Bogotá, 4 de febrero de 2025
Entonces, hemos decidido hacer estos Consejos de ministros, no todos, obviamente, porque aburro a los televidentes. Estos consejos son de horas y horas, y a veces llegan hasta la medianoche y más.
La democracia es que el pueblo pueda vigilar, participar y decidir. Y los conciliábulos secretos, los actos administrativos que se toman entre las tinieblas -algunos toca- cuando son de seguridad nacional y otros, pero en su mayoría todo acto administrativo debe ser público y transparente, si no esto no es una democracia.
Y como nosotros hemos decidido que el Gobierno de Cambio debe profundizar la democracia en Colombia, porque casi no existe, hemos tenido más bien es una aristocracia que yo prefiero llamar oligarquía, donde en vez de administrar y gobernar se hacen negocios, pues yo prefiero que el pueblo sepa que decimos nosotros, porque aquí no tenemos nada que ocultar.
Y porque hay que demostrarlo, no solamente decirlo. Esto, obviamente, implica cambios en la manera de ser administrativo, casi que, en todos los aspectos, porque un pueblo vigilante hace que la política como teatro desaparezca, que la mentira como política desaparezca, que la doble moral y la falta de franqueza desaparezca, que la actividad pública debe ser eso, al servicio de lo público.
Y si no, nosotros no somos el cambio y queremos ser el cambio, para eso nos eligió el pueblo. No hay otra razón del pueblo por la cual, Petro es presidente, que cambiar este país, porque este país está matando, no el país, sino los gobiernos, están matando a la gente, sea de hambre, sea físicamente, como lo estamos viendo en La Escombrera. Y nosotros no hacemos eso, nosotros queremos que la gente viva.
Y una gente viva, profundamente, una gente que no solamente resuelve sus necesidades materiales de existencia, como la comida, sino también que sabe que hay unas necesidades espirituales entre las cuales poder gobernar su territorio y su país. Por eso hacemos esto público, no somos nosotros los que gobernamos, somos nosotros los que representamos al pueblo gobernando, eso es una democracia.
Y vamos a empezar, digamos, con toda la discusión que la misma oposición puede adelantar contra nosotros por hacer esto, porque tiene el derecho a controvertir, nunca había estado en un Consejo de Gobierno.
Que cierta norma vuelve secreto, cualquiera de ustedes que revele -ya lo han hecho otras personas aquí, sentadas con nosotros- secretos del Consejo comete un delito. Y a mí me parece que la política y el arte de gobernar no debe ser criminalizada, porque si no se pierde la libertad, como se viene perdiendo en Colombia aceleradamente.
La política tiene que ser libre y la administración, pues, supeditar exclusivamente al pueblo y a ningún otro interés, por muy poderoso que sea, ni económico particular, ni extranjero.
Se nos aburrirán muchos televidentes, es obvio, están acostumbrados a otro tipo de televisión. Esto yo lo aprendí, voy a ser sincero, en Cuba. Cuando no conocía eso fui, era en blanco y negro, y todo se transmitía, todas las reuniones se transmitían por la televisión pública.
Y a mí me pareció interesante, porque si el pueblo puede ver lo que hablan y dicen en sus reuniones los gobernantes, pues pueden vigilarlos. Y entonces un artículo de la Constitución como la nuestra, que habla del Estado Social de Derecho, pues lo estamos aplicando, porque no se aplica la Constitución. Hoy mismo creo que se demostró, pero aplicar la Constitución yo creo que es el acuerdo fundamental de los colombianos.
Y por eso entonces estamos al aire, algunos se aburrirán, pero llegaremos hasta el final de este Consejo, públicamente y en directo. Hay a las 8:00 pm un partido, nosotros seguiremos aquí. Ese es el primer punto, que yo creo que se entiende.
El segundo punto ya tiene que ver con las materias, propiamente del Consejo. Yo quise un primer punto, que son los compromisos que ha hecho el presidente, que se han hecho en los Consejos Territoriales de Gobierno, que mucha gente ha propuesto, que yo mismo he propuesto, que ustedes mismos han propuesto, pero quise hacer un ejercicio de saber de lo prometido qué se ha cumplido. O sea, cuál es el grado de cumplimiento de este Gobierno.
Con su programa presidencial de gobierno, que votó el pueblo por él, y con las mismas acciones que nosotros adelantamos con la población, porque hemos querido ser abiertos al pueblo. A veces me encierran mucho, no me dejan conectar al pueblo, pero, como decía (Julio César) Turbay, el presidente es el preso número uno de Colombia. Entonces, el ejercicio siempre ha establecido en el diálogo popular una serie de compromisos de gobierno con la gente.
Nosotros obedecemos a la gente. Entonces, he hecho un trabajo, me lo ha hecho Armando Benedetti, que está aquí sentado, con Juliana, que no se pone su cachucha, pero se las quiero presentar, porque esa cachucha me la acaban de regalar. Se la pedí prestada, pero que pueda conocer la gente a Juliana.
Juliana es un poco joven, digamos, pero muy activa, rebelde, como las juventudes que nos hicieron ganar las elecciones y que han construido un equipo, que es la jefatura de despacho, no de gabinete. Laura Sarabia sabe que siempre estuve en contra de eso, eso no existe en la Constitución. No hay un intermediario entre el ministro, la ministra y el presidente.
La Constitución dice, lo acabo de escribir en un trino, porque en un periodo de tiempo, como casi siempre, se equivocan, el gobierno, constitucionalmente, es el presidente y los ministros, los directores administrativos, eso dice la Constitución.
Luego, esa figura que se inventó Santos, el gobierno de Iván Duque, como cosa rara, yo lo que digo es que esa figura de intermediario solo sirve, al final, para hacer negocios y representa una no deja gobernar, porque no fluye el Gobierno, dado que el voto popular se expresa en el presidente, si un juez no saluda al presidente, no es porque pierda su independencia, es porque no acepta el voto popular. Entonces, se va uno hacia una aristocracia y no hacia una democracia, no hacia un Estado social de derecho.
Lo mismo puede pasar acá. El ministro es gobierno, pero el director o la directora administrativa es gobierno y, por tanto, responsable ante el pueblo de que el programa de gobierno elegido popularmente se cumple. Entonces, por eso no existe constitucionalmente esa intermediación y por eso lo que tenemos es unas formas organizativas, que así era antes, pero a partir de Duque no, no sé por qué razón.
Duque delegó su poder presidencial en unas personas que cuando uno va y mira aquí, yo creo, le quitaron el dinero al pueblo. La demostración es Monómeros, en Barranquilla. Entonces, aquí recuperamos la vieja tradición, no por tradición es mala, que no era así.
El ministro es parte del gobierno y el ministro gobierna con y no sin el presidente. Y eso aquí tiene que corregirse, porque yo lo que he visto es muchos ministros y ministras haciendo lo contrario del programa de gobierno y eso se acabó. Y la demostración es esto.
Compromisos presidenciales con el pueblo
El trabajo que hizo la señora María Fernanda Gaitán, que está en una unidad que se llama de cumplimiento, precisamente, junto al Despacho del presidente, que es precisamente para saber o no saber cómo va el programa de gobierno.
Pues aquí ha presentado un trabajo a través del jefe de Despacho, que aquí está haciendo estos datos, que dicen lo siguiente: en términos de compromisos presidenciales, hechos en reuniones con el pueblo. Aquí no hemos entrado al programa de gobierno, que ya presentaremos informe.
Compromisos presidenciales en las reuniones con el pueblo, en diferentes regiones de Colombia, porque yo me he dedicado a andar los caminos, caminante no hay camino, como dice la canción, entonces el camino se hace caminando.
Se recogen compromisos presidenciales, en total son 195 compromisos, casi 200, hechos en las reuniones con el pueblo, de frente al pueblo, o escuchando al pueblo, y hablando frente al pueblo.
Cada ministro ha ido a esas reuniones, excepto los nuevos, porque se han llamado gobiernos con el pueblo. No es una imitación de lo que hacían Uribe y las Farc, juntos, cada cuál por su lado, pero lo mismo. Se oye al pueblo y no se le hace caso, ojo, porque entonces esa es la vieja audiencia del rey español, oír, pero no cumplir, porque el rey es el poder y no el pueblo, el pueblo es súbdito.
En una democracia no es así, no existe rey, las revoluciones le quitaron la cabeza al rey. Es el pueblo el soberano, ¿cierto?, es el pueblo el que manda, nosotros somos sirvientes del pueblo, sirvientas del pueblo.
Entonces aquí hay 195 compromisos hechos, establecidos con el pueblo, de los cuales 146 no se han cumplido hasta el momento, señores y señores. Anoten, los tengo todos por Ministerio. Entre otras, ministros, ¿quiénes no han llegado?: ministro de Justicia, Ángela María Buitrago; Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; Ministro de Educación, José Daniel Rojas, que casi nunca me acompaña a estas reuniones; Ministra de Ambiente, María Susana Muhammad, y Ministro de Deporte, Luz Cristina López. ¿El ministro de Defensa ya vino? Vale.
El director de Planeación, Alexander López, no ha venido. Algunos, porque tienen permiso del presidente, en algunas cosas internacionales, otros no sé por qué. Entonces, anote, Jorge (Rojas Rodríguez, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, DAPRE).
Estos compromisos no cumplidos están distribuidos así: educación, 18 compromisos sin cumplir, el 95 % del total de lo que hemos hecho. Como había dicho desde el principio, educación no ha girado hasta el momento alrededor del programa del gobierno, sino a otras cosas.
Mi mayor error fue haber puesto de ministro de Educación a Alejandro Gaviria, porque no entró a cómo colaborar con el programa de gobierno elegido por el pueblo, sino a cómo detenerlo. Y no es el único ejemplo, y no es que se haya acabado con su salida, la costumbre siguió.
Entonces, si el Ministerio de Educación no le responde a la juventud de Colombia que nos hizo elegir presidente, nosotros no sabemos aquí dónde estamos parados, porque es la prioridad del presidente, y por tanto debería ser el ministerio con más compromisos cumplidos, que tienen que ver con la cobertura de la educación superior, pública y gratuita, que tiene que ver con que los niños y niñas tengan preescolar, que tiene que ver con que lleguemos a la ciencia superior al lado de la sensibilidad.
Por eso hablamos de facultades de inteligencia artificial, que aquí tienen que ser presentadas, académicas, no simbólicas, en Zipaquirá, en Usme, en Santa Marta y en otros lugares donde dijimos. Tiene que ver con que la sensibilidad se enseñe en el colegio.
La inteligencia artificial se hace a partir de que todos los niños y niñas estudien programación de computadores y la sensibilidad tiene que ver con que en todo colegio los niños y niñas puedan estudiar arte, programa fundamental del Ministerio de Cultura y deporte, o sea, educación física, programa fundamental del Ministerio de Deporte. Educación se encarga de todo lo demás, incluido que la historia se enseñe en todos los colegios, porque un pueblo que no sabe historia no sabe en dónde vive y no sabe para dónde va.
Por eso todas las veces yo en mis discursos hablo de historia y nadie me entiende. La diferencia entre Bolívar y Santander, la diferencia entre arrodillarse o ser libre, lo que Bolívar hizo diciéndole al rey, no. Y entonces yo le digo al nuevo rey, no, y mi gobierno se asusta.
Ni siquiera el pueblo, el gobierno se asusta. Y entonces, ¿qué fue lo que aprendimos de Bolívar? Pero como no conocemos la historia, no la leemos, no hay un estudio desde niño, el que quiso, creo que fue César Gaviria, quitar los estudios de historia, lo que quiere es un pueblo desmemoriado y un pueblo desmemoriado lo tratan como un rebaño y el rebaño va al matadero, como ha pasado en la historia reciente de Colombia. Nos hemos dejado matar.
Entonces, energía. Estoy en orden de incumplimiento, compañero (Andrés) Camacho, en orden de incumplimiento. Energía, 16 proyectos sin cumplir el 84 %.
Energía tiene que ver con el tránsito a energías limpias. Aquí yo junté energía con Ecopetrol, porque ustedes saben que depende del Ministerio, depende formalmente del Ministerio de Educación.
La junta directiva es del gobierno, porque somos la mayoría accionaria. Y cuando nosotros vemos que el tránsito a energías limpias no es lo suficientemente rápido, es porque su principal operador no lo está haciendo rápidamente, que es Ecopetrol.
El Tiempo sacó un titular que dice, hoy en primera página, que dice Ecopetrol mantendrá las operaciones de ‘fracking’ en Estados Unidos hasta el 2026. ¿Qué quiere decir eso, ministro? Si nosotros estamos contra el ‘fracking’, ¿por qué estamos contra el ‘fracking’? Porque es la muerte de la naturaleza y la muerte de la humanidad.
Y yo quiero que se venda esa operación para invertirlo en energías limpias en Colombia, que se discuta técnicamente, económicamente, pero no puede ser que nosotros estemos por la muerte y no por la vida, no en este gobierno. Claro, si el pueblo quiere votar por la muerte en el 2026, pues se le respeta. Quizá no nos dejemos matar, es lo único que podemos hacer.
Pero yo le voy a pedir al pueblo que vote por la vida, porque no hay más camino para la humanidad que detener el capital fósil. Y usted, ministro, sabe de lo que hablo. Entonces, se están incumpliendo porque los petroleros nos están ganando la partida, porque les tenemos miedo, y yo no les tengo miedo. Entonces, tome nota.
Defensa, 15 sin cumplir, de 23 el 65 %. Hay que decir que, contrariamente al prejuicio, el Ejército no está con el presidente, el Ejército le va a dar un golpe al presidente, era lo que pensaba la oligarquía.
Fíjese que es, comparativamente, en términos de porcentaje, uno de los ministerios que más nos han cumplido. Más nos han cumplido. Esto tiene que ver con algo, porque también El Tiempo, en su primera página, claro, El Tiempo dirá que el presidente solo lee El Tiempo, pero al desayunar leí la primera página, así la ojeé, entonces tengo eso en la cabeza, porque le iba a responder por trinos, pero le respondo desde el Consejo de ministros. Entonces, en defensa, ministro Iván (Velázquez), hay 15 incumplidos de 23.
Yo pienso que en los que hemos cumplido aquí está contabilizado el que hemos logrado subir el salario al soldado. Pero ¿cómo se puede decir que es honor, héroes, mandarlos al combate, hacerlos matar, hacer que maten ciudadanos inocentes, como pasó en los 6.402 jovencitos fusilados por el Estado, mayor crimen contra la humanidad en el territorio americano en los últimos siglos, o no, no diría siglos, en las últimas décadas.
Soldados y policías con dignidad
Entonces, nosotros dijimos, el soldado tiene que ser un ser digno como el agente de policía, no va a agredir a su congénere, a su hermano, si es digno, y la dignidad comienza por el estómago y por las ideas, pero si el estómago no está lleno, ministro, pues obvio, lo vuelven manipulable y lo hacen girar su arma contra el pueblo. Y Bolívar ya lo dijo y lo repito mil veces: maldito el soldado que voltee su arma contra el pueblo.
El titular de la prensa lo que quiere es voltear el arma del soldado contra el pueblo. Es lo que ha querido la oligarquía siempre, y no lo puede permitir la democracia. Entonces, que asesinen al joven, que asesinen al diferente, no, un ejército no está para eso, un ejército está para defender la nación y el pueblo, ministro.
Y entonces yo me he encontrado con una serie de hechos en estos últimos días mágicos que quise contestarle a Trump desde mi dignidad y al frente del mar; el mar que por primera vez conocí, de noche, porque no tenía sueño, qué tontería, y donde me mostraron la foto de los señores de Brasil esposados. Inmediatamente reaccioné como creo que deberías reaccionar cualquier hombre o mujer que sepa de las ideas de Bolívar y por qué estamos nosotros como Colombia, la República de Colombia aquí.
El que piense que se cometió un gran error diplomático tal, es que no se lo llevó nunca a Bolívar ni lo entendió, ni entendió por qué somos independientes y soberanos y por qué nos rebelamos contra un rey y por qué vencimos el ejército más poderoso del mundo en nuestra tierra, como los haitianos defendieron el ejército más poderoso del mundo en ese momento francés Napoleónico, que había derrotado a España en sus tierras. Se nos olvida la historia, no la estudiamos y perdemos nuestra razón de ser. Nuestra razón de ser como República es la libertad y la democracia; esa es nuestra razón de ser.
Y vuelvo al tema. El Ejército, entonces quiere El Tiempo, insinúa, que la oficialidad del Ejército está brava con el presidente porque se me fue un trino, mal hecho, casi nunca me había pasado, pero me pasó. Entonces leamos la carrera de acontecimientos e interpretémosla. Entonces Petro está en sus sanos sentidos y se arrodilla a Trump; no, ministra Laura.
Si nos arrodillamos perdimos el sentido de la nación y del pueblo y de su dignidad. Es decir, estamos diciendo históricamente que invitamos al rey y que fue un error haberlo sacado de aquí, un error ser República soberana y no, no, o por lo menos me tienen que matar a mi primero. No, este gobierno no se arrodilla, sigue un principio internacional que yo lo he tratado de agenciar cada vez que hablo en cualquier espacio internacional. Es la vida la política internacional de Colombia, porque Colombia es el corazón del mundo y por tanto debe ser una potencia mundial de la vida.
Esa consigna no es porque estamos borrachos o locos o drogados o no sé qué como nos acusan, porque es la esencia de Colombia. Potencia mundial de la vida. ¿Y entonces nos arrodillamos ante el petróleo, ante el poder del petróleo, no nos damos cuenta de lo que somos, se nos olvidó Bolívar que creyó que esto iba a ser una gran potencia más allá de Colombia precisamente porque éramos exuberantes, y nos arrodillamos?
Yo no me arrodillo. Si somos los defensores de la vida en Colombia y Colombia se vuelve la defensora de la vida en el mundo y para eso hicimos la COP16, no para presentar modelaje y ficciones y teatro, sino para presentar a Colombia ante la humanidad. No solo para que vengan de turistas, sino para que se sepa cuál es el mensaje central de Colombia.
¿Las personas tienen un precio? Algunos congéneres suyos, norteamericanos, creen que sí hay un precio de mercado de la vida para atacar la crisis, para decir que no se haga nada en la crisis climática. Y ya tienen teoría y se han vuelto unos en North House se volvió premio Nobel. Completamente equivocado, la persona no tiene precio de mercado.
El Gobierno defiende a la persona; no la mercancía
Y todas las mercancías que sí tienen precio de mercado, que es diferente a valor, ¿cierto? Repito, la economía política, el precio de mercado es el símbolo en dinero, el valor es el tiempo socialmente necesario para producir una mercancía, por tanto, puede ser disímil, pues entonces, ¿cómo así que privilegian la mercancía a la persona en las relaciones internacionales? Eso es privilegiar la cosa sobre la vida. Y nosotros estamos planteando lo contrario. Es primero la persona que la mercancía, que la cosa.
El esclavismo es lo que enseñó que se podía traer a la fuerza persona a persona, el esclavismo existía antes de África, meterla, obligarla a trabajar gratis en condición de esclavo todos los días.
Yo les preguntaría a ustedes y al pueblo de Colombia: ¿queremos ser esclavos? Y eso es lo que se definía con el tema de Trump, que se está definiendo y yo creo que América Latina debe, en vez de defender la mercancía, que sigue después, antes que nada, debe defender la persona.
Lo primero es que el latinoamericano no llega preso, después discutimos aranceles, no al contrario. Trump cree que nos arrodillamos por la mercancía, él cree que somos como él. Ojo, nosotros somos diferentes, no somos él. Podemos entendernos, sí, yo no estoy diciendo que no, pero tiene que entender la diferencia. El progresismo pone la persona por encima de la mercancía.
Primero llegan sin esposas, después hablamos de negocios, no al contrario. Y eso tiene que definirlo bien, en este caso Laura, en nuestra política internacional, porque la Cancillería es la que se encarga del asunto, con el presidente que es el jefe de relaciones exteriores, según la Constitución. La Constitución dice que el presidente es el jefe de las relaciones exteriores de Colombia, es el jefe de Estado.
Al interior de Colombia, muchos políticos tradicionales en diferentes instituciones creen, anacrónicamente, que el jefe del gobierno no es el jefe de Estado. Y el jefe de Estado se proyecta como tal, precisamente, entre otras, en las relaciones internacionales de Colombia. Representa al pueblo de Colombia, no a su gobierno solamente.
Entonces, aquí, ministro de Defensa, vamos hacia el ejército y hacia el impasse, que El Tiempo voltea, al contrario.
Porque si yo mando un trino, que era un mensaje, es el presidente el que está enviando el mensaje al Ejército, o no. Lo cual, un periodista inteligente, sacaría deducciones.
Al presidente le llega información que no le llega al Ejército, y que el presidente manda al Ejército porque implica una acción militar inmediata, ministro, inmediata. Y entonces, si las informaciones que tenemos es que nuestra estrategia con Venezuela, política internacional, funcionó, es decir, que están desactivando campamentos del ELN en Venezuela, porque consideran que es valiosa una relación diplomática sana con Colombia. Claro, puede discutirse las elecciones que nosotros no hemos reconocido.
Entonces, ¿qué pasó? Acaban de ver a Trump. Las diferencias de régimen no deben llevar al rompimiento diplomático. Bastante desgracia le pasó a Colombia y generó toda esta migración, porque fue Colombia, no los Estados Unidos. Fue el señor Duque cerrando la frontera. Terminó en un problema mundial, como un boomerang, que ahora trata de resolverse en los Estados Unidos, que le llegan los venezolanos que ellos mismos ayudaron a bloquear, con represión, con violencia y con indignidad.
Entonces, ministro, si el estado venezolano y su ejército hoy -no digo antes- están cumpliendo con el compromiso que hizo con usted de hacer una operación como martillo, que saque los campamentos del ELN, muy cómodos en Venezuela, y entren a Colombia, el Ejército de Colombia debe responder, porque es el momento.
Los datos con coordenadas, dentro del territorio colombiano, uno de los cuales se me escapó, que es un mortero del ELN, pero hemos enviado exactamente de la misma manera, en eso estaba yo, los datos de campamentos del ELN, los sitios por donde entran a Colombia, no es de inteligencia militar, porque si no hubiera sido así, al revés, el mensaje electrónico era el Ejército avisándome a mí, el Ejército no tiene que avisarme a mí, dónde está el ELN, tiene es que actuar, no avisarme. El Ejército sabe en qué condiciones debe actuar, ya lo hemos discutido previamente.
Entonces, soy yo el que le envía los mensajes al Ejército, aquí los tengo, y no es Venezuela el que me da un informe de inteligencia, porque sería espionaje, es el campesinado de Colombia, lo que no entendió El Tiempo.
El periodista, que no vamos a saber el nombre, no me interesa, puede ser libre, pero se equivocó, y el mensaje es chueco y muy chueco, porque si soy yo el que envía la información al Ejército, ¿quién me la envía a mí?
En el Catatumbo el opresor es el ELN
Campesinos y campesinas colombianos, que como han hecho en estos dos siglos y antes de vida republicana, luchan contra el opresor. Y en el Catatumbo el opresor se llama ELN, ¿por qué? porque ensució su bandera, ya no es libertad o muerte, como decían los anarquistas rojo y negro, es de los fascistas, el que mata al pueblo ya cae bajo el designio de Bolívar, lo puse en un trino, maldito el soldado que ponga el arma contra su pueblo, pues el ELN lo está haciendo, está matando a su pueblo, por cualquier razón que sea que no es más que controlar el mercado de la cocaína en el Catatumbo, el más cercano a los Estados Unidos, el que destruye a Haití y nos destruye a venezolanos y a colombianos
Y eso explica ese titular, entonces el titular en vez de hacer el análisis correcto, el periodista lo pone al revés, tratar de que el Ejército le dé un golpe de estado al presidente, porque hay una sensación de malestar.
¿Cómo puede haber una sensación de malestar si la información la entregó el presidente al Ejército? Debería haber un agradecimiento, y el presidente está agradecido con quienes me lo dan, que son campesinos que usan esto, porque están conectados, buscan dónde conectarse -que es otro incumplimiento del gobierno que se llama conectividad-, y saben de la guerra, porque los campesinos en dos siglos han aprendido una y otra vez de cómo se hace la guerra, porque se lo enseñan los oligarcas.
Y entonces aquí saben cómo hacer la guerra, entonces no le dicen al alcalde, no le dicen al funcionario del gobierno que esté por ahí, buscan la manera de que directamente le llegue al presidente la información, porque saben que no se está actuando en el territorio, ministro, que tenemos una ficción y hay que decirlo de frente al pueblo, porque logramos mover una fuerza militar que hace su tarea, pero la otra recoge la información y no tengo informe de qué pasó, no puede haber connivencia entre funcionarios de la Fuerza Pública de Colombia y la mafia, porque el ELN hoy es una mafia.
Yo les decía desde hace tiempos y les daba rabia, cuál es su camino: el padre Camilo Torres Restrepo, que ofreció su vida al pueblo como Jesús, o Pablo Escobar. Ya nos lo dijeron de frente y con grosería, escogieron el camino de Pablo Escobar, y nosotros no negociamos sino hasta que dejen el camino de Pablo Escobar, y ya están matando como Pablo Escobar, y sus fusiles ya se usan como los usaba Pablo Escobar.
No son fusiles revolucionarios, para nada, y el pueblo entonces se revela, y ese pueblo que se revela busca a su presidente porque por él votó mayoritariamente, y el presidente le envía al Ejército y espera que el Ejército sea el Ejército de Bolívar y no de la oligarquía, menos de la mafia. Y ese Ejército debe responder porque tenía la información a tiempo, y la seguirá teniendo.
Pero cuáles son las acciones contra el ELN, ¿dónde están? Tienen que darse, y si hay funcionarios allí comprometidos por negocios con el ELN, porque ya no es el enemigo de antes ideológico como lo fuimos nosotros de la oligarquía, enemigos número uno nos dijeron, que buscábamos un proyecto democrático y democracia a lo contrario a la oligarquía, entonces hay sociedad en los negocios, no es el enemigo, es el socio, y la orden se diluye, y como la mayoría de generales, oficiales y soldados quieren ser dignos, entonces hay que lograr que el objetivo se cumpla, un ejército que saque al ELN como ordenó el presidente del Catatumbo
Si ellos pudieron sacar al Frente 33, al que estoy invitando a hacer la paz, a ver si podemos hacer la paz con alguien, entonces el Ejército puede sacar al ELN el territorio porque ya no tienen pueblo, el pueblo está con nosotros, y el que tenga el pueblo gana la guerra, incluso, un general lo decía, Landazábal, muy poco amigo de nosotros. Y puedo seguir compañeros y compañeras.
Transporte
Transporte: 11; 61% ministra, se parece a lo más cumplido pero vuelvo a insistir: nosotros dijimos en el programa de gobierno que primero es el camino campesino, segundo es la carretera para la paz, tercero es las vías férreas, los tranvías en las ciudades, los metros de verdad -no los de mentiras- y la red nacional férrea, y de últimas lo que hicieron los gobiernos anteriores, que está mal hecho: las concesiones de grandes peajes, de grande número de carriles, pero que sólo sacan a Medellín y a Bogotá, ni siquiera a las fronteras, sino a donde puedan importar.
Entonces, lo que se ha hecho en el Ministerio de Transporte es al revés, han bloqueado los estudios de ferrocarriles. Acabo de recibir al gobernador de Cundinamarca, ministra, y lo que hicimos en Bogotá Humana, que fue hacer los estudios de los tranvías en Bogotá, porque las empresas que se le midieron en las APP (Asociaciones Público-Privadas) querían hacerlos, pero Peñalosa no quiere trenes, quiere buses, dice él, porque es un negocio. Él dice que no es un negocio, pero es el negocio que montó en Bogotá, que tiene atrasada la ciudad y no la deja avanzar.
Nosotros trazamos los estudios desde el centro de Bogotá hasta los municipios de la sabana para conservar la sabana y no como una urbana, no es una Bogotá que extienda sus fronteras, por hacerlo se quedó sin agua. Ese es el fruto del peñalosismo que la ciudad misma electoralmente ha defendido. Por eso no quiere trenes, porque el tren conserva la sabana de Bogotá, porque tiene estación fija y no para en cualquier lugar, luego lo que importa es urbanizar donde está la estación y no toda la sabana.
Esos proyectos hoy, fíjese usted, existen. Peñalosa dijo ‘no, no dejamos nada’, pues están en factibilidad. Está el tren de occidente que los petroleros no han querido dejarlo hacer, porque obviamente es eléctrico, ministro de minas, y entonces el tubo que pasa por el tren, que nunca debieron poner un tubo de gasolina por debajo de las líneas férreas, pues se volvió obstáculo para el tranvía de occidente.
Y en el norte en el tranvía de Zipaquirá, que está bien pensado prolongar esa red hasta El Carare, porque es el tren de Bogotá, que comunicaría al mar y al mundo a Bogotá. Entonces, ‘no, que no hay estudios’, entonces echan aquí carreta, pero no avanzan, no está en el presupuesto. Acuérdese de Santos: ‘el amor está en el presupuesto’, que es de (Benjamin) Disraeli, un gran político europeo de derechas.
Pues, ministra, el gobernador de Cundinamarca tiene los estudios de factibilidad. O sea, el sabotaje del interior de mi gobierno, de los funcionarios peñalosistas, que son los mismos de Bogotá, porque cambian de puesto y les sirven es a unos empresarios privados, que son los dueños de las concesiones y los dueños de los buses, pues querían que nosotros no desarrolláramos eso, pero el gobernador de Cundinamarca tiene del estudio del cable de Soacha -plan nuestro, promesa nuestra- de hacer el tranvía hasta Zipaquirá y de, obviamente, hacer el tranvía hasta Occidente.
El gobernador siguiente, que estaba con Peñalosa, le compró al tranvía que estaba negociando con nosotros, un tranvía poderoso, que llegara hasta el centro de la ciudad y Peñalosa lo saboteó, pues le compró el estudio a la empresa que estaba haciendo el estudio, como la ley permite, entonces existen hoy en estado de factibilidad.
Yo quiero que, como la factibilidad permite licitar, ministro de Hacienda, se haga la operación difícil, pero se puede, de privilegiar las líneas férreas y licitar de inmediato, pues, en los tiempos de la norma, este año.
En el presupuesto existen los transmilenios de buses, pero no existen los tranvías. ¿Quién hizo eso en el presupuesto, ministro? Se lo he criticado y al anterior, mucho, funcionarios claudista-peñalosistas, aquí y allá, saboteando el progreso de la ciudad hacia lo férreo, porque quieren privilegiar el negocio del bus, la expansión urbanística, la especulación inmobiliaria, que ya nos dejó sin agua y sin movilidad. Resultado: ni nos podemos mover en la ciudad, la sabana se está destruyendo y la ciudad ya no tiene agua y no la va a tener si no cambiamos el modelo de ciudad.
Entonces, usted tiene esa misión y aquí queda reflejado.
Vivienda
Vivienda 10 de 10. Sin embargo, está mal hecho el trabajo. Ojo, porque vivienda nos debe varias cosas.
Una: agua, principal, el agua potable, que dijimos que era la revolución del agua. ¿Dónde está la revolución del agua? Entonces, dejaron que los politiqueros manejaran acueductos, los politiqueros llegan hasta acueductos veredales buscando votos y no solucionan los problemas estructurales del agua potable en Colombia. Les dejo eso ahí como encargo, porque para hacer eso tenemos que usar las vigencias futuras, que Planeación aún no ha adelantado.
La mayor parte de las vigencias futuras, después de lo férreo, deben irse al agua, porque es la prioridad, pero el agua es más barata que lo férreo, porque los principales acueductos de las grandes ciudades y de las regiones tienen que hacerse, como Urabá, como Santa Marta.
¿Van a ir ustedes al cumpleaños 500 de Santa Marta, sin agua a la ciudad, y a dar un discurso? ¿O van a llevar el agua potable a Santa Marta?
Dagoberto, un compañero mío, cometió un error total, se lo dije en su momento. ¿Por qué no le entrega el acueducto de Santa Marta a la ciudad? Una pelea debía tener con Caicedo, vaya a saber, una pequeñez, y no lo hizo.
Usted debe devolverle el acueducto a Santa Marta. Y me entero de que también le quitaron el acueducto a Valledupar, eso va contra nuestra línea. ¿Quién maneja mejor el agua que la población del lugar, si es la beneficiaria? Entonces quiero, eso es la Superintendencia, no el Ministerio, pero como el superintendente no llega aquí, quiero que se le devuelva el acueducto a Valledupar, y así por el estilo, porque lo que debe hacer ahí sí el Ministerio de aguas, es resolver el problema de agua potable, no poner un problema a través de la Superintendencia, que es parte de su Ministerio.
Y entonces, ¿dónde está el agua de Quibdó?, ¿dónde está el agua de Buenaventura?, ¿dónde está el agua de Tumaco?, ¿dónde está el agua de Urabá?, ¿dónde está el agua de Córdoba?, etcétera. El problema más grave de Colombia yo creo que es la ausencia de agua potable, porque por eso se mueren los niños, y a esta oligarquía no le importan los niños, como ya vimos en Gaza. Les tiembla el pantalón cuando el presidente dice que rechaza el genocidio en Gaza, y corta relaciones con Israel, y hay que cortarlas más, más hasta que no se resuelva el problema.
Ministra de Relaciones Exteriores, conflicto en Medio Oriente
Entonces, ministra, usted tiene que hacer una estrategia alrededor de cómo cesa el conflicto entre israelíes y árabes, en general, que está matando niños y niñas.
Ojo, esa es una prioridad de Colombia, porque es la vida, porque la sangre árabe está en nuestra sangre, así no se sepa, porque como no estudiamos historia, no sabemos que los barcos que venían en conquista, empezando por los de Colón, que no llegaron aquí, sino a Cumaná, sus capitanes eran españoles, castellanos, descendientes del Cid Campeador, cristianos, etcétera, con la cruz como arma, pero los marineros que se quedaban en nuestras tierras, y que eran más, eran andaluces, y los andaluces son árabes.
Ministerio de las Culturas
En ese mismo año, 1492, salió el último árabe armado, pero los árabes desarmados se quedaron en ese territorio y llegaron los barcos hasta Santa Marta. Entonces, ¿qué le vamos a decir a Santa Marta, ministro de Cultura? ¿Vamos a hacer unos 500 años en donde nos arrodillamos a la Conquista, desconociendo que los indígenas están allá arriba, porque los obligaron a subir porque los iban a matar, a nombre de Dios? Eso, como me pasó en la Alcaldía, que bajé el retrato de Jiménez de Quesada y puso el de Bolívar, y ¿qué sucedió apenas me fui de la Alcaldía?
Lo primero que hizo Peñalosa -porque le hirió en el alma, ya que ellos adoran a los conquistadores y no la libertad- fue bajar el cuadro de Bolívar, que lo tienen por ahí en un cuarto de San Alejo, y poner el de Jiménez de Quesada. ¡Qué insulto a la historia de Colombia! Es un insulto oligárquico, porque el ejército libertador era un ejército del pueblo, no de los oligarcas. Esa es la pelea con Santander, que aquí está detrás, no está detrás Bolívar, sino que lo ponen a un lado.
Eso tiene una significación. ¿Por qué Santander y no Bolívar, si Bolívar fue el que más luchó? Eso tiene una explicación histórica, pero ahora yo estoy dejando a ustedes contestar, todos y todas, pero quiero dejar mis inquietudes porque este es el informe de incumplimiento, y es fatal, y se lo digo al pueblo, porque me da vergüenza: de 195 compromisos se han incumplido 146.
El presidente revolucionario, el gobierno no, y el gobierno no porque individualmente se tienen agendas paralelas. ¿Saben por qué Santander peleó con Bolívar y lo quería matar a una cuadra de aquí? Es como nuestro pecado original. ¿Por qué Santander quería matar? ¿Por qué quería Santander sicariar a Bolívar? Entre otras, ¿y por qué el amor salvó a Bolívar? Nos lo dijo un revolucionario colombiano, Jaime Bateman: El amor nos protege, la certeza del amor, la cadena de los afectos, por eso no me han matado.
Santander y Bolívar
Ellos son parte de nuestra historia, la repetimos una y otra vez. ¿Por qué Santander sicariaba o quería sicariar a Bolívar? Porque Bolívar no quería sino un país enorme con Venezuela, Ecuador y otros, el actual Panamá, con unas fronteras de una patria grande que sabía que llegaban a la frontera de los Estados Unidos, que no era el río Bravo, sino que era más allá de Texas, era más allá de la amada Miami, para muchos que no les gusta leer, pero también para muchos que les gusta escribir.
Que llegaba era hasta la colonia francesa, o sea, el río Misisipi. Esa es la historia. Y entonces Bolívar quería que hasta el río Misisipi e incluso con la colonia francesa, la Luisiana, se hablara de libertad y de soberanía, y los anglosajones dijeron que sí, lo hicieron al lado de nosotros, sólo que el virrey mandó ayudas españolas a los ingleses revolucionarios, porque querían destruir el reino de Inglaterra y al contrario los ingleses mandaron sus generales aquí a luchar al lado de Bolívar, porque no querían el reino de España, era una lucha geopolítica por el poder del mundo.
En esa lucha es que aparece la guerra entre Santander y Bolívar, porque Santander le destruye la Gran Colombia, le impide que la frontera sólo no llegue ya ni al Misisipi, ni más allá, sino al Darién, ministra; al Darién, no, a Bocas del Toro con Costa Rica. Colombia llegaba hasta Bocas del Toro con Costa Rica, donde hay 200 patriotas de toda Latinoamérica, la mayoría colombianos, enterrados en una fosa común, porque un acorazado norteamericano bajó los ‘mariners’ para defender ¿qué? Para defender dizque que el gobierno conservador de Colombia y los mataron, y ahí hay una fosa común que no hemos podido descubrir, de héroes colombianos enterrados allá. Al presidente le prohíben ir a Bocas del Toro.
El presidente actual me había dicho que me invitaba, pero no veo la invitación, porque yo sí quiero ir a Bocas del Toro, porque yo creo que es el momento. ¿Por qué el señor Rubio va a despedir a nuestros connacionales sin esposas, porque el presidente de Colombia dice que no, pero igual va a saludarlos así, a decir chao en Panamá, ¿eso qué es? ¿O sea, que ellos despiden los aviones de emigrantes en Panamá, país soberano, incluso de nosotros, que quisieron serlo, dicen, y es un funcionario norteamericano el que hace la operación y la paga?
Eso no puede ser aceptado. No puedo meterme en los asuntos de Panamá, ya no podemos, porque ya la frontera no llega a Bocas del Toro, porque los norteamericanos nos quitaron un pedazo de nuestro país y no supimos defenderlo. El presidente conservador se arrodilló y los liberales que estaban en guerra contra ese presidente con las armas, prefirieron luchar contra el presidente conservador que defender la soberanía nacional; pequeñez se llama, pues eso es lo mismo que hay entre Santander y Bolívar. Santander fue pequeño, quería arrodillarse a los norteamericanos y Bolívar no quería, Bolívar quería una patria grande, Santander la de él, la chiquita, la de los hacendados.
Palacio del pueblo
Le encantaba (a Santander) las haciendas y terminó tratando de matar a Bolívar para que sus ideas no se volvieran realidad y este Consejo de ministros, en donde he puesto este cuadro, es un campesino de la tierra colombiana. Aquí no hay la figura de un campesino y es un poco de gentes y es una historia; el cuadro pintado por una boliviana, creo, lo saqué en la gélida Suecia, siempre me traigo algún cuadro de las embajadas, porque están allá en las residencias, no en las embajadas.
Le quité un Bolívar aquí al compañero Benedetti y así lo hago, pero estos cuadros siguen sin ser vistos por el pueblo, entonces le he pedido a Jorge que abra este palacio hasta el último rincón al pueblo. Los palacios o se derrumban con los cañonazos de los marineros o son del pueblo.
Pero esta aristocracia que quiere seguir viendo aristocracia y que hace estos palacios escondidos de mentiras, porque esto no tiene más de un siglo, lo construyó (Julio César) Turbay; esto no es un palacio, esto es una mentira, una ficción de la oligarquía, que se cree que son reyes y reinas y que la gente del pueblo son súbditos.
Pero esto es una democracia y una república: eso lo creó Bolívar y, por tanto, los monarcas no existen ni la aristocracia, los funcionarios públicos no son aristocracia, son sirvientes del pueblo. Entonces, aquí este cuadro y este cuadro de Bolívar vuelve a su derecho, no a la derecha de Santander, sino al derecho, el libertador, no el opresor, el libertador de esclavos, no el esclavista, el que hizo un ejército con negros y campesinos y no el que quiso una aristocracia, el que quiso una democracia y renunció a la dictadura.
Hoy en el Consejo de Estado me lo decían, fue el que creó el Consejo de Estado en el 1817, porque quería un poder judicial independiente. Un poder judicial independiente no significa que se burla del jefe de Estado, sino que coordina con el jefe de Estado los poderes públicos, pero no deja que cese la autonomía y la independencia, porque si no hay una dictadura y nosotros somos demócratas radicales. Le hacemos caso, pero guardamos nuestro derecho a la crítica.
Soberanía nacional
Volvemos, entonces les expliqué por qué Bolívar es tan perseguido en Colombia, pero es porque es soberano. Entonces no quiero un pueblo que se asuste cuando decimos soberanía, pero mucho menos quiero funcionarios que le tiemble el pantalón cuando decimos soberanía, para nada. La política internacional de Colombia es la defensa de la vida y la defensa de su pueblo. Punto. Y su pueblo se trata con dignidad, y si hay gobernantes latinoamericanos que aún creen que la mercancía es mejor que la persona, pues no saben que es progresismo.
Y aquí la América Latina siempre, siempre, desde que es libre, es progresista. Nosotros somos progresistas y Latinoamérica y su pueblo es progresista. Si no, estos cuadros no existirían aquí.
Es un progresismo que triunfó sobre el mayor ejército del mundo y creó una idea revolucionaria que es república, con sus problemas, porque después de cada revolución los hijos de la revolución los mata la revolución, porque hay que hacer otra y otra y otra y otra, y no podemos descansar hasta que seamos humanidad libre.
Agua y vivienda rural
Vuelvo entonces a estos temas. Ministra de Vivienda, usted tiene que cambiar un poco los desarrollos de nuestro Ministerio, porque no es sólo subsidios, es antes que nada agua potable en donde no hay para que no hayan niños muertos, para que no seamos como los que mandan bombas en Gaza; porque es la vida, sin niños no hay vida más humana.
Y la vivienda, es primero la vivienda rural. ¿Cómo que el campesinado de Catatumbo no tiene una sola casa, hecha por la comunidad? Porque la comunidad son sus casas, no los empresarios, pero con la ayuda del gobierno. Si no les cambiamos las casas, ¿entienden por qué el campesinado está aún en el narcotráfico? Catatumbo para sacarlo del narcotráfico tiene que tener un gobierno que ayude a construir una economía legal y eso se hace actuando.
Y entonces, si somos este gobierno de los incumplimientos, no va a haber paz en Colombia. La paz total es una ilusión y el país se nos enciende, porque el narcotráfico es el mayor destructor del gobierno, no la droga ni la mata. La droga por prohibirla y porque sale de la mata, entonces le echamos la culpa a la mata, o sea al campesino, a la vida.
Y resulta que no es así, es el que vuelve mercancía a la mata con su producción y la prohíbe. Entonces tienen unos precios así de altos, entonces gracias a esa actividad de prohibir, nos dominan, porque el güisqui no lo prohíben, quisieron prohibirlo y no, ahí nació la mafia, el vino no lo prohíben. Sus drogas no las prohíben, prohíben las que se hacen aquí. ¿Por qué? Porque es una excusa para humillarnos, para dominarnos.
Tarea para la nueva canciller
Estamos ante unos hechos terribles que Laura (Sarabia) debe quitar. ¿Cómo así que centenares de funcionarios de Migración que cuidan nuestras fronteras los pagaba Estados Unidos? Entonces la prensa: “uy, nos quitaron la ayuda”, pero es que esa ayuda es veneno.
¿Cómo así que nuestras fronteras las cuidan empleados públicos pagados por un gobierno extranjero? ¿Qué gobiernos hicieron eso? Tan ‘pecuecos’, tan arrodillados. Eso es soberanía, eso no se puede admitir jamás. Los pagamos con nuestra plata, ministro. Que empiecen a ser nacionales, no obedecen la bandera norteamericana, obedecen la bandera colombiana.
Yo nunca he quemado la norteamericana, es respetable, pero allá, no en nuestro Estado, en nuestro Estado tiene su propia bandera. Entonces, por favor, ya de una vez tienen que reformar eso: USAID no puede pagar nuestros funcionarios, o lo que lo reemplace.
No vamos allá a negociar que nos sigan ayudando, eso no es ayuda. Trump tiene razón, llévese su plata. Porque nuestra aduana debe ser de nacionales colombianos, con dinero colombiano público.
Ejército de Colombia
Igual el Ejército, ministro de la defensa, la Policía. ¿Entonces nuestro Ejército es de Estados Unidos o nuestro ejército es el Ejército de Bolívar, de Colombia? El juramento dice que es la Constitución colombiana y el gobierno de Colombia, y el presidente, quien es su comandante en jefe, por tanto, obedece al comandante en jefe. Y el comandante en jefe obedece a su pueblo, no al pueblo de Estados Unidos, así yo lo admire, pero mucho menos a su gobierno.
Eso se llama soberanía. Y entonces, esa frasecita de El Tiempo, hoy en primera página, es venenosa, completa, Están auspiciando un golpe de Estado. Y un golpe de Estado se responde con una revolución del pueblo, punto. Porque no se quiebra la constitución del 91, porque tres conspiradores quisieron, porque no aguantan que el pueblo esté dentro de este palacio. Se resiste por parte del pueblo.
Metas pendientes por cumplir
No quiero seguir, pues, podríamos hablar de cada tema de esto, pero ya saben ustedes que de 195 compromisos hechos en el ‘Gobierno con el pueblo’, se han incumplido 146, que es el 75%. Cada ministro aquí o cumple con el pueblo o hay que cambiarlo. Lo notifico delante del pueblo, o hay que cambiar al presidente del gobierno, porque no son capaces.
La única manera de que el pueblo sepa que esto hay que conservarlo como un proyecto colectivo y no de corto plazo, es cumplir. No es cumplir su agenda personal. Cualesquiera que ella sea, que ya hemos visto a ‘Olmedos’ aquí, robándose la plata del pueblo.
Vigilancia pública
Por eso aquí estamos bajo vigilancia pública. El pueblo nos debe vigilar. Entonces, aquí, a partir de aquí, se da informe de cumplimiento del programa de gobierno, no de ustedes.
Voy a poner el ejemplo de las TIC. Entonces, establecemos RTVC, el canal público de Colombia, y le disminuimos el presupuesto para este año, ministro, no sé ustedes cómo admiten eso, y se fortalece Teleantioquia y Canal Capital. ¿Yo digo que se tienen que fortalecer todos, pero no hay un mensaje político ahí, no lo hay?
¿La pequeña región no se fortalece con su comunicación propia? ¿Otra vez lo mismo, Bogotá y Medellín, como las carreteras concesionadas, como las vigencias futuras, ministro? ¿O es para todos, la comunicación? Porque si es una democracia y la comunicación es poder, la comunicación es para todos.
Educación, internet y soberanía
¿Cómo es posible, ministro, que cuando el gobierno dijo se prioriza la educación en telecomunicaciones, es decir, la programación de computadores, etcétera, la educación al niño y a la niña, ministro, educación, que no ha cumplido, no usted, sino los ministros anteriores, sólo 18 compromisos de 19, el 95 por ciento incumplidos? Un Ministerio actuando para otros, no para este gobierno. El principal, el de mayor presupuesto.
Y si en este tema de las comunicaciones, que dijimos que primero la educación de la niñez y de ahí para adelante, y entonces las facultades de inteligencia artificial en el máximo, y entonces lo que tenemos es que ninguna universidad sabe que estamos haciendo facultades de inteligencia artificial, que las volvieron, fueron centros de conexión, que los centros digitales que hay en la frontera, ministra, no los maneja Colombia, los maneja Estados Unidos, el internet lo maneja Estados Unidos en la frontera.
Entonces, ¿qué soberanía tenemos aquí, país de pacotilla o país digno? Ah, que nos van a asustar, pues asústenos, ¿y acaso qué, no hemos vivido asustados todo el tiempo y sin embargo hemos peleado? Pues peleemos.
¿Así que el internet de las fronteras es de los Estados Unidos? Internet de las fronteras por pura soberanía nacional, debe ser de Colombia, ministro de defensa. Es un tema del Ministerio de Defensa.
Y entonces la educación es lo de menos en el presupuesto y la infraestructura donde están los ‘business’ es lo más y la infraestructura donde están los ‘business’ no es pública, así sea un pedacito, sino que son negocios con Claro y Movistar, etcétera, etcétera, etcétera. Y entonces la empresa pública que aún podemos tener, que es Internexa, me la siguen manteniendo bajo la presidencia de los uribistas, dos años y medio luchando porque no sea así. Y no puede ser.
Se va el gerente de Ecopetrol, se va el gerente de ISA, pero no se le puede seguir entregando la única posibilidad de tener un estructurador público serio de comunicaciones en Colombia, manejado por el uribismo, que fue el que se tomó con los fusiles Telecom y echó a sus trabajadores a la calle, porque quería privatizar las comunicaciones, como si en la comunicación no estuviera el poder. Entonces, actuemos, actuemos para que esto cambie.
Cultura
Hablaba de Santa Marta, ministro, porque me puse a hablar de Bolívar, porque Bolívar lo mataron en Santa Marta. Entonces los conquistadores llegaron hace 500 años a tomarse lo que hoy es Santa Marta y mataron a los indígenas. Y el libertador, en contra de la España monárquica, lo mataron en Santa Marta.
¿Qué conmemoramos? Yo hice una propuesta, y a usted y a su viceministra, que es árabe. El Mediterráneo no es España. La Andalucía española sigue siendo parte árabe, parte castellana.
El idioma que hablan los costeños y que yo perdí, viene de Andalucía, como las Islas Canarias y como todo el Caribe. Y eso tiene una razón: es que vinieron los andaluces, y los andaluces, la propia palabra lo indica, eran árabes, del Mediterráneo. Luego el Mediterráneo es árabe, es judío, es palestino, es griego, es italiano, es español, es francés, es turco, etcétera.
Entonces yo lo que quiero es que todo eso venga a Santa Marta, con todo el Caribe, porque aquí este palacio no es costeño. La sala de Gabriel García Márquez sigue siendo una sala encerrada. No había nada de García Márquez en este palacio.
No había ningún ‘Aureliano’, ni ningún ‘Remedios’, ni ninguna mariposa amarilla, que es nuestra obra universal, ministro, porque el arte es universal. Lo que hizo García Márquez fue coger la palabra folclórica de la costa y volverlo arte universal.
Y por eso la obra de Netflix, que es la que más se acerca maravillosamente a García Márquez, tenemos que verla todos los colombianos, y es nuestra obra en el mundo. Y por eso aquí tiene que estar García Márquez, no el oligarca español, que se cree español y se cree aristócrata. Entonces, para Jorge, que está aquí, y Benedetti, que mantiene aún en sus cosas positivas, que siempre hay que ver, porque todo hombre y mujer -decía Álvaro Fayad- necesita una segunda oportunidad: por eso, entonces, el salón de García Márquez tiene que inundar este Palacio, que es el que nosotros gobernamos, y debe ser garciamarquiano, no aristócrata.
Agua para Santa Marta
Y el acto de 500 años en Santa Marta debe llevar el agua, ministra, que se puede, porque hay desalinizadoras inmensas, pero no sé si su viceministro está quieto o se está moviendo, y tiene que llevar el arte del Mediterráneo y el arte de todo el Caribe, que el Caribe es diferente.
Por eso el Golfo de México sigue llamándose Golfo de México, porque los mayas fueron los primeros en cruzar el Caribe, desde México actual, y cruzaron el Golfo de México antes que cualquier anglosajón llegara al norte de los Estados Unidos, y cruzaron el Caribe hasta que llegaron al río Magdalena, y subieron por las aguas antes de cualquier español, y por eso están esos monumentos en San Agustín, y aún no sabemos por qué están ahí, eran Caribes.
Entonces todo el Caribe debe llegar a Santa Marta, y Santa Marta debe ser una expresión de encuentro cultural entre el Caribe y el Mediterráneo, todo, porque ya no celebramos la conquista, la sangre y la violencia, sino que celebramos el diálogo de civilizaciones y la vida, y eso no se hace con ejércitos ni discursos, sino con cultura.
Entonces quiero que me lo entienda bien, usted es un poco cachaco, pero digamos, es el Caribe, y el Caribe es el encuentro de todas las razas del mundo, y por eso su belleza y su calidad cultural. Bueno, voy a dejarlos, no los aburro más, ahora les toca la palabra a ustedes.
El primer escenario entonces es esto, hay un segundo cuadro, que tiene que ver con, porque esto es lo que ha dicho el presidente, en las reuniones con el pueblo, o sea, al presidente no se le hace caso en este gobierno, y eso no es sino porque los ministros primero no creen en el presidente y en su proyecto, o sea, son postizos, y segundo, porque hay una agenda paralela, ser senador, ser no sé qué, ser importante, ser aristócrata, pues si nunca se ha sido aristócrata, ser aristócrata a veces sabe delicioso, pues yo les quiero decir, es lo más aburrido del mundo, entonces mejor revolucionario o demócrata.
Requerimientos del pueblo y cumplimiento a esos compromisos
Ustedes tienen un presidente revolucionario, pero el gobierno no lo es, no rompe, no cambia, sigue las mismas pautas de la tradición política de Colombia y no puede ser; 75% de las promesas del presidente en los Consejos de gobierno no se han cumplido, pero cuando son las del pueblo con el del pueblo, peor, del total, 780 compromisos se han hecho derivados de que el pueblo los ha propuesto, sólo se han cumplido el 15%, 666 compromisos no se han cumplido, habiendo ustedes comprometido ante el pueblo, de frente con el pueblo hacerlo.
Entonces esto sí, yo no lo quiero más, así no somos, o por lo menos yo no me acostumbré a eso. Hice un compromiso con el pueblo y lo he cumplido hasta el último día de mis días, y así es por eso es que he resistido, ustedes un poco ‘hablar carreta’. Pues eso es lo que hacen los políticos tradicionales todo el tiempo, hablar carreta y pedirles el voto y después engañarlos, empezamos a engañarlos cuando la plata del presupuesto, ministro de Hacienda, iba a las concesiones y no a las carreteras de la gente.
Transporte
Es por eso que la carretera del Catatumbo, a pesar de ser nuestra primera promesa aplaudida por el campesinado del Catatumbo, no existe, búsquenla en el presupuesto de este año, o la carretera Quibdó-Medellín, como es los negros los que van en buses, no les importa hacerla, 20 años haciéndola y van 400 muertos por derrumbes, y nosotros dijimos ‘nosotros la hacemos en un año’, la promesa fue en el Ministerio de Hacienda.
Llegó a los técnicos peñalosistas, ‘¿y cómo vamos a hacer la carretera para los negros?, se necesita el (Túnel) del Toyo, y eso sí fue primero, se necesita el tren elevado de Bogotá’, que no sirve, porque los estudios que hizo el mismo Ministerio de Transporte con profesionales internacionales, mirando si ese metro va a disminuir el tiempo de transporte de la ciudad, encontraron que el metro elevado no disminuye el tiempo de transporte de la ciudad, sino que lo aumenta, mientras el metro subterráneo sí lo disminuía.
Entonces, ¿qué le están diciendo a Bogotá? Ministra, usted tiene que pararse, usted fue concejal de Bogotá, y fue directora del IDU en mi gobierno, y estuvo atenta al tema del metro, que un año estuvo quieto porque el Banco Mundial no nos daba la autorización, por lobbies uribistas, frenando a Bogotá, y triunfaron, porque ahora no hay un metro subterráneo, hay un metro elevado, pero los técnicos dicen que ese metro elevado no va a disminuir el tiempo de viaje, sino lo va a aumentar, el tiempo de viajes del total de la ciudad.
Y claro, como la prensa es peñalosista -porque es el hijo de la oligarquía- y la visión de Bogotá les parece profesional y técnica, y nos quitó el agua, y nos quitó la movilidad, y puso a Bogotá en vilo su vida, ustedes no se atreven a decir la verdad. Y yo creo que el Ministerio de Transporte debe decir la verdad, y debe pararse, y debe saber qué se está cumpliendo en cada concesión, y qué nos han incumplido.
Y concesión que se nos haya incumplido no recibe recursos públicos, y los recursos públicos van a las regiones donde está la guerra, y hace lo que el pueblo quiere que hagamos. ¿Dónde está la carretera Popayán-el mar? ¿Dónde está el ferrocarril Buenaventura-Cali? ¿Dónde está el ferrocarril Dorada-Chiriguaná? Mucho discurso, ¿dónde está la licitación? ¿No llegan licitantes?
Pues es un fracaso, porque están saboteando nuestros proyectos, porque lo que quieren que es busecitos y busecitos, costosísimos, contaminantes, tractomulas en las carreteras, no trenes, buses en la ciudad, y no tranvías, y así estamos.
Entonces, el Ministerio, así no sea la dueña de esos sistemas, porque es lo local, debe hablar, debe decirlo al pueblo, para que el pueblo no se deje engañar.
(Fin/mha/pvc)