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Discurso

Palabras del Presidente Petro durante la ceremonia con motivo de los 105 años de la FAC

Foto: Presidencia de la República

Bien, ya es más de un siglo, exactamente esta base aquí, esta área de mantenimiento, cumple un siglo exacto. Y nuestra Fuerza

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Madrid, Cundinamarca, 8 de noviembre de 2024

Bien, ya es más de un siglo, exactamente esta base aquí, esta área de mantenimiento, cumple un siglo exacto. Y nuestra Fuerza, que se llamaba Aérea Colombiana, cumple 105. El nombre Aeroespacial no es simplemente un cambio de nombre, es un cambio de intenciones. 

El mundo del siglo 21 nos obliga cada vez más a explorar unos terrenos que antes no conocíamos o que nos eran muy ajenos. Ya no se trata, y nuestra Constitución así lo dice, desde 1991, de solamente tener una soberanía sobre nuestro espacio aéreo. 

Nuestra constitución va más allá. Desde 1991 habló de otro tipo de soberanías que tienen que ver con el espacio, con la órbita geoespacial, y que ameritan también que seamos capaces de ejercer nuestra soberanía en ese tipo de espacio, no solo sobre nuestro mar territorial, que pudimos defender en este Gobierno, por fin, y de tener el avance de la pretensión nicaragüense sobre San Andrés y Providencia y el mar territorial de Colombia. 

No solamente, obviamente, sobre nuestro territorio continental e insular, no solamente sobre nuestro espacio aéreo, sino también sobre la órbita geoestacional que nos rodea y que nos permite tener una posibilidad de uso de satélites mucho mejor que la de otros países del mundo y que hemos desechado por nuestra debilidad económica, y más que por nuestra debilidad económica, por nuestra falta de miras, que ha sido uno de los aconteceres de la política nacional, quizás desde antes de que fuéramos República. 

La falta de miras, que a veces nos hace ver pequeños y no lo somos, y que no nos ha dejado construir una nación grande, a pesar de tener todas las posibilidades de serlo.

La soberanía nacional


Junto a República Dominicana, creo, Colombia y México son los únicos países en América que han perdido territorio desde su creación. Y no me voy a meter en el proceso político mexicano, pero es indudable que cuando una nación pierde territorio es porque es débil en el momento en que lo ha perdido. Colombia lo ha perdido desde tiempos, ya hace más de un siglo, y amerita que se construya como una nación y amerita como se hace, quienes manejan autos lo saben, alzar las luces, para poder mirar más allá y para poder construir destinos mejores para el pueblo y la sociedad colombiana. 

Por eso el cambio del nombre. El cambio del nombre tiene que ver con que seamos capaces de estudiar una serie de temas que antes no habíamos tocado. 

Hemos hablado de la ciberdefensa, ahora se puso de moda, las palabras a veces confunden, no es lo mismo ciberdefensa que espionaje. 

Y en eso tenemos que trazar una frontera porque las fronteras también son débiles. No es lo mismo tener un software para cazar mafiosos que hacerlo sin orden judicial, a menos que la Constitución del 91 no sirva para nada. Pero entonces tendríamos que decir que nuestra democracia se ha debilitado al máximo. 

Nuestra soberanía no es solamente alzar una bandera, sino que las principales decisiones que se toman en Colombia la toman las y los colombianos. Si las toman otro tipo de personas, cualesquiera que sean y cualesquiera que sean sus móviles, entonces hemos perdido soberanía. Y yo que sepa, la bandera colombiana se alzó por primera vez en aquellas batallas de las que hablamos mucho, fue precisamente para ser soberanos.

Nuestro Himno Nacional lo dice exactamente: “El pueblo es el soberano”. Por eso un rey se fue de aquí y su ejército. Y el pueblo es el pueblo de Colombia, el único soberano de Colombia. 

La ciberdefensa debe estar en manos nacionales


Así que las discusiones que están por venir, que van a ser intensas, complejas, lo sé, quizás yo las desaté, siempre desato discusiones, me gusta. Pero en su complejidad tiene que haber un eje fundamental.

Un Presidente de la República está para hacer respetar la soberanía nacional, y la soberanía nacional es el pueblo de Colombia. 

Y esa soberanía, no solamente en términos de decisiones, etcétera, de los rumbos que tiene que tomar Colombia en el futuro, en el presente, ya los tomó en el pasado y es irreversible, tiene que ver también con este tema de saber, de conocer sobre la ciberdefensa, que tiene que estar en manos nacionales, nuestra ciberdefensa, que tenemos que saber hacer programación, que se basa en matemáticas, que sabemos hacer y debemos saber hacer software que nos permitan defender esa soberanía, porque ahora la guerra es así, las amenazas son así. 

Los soldados, lo decía ayer, creo, antes de ayer, ya no se miran a los ojos en los combates, unos de un ejército, otros de otro. En las guerras mundiales era así, en la Primera Guerra Mundial fue tan así, que en medio de una carnicería los jóvenes que se mataban de una nación con otra en Europa, terminaron mirándose a los ojos y pactando la paz ellos mismos, porque no podían entender cómo se podía matar uno con el otro. 

Hoy no es así, hoy es más frío, hoy la técnica permite una destrucción, que incluso yo llamaría masiva, incluso planetaria, y en esa medida el que nosotros sepamos defendernos, el que sepamos de las nuevas tecnologías, el que sepamos desarrollarlas, es un principio fundamental de la soberanía. 

La nueva Fuerza Aeroespacial Colombiana


Se abre una discusión ahí, si los satélites, si la lógica satelital, si el conocimiento de las aplicaciones satelitales, que ya se empiezan a desarrollar en Colombia y en la Fuerza Aeroespacial, deben tener un espacio civil, porque no solamente se utilizan para la defensa, su mayor campo de aplicación tiene que ver con la crisis climática, lo acabamos de ver en la Ciudad de 

Bogotá: se puede prevenir cuándo viene una tormenta de esas, no con mucho tiempo, pero se puede. 

A Bogotá yo le compré una antena muy compleja, un radar, el último que sí supe era que no lo sabían manejar, que podía prever el cálculo de las nubes, el acercamiento de una tormenta. Igual se puede hacer sobre satélites, con satélites, la crisis climática, la agricultura, los tiempos de siembra, el catastro nacional, la forma de definir los límites de los predios, etcétera, etcétera, etcétera. 

El tema de la hoja de coca, el tema de los narcóticos, el tema de la selva amazónica y cómo poderla salvar. Las quemas que se producen en áreas débiles ambientalmente o en la selva, sea la del biochocó geográfico, sea la del Amazonas, nos obliga a manejar técnicas satelitales y las técnicas satelitales ya no están en nuestro espacio aéreo, están en el espacio que sigue más allá.

Por eso que la Fuerza Aérea Colombiana, ahora por Ley, se llame Fuerza Aeroespacial, no es un simple cambio de nombre, es el comienzo, porque es un comienzo para un nuevo campo de acción de la sociedad colombiana sobre su territorio que incluye la órbita y que incluye, entonces, la capacidad de dominarla, de usarla y por tanto implica el desarrollo de un conocimiento que en estos espacios donde estamos, o en otros, se tiene que desarrollar y se tiene que desarrollar ya. 

Crear la Agencia Aeroespacial Latinoamericana


Solo diría que el espacio se conquista, así hablaban cuando éramos niños, antes por las grandes potencias, fue la Unión Soviética la primera, Estados Unidos que nunca ha abandonado ese espacio; ahora uno observa que la Unión Europea, que la China, que los grandes capitales privados, el señor Elon Musk que debe estar muy contento, pero ¿por qué no Latinoamérica? ¿por qué no estamos juntando las naciones, independientemente de nuestras diferencias, en América Latina para intentar iniciar una Agencia Aeroespacial Latinoamericana.

Le propondría general (Luis Carlos Córdoba, Comandante de la FAC) que a través de la Fuerza Aeroespacial Colombiana estimuláramos, lideráramos, construyéramos paulatinamente, sobre todo ahora que vamos a tener la presidencia de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) desde el año entrante, y que nos permite una articulación latinoamericana desde Colombia mucho más eficaz. 

He intentado que Colombia se convierta en centro del mundo en muchos temas, ya lo demostramos en la COP16 (realizada en Cali), ayer tuvimos 143 ministros de Gobiernos diferentes del mundo buscando cómo proteger a las niñas de la violencia; tendremos dentro de unos días la Organización Mundial del Turismo en Cartagena.

Pero sería también importante que a través de la CELAC que vamos a liderar el año entrante, yo como Presidente de la República seré Presidente de la CELAC, pudiéramos construir entre varios la agencia de medicinas, de medicamentos, que no nos pase lo del Covid-19 que nos quedamos en la cola de la compra de las vacunas.

Y en esto, general (Córdoba), que creo que es importante, acometer conjuntamente para cortar caminos con una Agencia Latinoamericana Aeroespacial. 

Una nueva Flota Estratégica para la FAC


La flota Kfir no pasó, no pudo, ya está muy viejita. Las señoras esposas de los pilotos ahí, a través de ciertas personas, me han dicho que están muy preocupados con la vida de sus pilotos porque esos aviones tienen más o menos 50 años, han sido reparados una y otra vez y, obviamente, cada vez que pasa un mes son más peligrosos. Y perder la posibilidad de tener lo que ustedes llaman una flota estratégica del aire, pues tiene que ver con la soberanía, es un estímulo a que la soberanía colombiana sea quebrantada. 

Creo que por deficiencias técnicas que tenemos en Colombia no podemos depender de un solo proveedor de armas hoy en el mundo, creo que es una equivocación dada las condiciones en que se está desarrollando la geopolítica mundial. Una forma de ser independientes es ser plurales en los abastecimientos de la logística de la Fuerza Pública de Colombia y no permitir monopolios, ni nacionales ni extranjeros, porque nos haría dependientes. 

Por eso, con el General Córdoba desde hace ya dos años venimos hablando de este tema. Con sus más, con sus menos, somos muy codiciados en los eventos internacionales por los vendedores de armas y aviones, pero hemos tomado la decisión de, dada la vejez de la actual flota estratégica, de reemplazarla por aviones nuevos de última tecnología. Compiten ahí en las potencias de su capacidad destructiva. La veo más como una flota de desestímulo a romper la soberanía de Colombia. Y hemos ya tomado decisiones, aún en estudio, ya hablaremos públicamente de ello. 

Quiero sí anunciar que esa nueva flota de aviones de la Flota Estratégica de Colombia, de la Fuerza Aeroespacial de Colombia, no va a causar un impacto fiscal para este año, ni para el año entrante, ni para el que sigue. Mirando lo que los economistas llaman el plan financiero de mediano plazo, hemos empezado a lograr negociaciones que permiten suficientes años de gracia para que no impacte en nuestra actual crisis fiscal presupuestal.

A bon marché (a precio justo, en francés), dicen los franceses. Esta frase en francés no significa absolutamente nada, sino que es a precios justos y con las mejores condiciones fiscales para Colombia. Podrá sentirse orgulloso el país cuando esa flota esté completa y vuele por estos cielos. 

Espero que el primer vuelo, así no sea presidente, me inviten a subirme. Soy de los pocos seres humanos que se han subido en una nave de esas y roto, no sé cuántas veces, la velocidad, la velocidad, el sonido, eso no lo tienen, esa experiencia no la tienen muchos, aquí pocos colombianos, a los que hay que enaltecer precisamente haciéndolos que se suban a un avión moderno y sin peligro, para sus vidas ni para su familia. Y ojalá me inviten a subirme en uno de esos, allá estaremos. 

Y esa nueva flota tiene un componente, por las dinámicas financieras mundiales, se ha construido, no es bueno que un país se dedique a comprar armas sin una especie de compensación por el uso de sus recursos en ese tipo de tecnología que, al final, representa es una tecnología de la guerra y de la defensa. 

A eso se le ha llamado el offset y el Gobierno actual que representó ha decidido una negociación específica sobre el offset que es lo que el país y la empresa constructora de ese tipo de tecnología puede ofrecerle a Colombia, que no es de guerra, sino cuál es el ofrecimiento en materia de paz. Es una posibilidad de ampliar, como yo decía al principio de este discurso, las miras, a cambio de comprarles esos aviones que entregan a Colombia, eso se llama el offset. 

Y ya estamos trabajando, también lo diremos públicamente en el momento en que se finiquiten las negociaciones, unos temas que sean estratégicos, no solamente desde el punto de vista militar, sino desde el punto de vista del conjunto de la sociedad colombiana y su inmediato futuro. Este anuncio quería hacerlo desde aquí porque el evento lo amerita.

Homenaje a los soldados caídos


Quiero rendir un homenaje al patrullero Dubán Perdomo, de la Policía Nacional, que fue asesinado en Convención, municipio de Convención, Norte de Santander, el día de fiestas, ferias y fiestas del municipio de Convención. En medio de la fiesta matan a un joven, un patrullero, un joven y el pueblo en fiesta y lo que pensó el que disparó desde alguna distancia, puede matar a un joven en la fiesta. 

Ya hemos visto eso varias veces, pero ¿qué puede haber detrás del alma de una persona que escoge’, no es un combate, no es al azar, no está defendiendo su propia vida, está en una posición dominante y escoge predeterminadamente una persona uniformada, lo ubica y dispara sobre él sabiendo que lo va a matar. Allí hay otra condición humana, que no es propiamente la del guerrero, la del combatiente, sino la del asesino. 

Y la familia del patrullero Dubán, su esposa ha escrito, ha escrito a las instituciones, me ha escrito a mí, le ha escrito al alcalde de Convención, entiendo su dolor, ha escrito prácticamente encima del cadáver del patrullero Dubán Perdomo, pero yo le pido aquí al general (Nicolás) Zapata (Subdirector), que está representando a la Policía Nacional, que la señora, ya me ha tocado varias veces con el coronel que estaba en mi servicio y que se suicidó -a veces uno dice ‘lo hicieron suicidar’, ese es un tema muy complejo para abordarlo aquí.

Pero creo que su familia debe y merece, a través de su esposa, mantener las posibilidades del cuidado de los niños, de sus hijos, de su estabilidad, ojalá de su progreso, de lo que él quisiera si hubiera estado vivo, que hubiera sucedido con sus hijos y su familia, como todos nosotros hemos querido con nuestros propios hijos y nuestros seres queridos. Entonces quiero un plan, que me lo lleven a la oficina, ojalá la señora cuando ya esté libre de su dolor, parcialmente libre de su dolor, porque eso nunca pasa, que podamos darle una posibilidad para la vida de ella y de sus hijos.

También ha muerto el día de hoy, o ayer, me habían dicho que estaba herido, hoy murió, el soldado Pedro Fonseca en El Plateado, municipio de Argelia, Cañón del Micay. El soldado pasaba con sus compañeros en su función, en su ejercicio de vigilancia interna del municipio de El Plateado, del corregimiento de El Plateado, y allí colocaron una moto con explosivos, lo hicieron explotar exactamente a su paso. Fue herido y murió finalmente, hay herida una civil, una mujer de El Plateado.

Lo hicieron hoy porque hoy inauguramos la torre de comunicaciones para telefonía celular y otras en El Plateado y empezaba a funcionar, y debe empezar a funcionar la emisora de RTVC, la radio y la televisión pública de Colombia. Y qué bien que empiece una primera emisora allí donde más de mil soldados pudieron tomar un territorio que hace años estaba vedado y en poder del narcotráfico, yo le he llamado la ‘bolsa internacional del narcotráfico’. 

Aquí no hay una guerra ideológica, aquí hay un traqueteo y lo que están defendiendo en Micay es una economía que mantiene a los campesinos, esa es la realidad, porque nadie ofreció otra alternativa. 

La zona es un mar de hoja de coca, pero que beneficia a gente que no vive ahí, a narcotraficantes que viven incluso fuera del país. Mandan sus, eso tiene un nombre, pero ya lo olvidé, sus cadenas del narcotráfico desde Albania, desde Croacia, desde Alemania, desde México, muchos de México, a negociar las toneladas de cocaína en El Plateado, y esas riquezas ni siquiera quedan en Colombia, esos excedentes económicos quedan allá en esos países, aquí en Colombia queda la sangre. 

Y no nos hemos dado cuenta de eso, a veces porque se puede tener el pan para los hijos en las familias campesinas no nos hemos dado cuenta de que este soldado, por ejemplo, seguro si sabemos de su vida personal, de dónde nació, pues es un hijo de campesinos igual. 

Un hijo de campesino mató a otro hijo de campesino. A veces lo que vemos es que un niño mata a otro niño, a veces lo que vemos es que un joven negro mata a otro joven negro, un pobre mata otro pobre, porque allá no mueren los ricos. Los ricos usan a los dos jóvenes pobres para pasarse una buena vida en París o en Madrid o en Miami, les encanta muchísimo Miami, o en Bogotá o en Medellín donde los estamos capturando y hay que seguirlos capturando general (Zapata). 

Al jefe de la junta del narcotráfico que tiene a su servicio a ‘Iván Mordisco’, así sus hombres creyendo que hacen una revolución, no lo saben. General, esa es una orden. 

Orden de Boyacá a tropas en El Plateado


El Plateado y el territorio liberado, porque lo dije ahora en un trino, el soldado Pedro Fonseca es un libertador, pertenece a esa época de los libertadores, no es un represor. El que lo mató y el que dio la orden son represores del pueblo, porque su único móvil es la codicia, ganarse un billete, y entre más alto, más billetes se ganan. Por tanto, el soldado Pedro Fonseca, muerto, caído, es un libertador del pueblo del Micay, y murió allí. 

Y he decidido que las personas que entraron el primer día a El Plateado reciban la máxima distinción de Colombia, la Cruz de Boyacá. 

Todos los soldados y sus oficiales, los que entraron a El Plateado, para que nuestro comandante en jefe tome las notas y hagamos los trámites, yo creo que un soldado se merece la Cruz de Boyacá. No es para las altas dignidades del mundo de Colombia, es para el que tiene que enfrentar allí, pasando el frío, el hielo y el riesgo, las posibilidades de construir un mejor país. Todos, sin excepción. 

Nadie se retira de El Plateado y hay que avanzar sobre el cañón del Micay. Este es un símbolo. Sabemos que ahí no está todo el narcotráfico, toda la codicia que está sembrando de sangre a Colombia, pero es que ahí estamos enseñando qué va a pasar. Nadie se retira de ningún territorio liberado en Colombia de la codicia, le devuelve a la codicia el territorio. En ninguna parte. O hay paz o se van. 

Y ese se van puede tener múltiples caminos. Pero la paz, de la cual yo no reniego porque el bien supremo de una nación es la paz, se ha ofrecido generosamente y el que no quiera, como hizo ‘Iván Mordisco’ y su gente, pues recibe lo que la sociedad pide que reciba, lo que el pueblo colombiano ordena que reciba, por traicionar al pueblo de Colombia y por traicionar su ilusión y su esperanza de paz. 

Con estas dos personas que han muerto en los últimos días, pues yo termino mi intervención, porque ojalá no tengamos que hablar de más personas. La paz consiste en que nos dejemos de matar. El día que nos dejemos de matar entre nosotros, ese día empezará la construcción de la gran nación colombiana. 

Gracias muy amables por haberme escuchado.

(Fin/aga)