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Discurso

Alocución del presidente Gustavo Petro en los años de su Gobierno

Foto: Juan Diego Cano - Presidencia

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​Nuestro gobierno seguirá trabajando día y noche, así como trabaja doña Blanca Luz –y que está por aquí ya haciéndolos envueltos– y como trabajan millones de colombianos y colombianas para construir una Colombia en paz.


Ventaquemada, Boyacá, 7 de agosto de 2024


Fue por el aliento que me daban personas como doña Blanca, que hace años asumí la lucha social que me trajo a la presidencia de Colombia. El más grande honor y privilegio para un ciudadano.

Durante mi campaña prometí impulsar un cambio para nuestro país. Un cambio para hacer de Colombia una potencia mundial de la vida y recibir respaldo de más de 11 millones y medio de colombianos.

​Hoy quiero compartir con ustedes algunos de los principales logros de este mandato, de las acciones que hemos impulsado y los resultados que se han alcanzado para cumplir con aquello por lo que obtuvimos el respaldo democrático de las mayorías.

Uno, hemos logrado sacar de la pobreza a más de un millón seiscientos mil colombianos, un millón ciento veinte mil de la pobreza extrema.

En la pandemia, Colombia, lamentablemente, alcanzó una pobreza monetaria del 40 por ciento de su población por una mala política del entonces y hoy estamos en 33 por ciento.

Esto ha sido en gran medida gracias a que este gobierno ha subido el salario mínimo, los ingresos de la gente más pobre y bajado el ritmo de crecimiento de los precios de la canasta familiar.

Dos, hoy más de quinientos mil adultos mayores de más de ochenta años se benefician del aumento del bono pensional de ochenta mil a doscientos veinticinco mil pesos mensuales. A la entrada en vigencia de la reforma pensional, el año entrante, serán más de tres millones de viejos y viejas que lo recibirán y tendrán una vejez digna.

Esta es la mayor revolución social hecha, por lo menos, en los últimos 70 años en la historia de Colombia.

Todas las mujeres de Colombia, al llegar a su edad de pensión, y por levantar su hogar así no hayan trabajado fuera de él, recibirán un bono pensional.

Tres, en términos de empleo, hemos creado desde que me posesioné más de un millón treinta y dos mil empleos. Ustedes me dieron uno de ellos.

Además, desde que incrementamos por primera vez el salario mínimo, en 2023, descontado el costo de la vida, hemos aumentado el salario real en 12 por ciento para todos los trabajadores y trabajadoras de Colombia.

Cuatro, recibimos el Gobierno con una inflación de alimentos que llegó cerca del 16 por ciento anual. Hoy ese nivel ha bajado a menos del 4 por ciento, 3,7 (por ciento) exactamente.

​Sube el turismo

Cinco, el turismo aumentó 26.6 (por ciento) en 2023. superando los 5,8 millones de visitantes no residentes en Colombia. Este año, en el primer semestre ya va a otro aumento, del 8,5 por ciento.

Es decir, que hemos logrado que muchos millones de turistas extranjeros más que antes puedan venir a Colombia y dejar sus dólares para la riqueza nacional.

También ha aumentado en más del doble los visitantes de cruceros internacionales. Una cifra que es superior a todos los años anteriores sumados desde el 2020.

Infraestructur​a férrea

Seis, en dos años logramos la operatividad de tres corredores férreos. Pusimos a andar el tren de nuevo. Bogotá – Belencito, Boyacá; Dorada – Chiriguaná, que es el tramo que va a juntar el Pacífico con el Caribe una vez termine de desarrollarse esa línea férrea; y, algo que me parece fundamental para una nueva Colombia en unos años, el tren Villavicencio – Puerto Gaitán, que empieza a ser construido por el Ejército Nacional.

Adicionalmente, la carga sólo en el corredor Dorada – Chiriguaná aumentó el doble. También activamos el tren turístico de Boyacá.

Transición en​​​ergética

Siete, estamos avanzando en una transición energética justa. ¿Qué es eso? Que la energía que usa el mundo hoy, y Colombia en una parte, es sucia. Sobre la base del carbón, el petróleo y el gas se arrojan gases que pueden acabar la vida en la atmósfera en toda la superficie de la Tierra.

Ahora hay que cambiarlas por energías limpias que se hacen con base en el agua, el sol y el viento. Ese tránsito de unas a otras lo estamos haciendo en Colombia.

En energías limpias hemos pasado de cero cómodas dos gigas a dos gigas. Es decir, multiplicamos por diez la capacidad de energías limpias de Colombia en solo dos años de gobierno.

Hoy tenemos cien comunidades energéticas, barrios, veredas que generan ellas mismas su energía eléctrica limpia y hay mil en construcción en todo el país. Este es el camino de Colombia, el sendero fundamental que Colombia tiene que seguir para convertirse en una potencia de la vida.

Ocho, en los últimos cuatro años ha aumentado el acceso a Internet en el país un 76 por ciento. Hoy hay 49.6 millones de accesos a Internet. Aún falta mucho para cerrar la brecha.

Segur​​idad

Nueve, también hay hoy, en lo que va del año, una disminución del cinco por ciento de los homicidios comparado con el año anterior, un indicador que tiene que ver con la seguridad, que ojalá sea mayor, porque buscamos la seguridad humana en Colombia.

Diez, en el 2024 ha aumentado un 23 por ciento las incautaciones de cocaína. Llevamos 1.500 toneladas incautadas desde que llegué al Gobierno, que tienen un valor en el mercado de 42 mil millones de dólares. Es decir, la cocaína que hemos incautado, si se hubiera vendido en Estados Unidos o en Europa hubiera representado para Colombia más dólares que el petróleo y el carbón juntos.

Esta es una especie de acción por la humanidad que, en cierta forma, los países del mundo no nos agradecen. Una acción que se llena de sangre, que nos cuesta seguridad, pero que con empeño tratamos de hacer, porque creemos que sin las economías ilícitas no habrá violencia en Colombia.

Once, recuperamos la mesada 14 para los miembros de la Fuerza Pública, los veteranos, más de 244 mil que hoy, en virtud de este Gobierno y del Congreso pueden tener un mes más y sumar 14 al año de mesadas pensionales para que tengan una vejez digna.

También se aumentó el salario de nuestros soldados. Oiga esto, un soldado regular, el que entra a cumplir su servicio militar, se ganaba, cuando yo llegué al Gobierno, 300 mil pesos mensuales. Hoy se gana 680 mil pesos mensuales y a finales, o a principios del año entrante, será 910 mil pesos mensuales, y espero, es mi promesa, que cualquier soldado de Colombia, soldado mujer u hombre, pueda al final de mi Gobierno ganarse un salario mínimo.

Eso significará, por una parte, un ejército profesional. Por otra parte, dignidad para el que combate, para el que se arriesga tanto en el ejército como en la policía. No son esclavos los que necesitamos para la seguridad.

Si queremos una seguridad humana necesitamos una Fuerza Pública humana y eso comienza porque el soldado, la soldado, el patrullero puedan comer y vivir con dignidad.

Cambio cli​​mático

Doce, En dos años redujimos la deforestación en Colombia, un 54 por ciento para todo el país, la mejor cifra en 23 años. Y sobre la selva amazónica, que es el pulmón de la humanidad, hemos logrado una impresionante reducción de la deforestación en el 61 por ciento.

Estamos cuidando el pulmón de la tierra luego de décadas en las que los gobiernos le dieron la espalda.

Trece, este año nuestro país será anfitrión de la cumbre más importante de la biodiversidad del mundo, la COP16 en Cali.

Hemos logrado que Colombia sea mirada en el mundo. por eso no sólo aumenta el turismo extranjero, sino también la inversión extranjera que ha llegado como nunca antes a más de 12 mil millones de dólares en el año.

Reforma​​ agraria

Catorce, hemos adquirido 184 mil hectáreas de tierra fértiles que benefician ahora a campesinos y campesinas. Las pagamos a grandes propietarios o las quitamos de las que tenía la mafia y se las hemos entregado al que trabaja el campo.

También hemos entregado títulos de propiedad al campesinado por un total de 1,3 millones de hectáreas de tierra fértiles.

Aún es poco, pero el gobierno de Santos y de Duque sólo entregaron 30 mil hectáreas. En dos años llevamos nosotros 180 mil.

Si las normas miraran más al pobre podríamos lograr los objetivos que el acuerdo de paz del año 2016 estableció.

Sal​​​ud

Quince, en los últimos tres años hemos logrado una reducción del 49 por ciento en mortalidad materna. Este es un indicador de salud que mide la eficiencia de los sistemas de salud.

Fue terrible en el gobierno de Duque, se incrementó sustancialmente, pero hoy podemos decir con orgullo que hemos reducido la cantidad de casos y la razón por la que mueren mujeres embarazadas por falta de atención médica en 50 por ciento.

También hemos reducido en los últimos dos años la desnutrición y, sobre todo, la muerte por desnutrición de menores de cinco años en todo el país en un 31por ciento.

En La Guajira, donde morían por centenares los niños, hemos reducido la mortalidad por desnutrición a más del 50 por ciento. Hoy mueren la mitad, ojalá no muriera ninguno, pero es así como se desarrolla un país. No es sólo con el pavimento, es con la vida y, sobre todo, con la vida de la niñez, con la vida de la vejez, con la vida de la mujer embarazada.

Soy el primero en reconocer que es mucho el camino que nos falta por recorrer. No hemos logrado todo cuanto hubiéramos querido, pero sí hemos hecho y hemos hecho más de lo que muchos piensan o dicen, entre otras, porque la situación fiscal que encontramos no fue la más favorable.

Al país lo sobre endeudaron innecesariamente, al país lo esquilmaron innecesariamente.

Los dineros recaudados con la reforma tributaria que se aprobó en el primer año de mi gobierno y que no grabó a las personas naturales de escasos recursos, no les puso el impuesto a los pobres, no le puso el impuesto a la sopa, se destinaron esos recursos para el pago de una deuda pública que adquirió el expresidente Iván Duque de una manera que me pareció, en realidad, tonta.

Un crédito por 5.600 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), pagadero en dos años que estoy comenzando a pagar y que se dedicó fue a subsidiar las nóminas de los empleados de las empresas más poderosas de Colombia.

Y, lamentablemente, porque la Corte Constitucional tumbó la mitad de la reforma tributaria que aprobamos y, sobre todo, en unos recursos que son de los más poderosos de Colombia, los petroleros y los grandes carboneros exportadores del país.

Y al déficit del Fondo de Estabilización de Combustibles, entre otras cosas, porque también Iván Duque, al no subir la gasolina, pero comprarla cara y venderla barata, nos dejó una deuda con Ecopetrol, del cual ya hemos pagado cerca de 40 billones de pesos. Fuimos el único gobierno que fue capaz de darse esa pela de eliminar el subsidio a la gasolina.

Sé que le produce, en cierta forma, oposición a la clase media, pero no está bien que se subsidie a un señor que tiene una camioneta, cuatro puertas, en el consumo de su gasolina y le estemos cerrando las puertas de los hospitales a la gente pobre en Colombia.

Cuarenta billones de pesos nos costaron ese simple hecho de saldar esa deuda, casi tres reformas tributarias. Eso también lo dejó Duque.

Hemos sido responsables, muy responsables, en el manejo de nuestra economía para mantener el grado de inversión y lo hemos logrado. En el 2021, las calificadoras de riesgo lo bajaron, gobierno Duque, y a pesar de toda la oposición en la prensa, hasta el día de hoy el gobierno actual de Colombia ha mantenido el grado de inversión y la credibilidad de los mercados. Lo hemos logrado.

A esta difícil situación fiscal se suma una inflación de precios que fue cercana en el tema de alimentos al 15 por ciento anual. Nosotros nos propusimos reducir esa inflación, y lo hemos logrado.

 El costo de la vida viene disminuyendo en su crecimiento mes a mes, en especial lo más clave, el precio de los alimentos, lo cual nos ha permitido garantizar que el incremento del salario mínimo de nuestros trabajadores sí se convierta en un mayor ingreso para ellos.

Este año, según lo esperado, el costo de la vida se ubicará en un crecimiento del 5 por ciento.

Ahora, lo que necesitamos es que el Banco de la República entienda que las tasas de interés deben bajar al mismo ritmo de la inflación.

Si nosotros logramos que la inflación sea del 5 por ciento y que hemos subido el salario mínimo en aproximadamente un 12 por ciento, los trabajadores y las trabajadoras de Colombia al final del año podrán recibir 7 por ciento más realmente de sus ingresos.

Y si el Banco de la República pone la tasa de interés en una cifra cercana a ese tipo de inflación del 5 por ciento, entonces mucha gente podrá meterse a comprar una vivienda, un carro, una moto, a ir al comercio a comprar sus electrodomésticos, la agricultura podrá progresar y el turismo nacional podrá crecer.

Es decir, podremos reactivar realmente la economía nacional y ponerla en el sendero, como dice el Banco Mundial, del crecimiento el año entrante.

No han sido dos años fáciles. Hemos tenido problemas, obstáculos, pero también logros y satisfacciones.

Nos quedan dos años de Gobierno, el remate, lo más duro, y en donde daremos todo para conseguir las metas.

Acuer​​do nacional

He hecho un llamado a los partidos políticos, a los empresarios, a las organizaciones sociales, para que nos sentemos a construir un gran acuerdo nacional en torno a la reforma a la salud.

El sistema de la Ley 100 no sirve. Se están robando por decenas de billones de pesos en los últimos años los recursos mientras se cierran los hospitales públicos.

​La reforma a los servicios públicos es fundamental. Prácticamente, toda la sociedad colombiana está tributando a unas generadoras que, teniendo unos costos bajos por ser hidroeléctricas se enganchan al precio muchísimo más alto del gas y así les cobran a los usuarios.

La implementación del acuerdo de paz y la lucha contra la corrupción, que es un flagelo derivado en todos los estratos de nuestra sociedad y que ha permeado todas nuestras instituciones, es fundamental. A este gobierno lo permeó también la corrupción.

Hemos visto en la historia, en la actualidad, cómo gobiernos progresistas terminan permeados por un cáncer que es la corrupción y terminan por no cumplir sus objetivos.

(Aquí algo parecido comenzó, no tanto como dice la prensa, pero este Presidente saca a cualquiera que, por sospecha, más o menos creíble, sepamos que se ha robado un peso del pueblo. Aquí los corruptos no gobiernan porque este es el gobierno del cambio.

Nuestro gobierno seguirá trabajando día y noche, así como trabaja doña Blanca Luz –y que está por aquí ya haciéndolos envueltos– y como trabajan millones de colombianos y colombianas para construir una Colombia en paz.

Sigamos avanzando juntos con dignidad. Esta es la potencia mundial de la vida.

Gracias por escucharme.

muy amables.


(Fin/gaj)