueda, porque cada vez en el mundo vendrán más y más turistas a donde no se emite CO2, a donde se ayuda incluso a absorberlo. Y esto va a ser cada vez más determinante, porque cada ser humano va a saber, va a entender cada vez más, y lo va a sentir, no sólo a conocer, que entre más logre ayudar a la absorción de CO2, más vida habrá en el planeta, y nos aislaremos, nos separaremos de la extinción, y este es el tema de hoy del turismo.
Entonces, cómo ofrecer turismos descarbonizados en el hotel, en la forma de presentar la comida, en el transporte, etcétera, etcétera, en la arquitectura del hotel, etcétera, en los paneles, la energía limpia. Es un asunto que en mi opinión no lo hemos tocado aún, pero creo que el gremio del turismo debe acometer como un plan gradual, pero permanente y profundo. Colombia ofrece un turismo descarbonizado, eso dispara más nuestras cifras y las ganancias, si se empieza a hacer bien.
Bueno, gracias por haberme escuchado, muy amables, entonces, creo que estaremos en la próxima Vitrina, que será la última.
(Fin/mha/relz)