Barranquilla, 20 de mayo de 2025
Buenas noches, colombianas, colombianos, barranquilleras, barranquilleros, todos los pueblos del Atlántico y mucha gente del Caribe aquí reunida por decenas de miles. En este Paseo Bolívar hemos puesto nuestra ofrenda al Libertador Simón Bolívar. No hace mucho viajé hasta Soledad (Atlántico), allí inauguramos los Comités por el Sí de la Consulta Popular, precisamente, al lado de una casa en donde durmió El Libertador en su viaje hacia Santa Marta un poco antes de morir.
Iba quizás triste, no sabemos bien esa historia final, de alguien que además de general fue presidente de Colombia, que construyó libertad, que fue el gran jinete emancipador de talla mundial en aquella época, de talla americana, que aún no puede olvidarse y no se olvidará, porque los seres humanos que luchan por la libertad son inolvidables.
Vengo de dar una vuelta al planeta, no me iba a imaginar, no me imaginé que me iba a tocar, estoy un poco con el sueño refundido. El que a un presidente de Colombia –y sé que la prensa no hace ese tipo de análisis pero toca recalcarlo porque tiene algún significado–, el que a un presidente de Colombia lo reciban dos personas de la talla mundial del poder, en cierta forma espiritual el uno, económico el otro, el presidente de China, Xi Jinping, y el Papa León XIV, en una semana apenas, apenas en una semana significa, no simplemente las virtudes del presidente, no se trata de eso como persona, sino la importancia que viene adquiriendo Colombia en los escenarios internacionales.
El que es llamada, el que es vista, el país con el cual se quiere conversar de temas, muchos de los cuales no tienen que ver con nuestra propia Colombia directamente, y muchos y muchas de Colombia a veces no entendemos y qué hace el presidente hablando de esos temas, cuando empezamos a perder la noción de que el pueblo colombiano es parte de la humanidad y que lo que pasa en cualquier lugar del mundo nos pasa a nosotros.
El mundo está en una lucha vibrante, cada vez más intensa, entre si quienes dominan su existencia inmediata son los dueños de la codicia, o si quienes logran enrumbar la existencia misma de la humanidad son aquellas y aquellos que cuidan la vida, la humanidad misma, porque lo que está en juego es si seguimos vivos o nos acabamos como especie, si es que la humanidad puede tener el momento de la dignidad, o lo que volvió fue la tiranía, o si lo que volvió fue los monarcas absolutos y lo que volvió fue el oprobio.
Y algo así que uno ve en el mundo, está habiendo en Colombia, estamos definiendo de nuevo 30 años después si la Constitución del 91 rige o no, con sorpresa empieza uno a ver personas, dirigentes, le llaman líderes, que pareciera que no se hubieran leído la Constitución de Colombia, van diciendo por aquí o por allá, acabo de leer la de la señora María Claudia Lacouture, costeña, creo que de Barranquilla, no me acuerdo, samaria. Los Lacouture son samarios, son de Santa Marta y en nuestros pueblos costeños, el apellido que se repite en el poder una y otra vez pareciera ser parte de nuestra historia.
Es que los Lacouture tienen que decir si el pueblo se expresa o no, es que los Char tienen que decidir si el pueblo se expresa o no, es que los Cepeda, los malos, porque hay un Cepeda bueno, que hay que invitar a estos eventos, entre otras cosas, yo no entiendo por qué vienen los senadores, las senadoras y al senador Cepeda no lo invitan, el bueno, porque entonces son esas jerarquías familiares, hereditarias, las que van definiendo y con su poder en el Senado y haciendo trampas, lo deciden que el pueblo de Colombia no se puede expresar, que no es cierto que la Constitución del 91 haya cambiado la concepción del estado y de la sociedad y que seguimos siendo siervos que obedecen y que seguimos siendo esclavos que obedecen, que el papel del pueblo no es más que obedecer y que el papel del pueblo además de obedecer no es más que trabajar y trabajar y trabajar, decía un expresidente antioqueño con muchas haciendas en el Caribe colombiano.
La tierra del Caribe colombiano se fue volviendo de gente extraña a los que nacieron en el Caribe, los campesinos y las campesinas del Caribe dejaron de cultivar tierras porque terminaron en estas ciudades, bien lo decía alguien, desplazados por la violencia y los hijos y las hijas de esos campesinos y campesinas y los mismos campesinos y campesinas ya envejecidos, cuánta gente está esperando que a un juez se le ocurra sacar del escritorio el proceso de restitución de tierras que tiene guardado hace 10 años para ver si le pone la firma y a ver si encuentra que el campesino está aún vivo, para ver si al final de sus días podía ver desde su viejo rancho quizás ya quemado la tierra que incluso lo vio nacer, la tierra sobre la cual se encorvó bajo el sol con el azadón para sembrar maíz o para sembrar yuca, para alimentar a esas mismas familias que hoy votan en el Senado de la República porque nunca más tenga tierra, porque no tenga pensión, porque no tenga derecho de trabajador, porque no tenga dignidad de ser humano, porque no pueda ser llamado persona. No quieren que seamos personas.
La persona, la dignidad y la libertad
Persona no es un individuo, persona no es un simple ser humano por ahí, persona es un ser humano con dignidad. Personas somos en el pueblo de Colombia, el presidente es una persona y el portero de la Presidencia es otra persona y la mujer son personas y los niños son personas y las personas por definición son libres y tienen derecho a decidir en su vida, en su territorio. Eso es ser libre.
Pero aparece la señora del gremio, Lacouture, que las leyes solo se hacen en el Congreso. ¿Quién le dijo? No se leyó la Constitución. Y no me agarro con ella porque además ha acompañado otras consultas populares.
Es un poco la esquizofrenia porque a Santos sí le dijo que le apoyaba la consulta de la paz y la perdieron por tontos. ¿Cómo así que sí se apoya a una consulta cuando se trata de rendir a la Farc y no se apoya a otra consulta cuando se trata de construir la paz de verdad, que es construir la justicia social en Colombia? ¿Cómo es eso? ¿Qué tipo de mentalidad entonces es aquella que cree que la paz es rendir y tirar bombas como hacen los israelíes sobre Gaza, sobre los niños y las niñas y que la paz entonces no es lograr una convivencia en una sociedad donde los derechos sean para todas y para todos y donde la libertad sea posible? Si yo creo que ese es el camino verdadero de la paz. La justicia social es el camino de la paz y la Constitución de 1991 ordena que la paz es un derecho y es un deber de cumplimiento obligatorio.
Estamos obligados a la paz. El presidente de la República está obligado a ayudar a construir la paz de Colombia o si no, debe ser echado. Aquel que convocó a la juventud a la muerte, uniformada o no, aquel que permitió 6.402 jóvenes fusilados en Colombia, aquel que permitió que las calles y las trochas de Colombia se llenaran de sangre, estaba incumpliendo la Constitución de 1991 porque su obligación no era la muerte, era la paz.
Y sí querían reelegirlo, y no una, sino dos, como dice el vallenato, y hasta tres. ¿oíste la canción de qué? Los Diablitos, Santo Cachón. Los santos cachones son los adictos, drogadictos del poder, porque el poder es una droga y los tiene locos. Los acabó como seres humanos. Ya no tienen corazón ni cerebro, solo suenan las monedas en los bolsillos, solo suena la codicia y eso los enceguece, porque la codicia tiene una virtud. Enceguece al ser humano a tal punto que se convierte en asesino. Nosotros no tenemos codicia, y si aquí hay, porque lo ha sabido, codiciosos, quítense el corazón, porque en este gobierno no cabe la codicia, cabe el sacrificio, cabe la alegría, no estamos solo para sacrificarnos, estamos para la victoria, estamos para vencer y estamos venciendo.
Y esta manifestación enorme de Barranquilla, quería verla de día, pero nuestros aviones son bastante retardados. Toca comprar unos nuevos, pero para el Ejército, para que puedan mover las tropas rápido de un lugar a otro, les preguntaba yo, oye hay estos presidentes que hablan tanto del Ejército, ¿dónde compraron los aviones rápidos? Dejaron morir, entre comillas, los instrumentos de movilidad rápida del Ejército, porque pensaron que, con simplemente decir en las calles, en la prensa, son nuestros héroes, en realidad se podían ganar las guerras. Ya no había guerras contra la insurgencia, lo que había era guerras del narcotráfico contra el pueblo, y había políticos que eran amigos, no del pueblo, sino de los narcotraficantes.
Proceso de paz con bandas de Barranquilla
Por eso hay bandas por aquí y por allá, por eso la inseguridad empezó a crecer fue en los puertos de Colombia y Barranquilla, en Santa Marta, en Cartagena, en Buenaventura y en Tumaco, por eso la tasa de homicidios está creciendo en las fronteras de Colombia, en la del Catatumbo y en la que nos junta con el Ecuador, y hay que preguntarse por qué, porque ahí no están haciendo ninguna revolución, olvídense, ahí están es traqueteando, están usando el puerto de Barranquilla para sacar cocaína y para traer textiles para arruinar industriales y trayendo armas para que el pueblo de Colombia se mate entre sí.
Y voy a decirles algo, esos muchachos que por miles están siendo enrolados en ese tipo de organizaciones que llaman bandas, porque no tienen una universidad, y qué desgracia lo que pasa entonces con la Universidad del Atlántico, y porque hay que ver si empiezan a ser rápidos, lo he pedido una y mil veces, no esperen construcciones de edificios que no estarán sino hasta dentro de cinco años, y la generación actual de jóvenes tienen que entrar ya a la universidad, y por tanto hay que abrir colegios y por tanto hay que instalar módulos rápidos para que se pueda abrir las puertas de la universidad a miles de jóvenes que si no solo tienen la oferta de la delincuencia, la del riesgo, la del matar al otro joven porque le quitó un pedazo del mercado del microtráfico, el negocio con el traqueto llevando un bulto de cocaína hasta el barco o a la bodega.
Y porque la violencia ahora es así, y porque necesitamos que esos jóvenes en vez de perder su vida en prisiones o en cárceles o en la misma muerte, puedan ser aquí dirigentes de esta sociedad, puedan ser capaces de llevar a Barranquilla hacia más adelante de donde la llevamos nosotros, a Colombia hacia más adelante de donde la llevamos nosotros, es que no la podemos dejar suelta por allí en manos del narcotráfico mundial despedazándola, necesitamos educar esa juventud, cuidarla y asegurarla.
Y para eso se necesita seguridad social, gente, familias que puedan proteger a sus propios hijos, que tengan la capacidad de hacerlo, para eso necesitamos justicia social, no estamos diciendo nada malo para Colombia, yo no estoy pidiendo aquí que voten por tal o cual personaje, no estoy pidiendo que voten por Petro, no me sueño reelegido y no quiero volverme drogadicto del poder, porque me volvería asesino, eso no es para mí.
Lo que sí quiero es que esa juventud tenga oportunidades. Y antes de hablar de la consulta entonces, a lo que hemos venido, quiero hablar en Barranquilla a esas bandas y a esos jóvenes, porque voy a iniciar un diálogo de conversaciones del Gobierno con las bandas juveniles, de Barranquilla, yo no conozco mucho el corso, le dicen, ¿Cómo? No, el Country es el club donde usted va, el corso es la banda, el dueño de la banda, otra banda.
Queremos reunirlos, queremos que hagan la paz, que no ataquen a su vecino, que no ataquen al otro joven, que le dejen de prestar servicios al traqueto y al político que van de la mano, que empiecen con nosotros la formación del liderazgo popular, que este Gobierno les ofrece la mano, que a sus presos en las cárceles los vamos a escuchar, que vamos a pacificar a Barranquilla, ya que el alcalde no pudo.
Ya será en otra oportunidad que hablemos de eso, como pacificamos Medellín, así el alcalde no quiera reconocerlo, Medellín está a punto de tener solo un dígito de tasa de homicidios, cuando eran 400 por 100.000 habitantes, y claro, no me quiero apropiar de todo el proceso, muchos lo han construido a lo largo de ese fatídico 1993, donde alcanzó la máxima expresión de la violencia mundial que aún ninguna ciudad alcanza, a esta época, a este año, a este día, donde Medellín puede decir con orgullo que ha salido de la violencia, pero no aún de la pobreza, no aún de la justicia social.
Qué lamentable que la tasa de hambre que cae en toda Colombia aumente en Antioquia, por Dios, pero hemos logrado a partir de los diálogos, y tengo que decirlo, una ministra de mi gobierno quería sabotearlos, porque no entendía por qué podíamos hablar con bandidos, no, aquí hay políticos que hablan con bandidos, pero asociarse a las escondidas, nosotros hablamos de frente porque queremos darles una segunda oportunidad, porque Colombia no es una tierra de bandidos, una tierra de gente que ama la libertad, como Bolívar.
Vamos a luchar a fondo por la Consulta Popular
Por eso iniciaremos ese diálogo de paz en esta ciudad, pero a esta ciudad también le pido, y al Caribe entero también le pido varios objetivos, dos, simplemente dos: vamos a luchar a fondo por la Consulta Popular, uno, y no vamos a votar nunca más por los que compran votos y se convierten en verdugos de los compradores de votos, porque en este momento político tenemos que entenderlo.
Qué sacamos eligiendo a Petro a presidente si se eligió al mismo tiempo a Cepeda, el malo, como presidente del Senado, la misma gente que votaba por mí votaba por ellos, por mí porque era una esperanza por ellos porque era un billete y esa división del corazón, ese tener que aceptar el billete porque no había que llevar a la casa o porque un poco más bandido el personaje no tenía con qué comprarse la botella de ron, se confundió con la esperanza de querer también genuina y legítimamente cambiar a Colombia y entonces nos encontramos en el mismo Estado colombiano en la misma época con dos tendencias enfrentadas –polarización le llaman– el presidente tratando de cambiar la Colombia de acuerdo al programa que votó el pueblo colombiano sin salirse de una coma y una parte de congresistas tratando de sabotear al presidente impidiendo que se haga ni una sola reforma.
El voto por uno fue el mismo del voto por otro porque fue el pueblo colombiano el que los escogió a ellos y a mí, nadie impuso solo que hubo dos métodos diferentes, le dijimos a esa parte del alma colombiana en cada persona apuesten a la libertad, a la dignidad y cambiemos la historia de Colombia y acabemos los 100 años de soledad que son dos siglos en realidad, que nos han hecho matarnos entre nosotros y hagamos en este país hermoso el país de la belleza, dijimos, el corazón del mundo, una sociedad donde con justicia se pueda vivir bien y sabroso dijo alguien.
Vivir bien, tener una vida buena, que se puede tener en Colombia indudablemente. Pero la otra alma, el otro pedazo de corazón, el que vota por los congresistas y por los alcaldes ya no estaba pensando lo mismo, sino estaba pensando qué me das para que yo vote por ti y siempre hay algo que dar porque se han robado tanto dinero que tienen el billete en efectivo se han puesto tanto de rodillas ante el dueño del narcotráfico que tienen el billete en el bolsillo y entonces los mismos que se eligieron para el Senado por la circunscripción electoral de Atlántico en las listas al Senado, a la Cámara terminaron votando en contra de un querer del pueblo que es expresarse libremente para definir las justicias en su vida laboral en su vida de trabajo.
El señor Antonio Zabaraín votó en contra de ustedes, el pueblo de Barranquilla y del Atlántico; el señor Mauricio Gómez Amín votó en contra de ustedes, en contra del pueblo del Atlántico; el señor Carlos Meisel, del uribismo votó en contra de ustedes, en contra del pueblo caribeño; el señor Honorio Henríquez votó en contra de ustedes, en contra del pueblo caribeño; el señor Carlos Farelo votó en contra de ustedes, en contra del pueblo caribeño; la señora Betsy Pérez votó en contra de ustedes, votó en contra del pueblo caribeño; el señor Efraín Cepeda votó en contra de ustedes y en contra del pueblo caribeño; no votó contra Petro. Petro lo vence cada vez que hay una elección aquí.
Votó fue contra su propio electorado y esto tenemos que analizarlo bien, entre familia, con los amigos y las amigas del barrio, en el sindicato, en donde hay organización, en la junta comunal, qué es lo que estamos haciendo porque solo se puede hacer una de dos: o cambiamos a Colombia o Colombia se nos desbarata entre la sangre de nuestros propios hijos.
Qué es lo que estamos haciendo, por qué le entregamos a los verdugos del pueblo la hechura de las leyes de Colombia bajo las cuales tiene que gobernar un presidente que puede ser un amigo del pueblo. O elegimos verdugos o amigos del pueblo, amigas del pueblo. Claro, hay quienes engañan, se visten de revolucionarios. Por ahí estaba el tal Jota Pe (Jonathan Ferney Pulido Hernández) y cuando van a votar se convierten en los verdugos fulminantes de quienes antes en las elecciones abrazaban.
Claro que hay quienes engañan, algunos hombres y algunas mujeres, pero en general sabemos que cuando un político ofrece billete por el voto ese es un verdugo. Ojo y aquí tenemos que hablar de esto a profundidad y extenderse hacia todo. Qué es lo que hace que un señor como Efraín Cepeda o como los demás que hemos nombrado aquí voten contra el pueblo si saben que querrán volverse a elegir por el pueblo. Efraín Cepeda quiere ser presidente, alguien le dijo que Petro iba a caer y que entonces él sería presidente.
Se ilusionó con eso y empezó a mamarme gallo, porque estaba ahí en la mesa de despacho presidencial y me decía: ‘Sí, Petro, voy a ayudar’. Y salía y al otro momento, a los tres minutos, me estaba traicionando, cuando le ponían la cámara de frente.
Pero él estaba pensando, y así los demás: es que no importa que yo no les apruebe estas leyes; no importa que yo le haya dicho -decía él, Efraín Cepeda- al presidente Duque: ‘Oiga, no les cobre las tarifas ahora, porque está el covid en las calles, pero cóbreselas después todas juntas’. La llamó ‘opción preferencial’ para que nadie entendiera en qué consistía el asunto. Ahí estuvo Zabaraín, ahí estuvo Char, ahí estuvieron todos juntos.
‘Hemos solucionado el problema de la energía eléctrica’, dijeron. Y lo que hicieron fue regalarle, después de hacer perder 12 billones de pesos del erario, regalado la empresa a los financiadores de Cambio Radical: los señores Ríos, los mismos que buscaron sacarme de la Alcaldía de Bogotá, los mismos. Cachacos ellos, sí.
Entonces se subieron y se treparon las tarifas de energía eléctrica en Barranquilla, en el Atlántico y en esta porción del Caribe, porque toda la deuda acumulada a través de lo que llamaron ‘opción preferencial’ se la tiraron a los usuarios.
Y porque se creó una cláusula secreta, en donde todo lo que dejaban de pagar los ya pobres que no podían pagar la tarifa se les cobraba a los que sí podían pagar, y se juntaron.
Se juntaron además con los dueños del gas, que traen y transportan el gas, el señor Sarmiento, y pusieron las tarifas tan alto que se ganaron un billete de billones y billones de pesos con el erario de la gente, con el salario, con el ingreso de la gente.
¿Entonces por qué eligieron a esa persona que hizo eso y estafó a todo el pueblo del Caribe, quitándoles sus pocos recursos, incluso el de la comida, para pagar la tarifa la energía eléctrica? ¿Por qué volverían a votar por él, una y otra vez, como cree él?
Ese mismo, esos mismos, porque van juntos en pandilla, él decía y se autodenominaba: soy el jefe de la banda. ¿Por qué entonces, con tanta emoción, se alegran y bailan evangélicos y católicos y no católicos, todos politiqueros, en la sala del Congreso, porque le hundieron la Consulta Popular al pueblo trabajador?
¿De dónde nace esa alegría, por qué tan alegres de hacer un daño tan inmenso a decenas de millones de personas inocentes, a sus propios electores, a las niñas y niños que en este momento están creciendo y que bien tendrían el derecho de vivir una buena vida, porque ellos no son los culpables de los cien años de soledad de Colombia?
¿Por qué esa alegría? ¿De qué se ríe, ministro?, decía una canción? ¿De qué se ríen?
Reforma pensional
Allí estaba la alegría por una sola razón: ellos creen que nada pasará, que pueden ser verdugos en el Congreso y hundir una tras otra ley que vaya a favor del pueblo; que pueden hundir la reforma pensional e impedir que tres millones de ancianos y ancianas de Colombia no reciban 250.000 pesos mensuales, que les servirían solamente para tener un plato de sopa caliente, para tener un colchón y para poder llegar quizás con un mercado pequeño a donde viven sus hijos y recibir una sonrisa, y lo decía antes, tener amor y afecto en los últimos años de la vida.
Qué pecado el que un presidente y un gobierno intenten lograr eso. ¿Acaso esa alegría y ese amor en los últimos años de la vida no es construir paz?, me pregunto yo. ¿Acaso eso no se llama justicia social?, me pregunto yo. ¿Qué mal estamos haciendo cuando se puede hacer, cuando está el dinero guardado en los bancos, en los fondos privados de pensiones?
Dinero que en su mitad ya han sacado del país a hacer inversiones internacionales, casi siempre comprando sedes de bancos, que ahí sí no son propiedad de los cotizantes, sino que son propiedad de los dueños de los fondos privados de pensión.
Lo mismo que hacen con las EPS. Uy, qué linda clínica muestran. Este sistema de salud sí que es bueno, hermosa la clínica. Pero es privada y se hizo con los dineros de los cotizantes, con los dineros del Estado.
¿Cómo se le llama el que un personaje equis pueda hacer una clínica hermosa si la hizo a su nombre, bajo su propiedad, pero con los dineros del Estado, que son los dineros de todas y todos ustedes? ¿Cómo se le llama a eso? Robo. Nos han robado por billones.
Si se propone un proyecto de ley donde se diga: oiga, yo quiero volver ese dinero más bien hospitales, pero en todo el territorio nacional, no solo donde viven los ricos de Chapinero, de El Poblado o del norte de Barranquilla. Oiga, si yo lo que quiero es que la gente tenga médicos que puedan ir hasta la casa del más pobre y mirar al niño y a la niña barrigona, no porque haya comido mucho, sino porque está llena de gusanos, de bacterias que se recogen porque en la calle hay polvo, hay mugre y porque el agua potable no llega.
Cómo se puede entender a una sociedad en donde los gobernantes dedicaron 100 billones de pesos a hacer carreteras con peajes, negocios de doble calzada, para que los señores dueños de los bancos tengan ganancias cada día, cada vez que una moto o un carro paga el peaje, cada vez que el Estado gira la cheque, y los giran el 2 de enero, y no se da cuenta ni siquiera el presidente.
Porque es un sistema de algoritmos que se creó exclusivamente con ese propósito, con tal de que de si hay una afugia, si hay que recortar el gasto, todo se puede recortar, hasta la plata que va a la comida de los niños, pero lo que va a las arcas del dueño de la concesión de carreteras jamás se puede recortar, porque es plata sagrada, porque es plata del rico, porque es plata pública de la que se apropia el banquero.
Cuando un presidente intenta reformar ese tipo de leyes, cuando decimos ahora que el día acaba a las seis, hoy es de noche, y entonces a esta hora si está un trabajador o una trabajadora trabajando se le debe pagar más, porque está sacrificando más de su vida, ni más ni menos; está sacrificando, cuando es madre, ir a su bebé y abrazarlo.
¿Ustedes saben qué pasa en una sociedad cuando millones de madres, por tratar de sobrevivir, no van a abrazar a su bebé, cuando es posible y aún es bebé? ¿Qué le pasa a esa sociedad?
Se va quedando sin amor. Esos bebés no te dan buenos ciudadanos. Acumularán el vacío en su alma, y el vacío se volverá contra su propio hermano, contra su propia sociedad. Las sociedades violentas son las que nacen sin amor.
Si eso es así, entonces por qué el señor Efraín Cepeda dice que es populista y que es malo el que un presidente de Colombia intente que todas las madres de Colombia puedan tener más tiempo para abrazar a sus hijos.
En beneficio de la familia
¿En dónde está ese mal? Si hasta los científicos norteamericanos, haciendo sus números por décadas, descubrieron que la mejor forma de bajar la tasa de homicidios de Nueva York era logrando que los niños, los bebés de ellos, tuvieran más amor en sus hogares y en sus jardines infantiles; que tuvieran más tiempo con su mamá y con su papá.
Un revolucionario habla aquí de familia, pero unos evangélicos que se la pasan diciendo todos los días que ‘la familia y la familia’ rompieron la familia, siendo senadores de la República, porque no les permiten el tiempo, los quieren es explotados.
Que me expliquen entonces cómo se fortalece una familia si por obligación el papá, si existe, tiene que trabajar hasta las 10 de la noche y la mamá también, y cómo se crían los hijos en el barrio entonces.
Entonces el equivocado es el presidente, al que le dicen ‘ateo’, pero ese pastor o pastora que vota allá esa sí no.
Destruyen familias cuando impiden que la jornada laboral sea de ocho horas y no una jornada laboral de esclavos y destruyen mujeres, porque al no haber estabilidad cada vez que una mujer va a pedir un empleo por allí público o privado el patrón o el que dejan como encargado de patrón le empieza a poner condiciones que no son dignas como ser humano: acoso, esclavitud, pérdida de derechos. Nos quitan la dignidad.
El día acaba a las 6 de la tarde es lo que dice la Consulta Popular. ¿Por qué no dejan que el pueblo de Colombia decida y ordene el Congreso que el día termine a las 6 de la tarde?
En qué ley científica estamos nosotros creyendo, de qué manera le estamos haciendo un daño al país. Hasta los números les salen mal, la economía crece y llevo tres años subiendo el salario mínimo por encima de la inflación y ellos tres años diciendo que se va a acabar el empleo. En el último año creció en un millón los puestos ocupados, 368.000 en la agricultura y 200 y pico mil la mayoría; 600.000 en la industria.
Esto no se veía antes, creciendo la agricultura al 7 % y al 8 %, porque le entregamos tierra a los campesinos, porque bajamos el precio de los fertilizantes, porque entregamos más crédito barato en la antigua Caja Agraria (hoy Banco Agrario), porque nuestra prioridad es el campesinado, nuestra prioridad es el niño y la niña, nuestra prioridad es la gente que trabaja, no los que van al Club El Country.
No somos de club y estos señores, y voy a decirlo así, con mucha sinvergüencería en el corazón, se creen que pueden entonces convertirse en verdugos, hundir la Consulta Popular y decir no va más y al pueblo no se le deja hablar y qué, y qué Petro, porque están seguros creen en esa seguridad que cuando lleguen las elecciones de Congreso entonces van a sacar sus billetes en efectivo y va a haber un rebaño haciendo cola pidiendo la plata para ir a votar otra vez por ellos. Y yo les digo basta.
Una revolución es antes que nada una revolución cultural, cambiar la cultura. Una revolución comienza –dicen muchos– antes que las grandes acciones masivas de la población por un cambio en el corazón que dice yo soy digno, yo soy digna, punto. Me aguanto el hambre de hoy, pero no le acepto su billete sucio. Me aguanto el hambre de hoy y no le acepto su billete sucio es lo que hay que decirles como consigna el día de las elecciones.
Perseguir a compradores de votos
Que tengan temor del pueblo. Esto es lo que yo quiero que aprendamos hoy como un mensaje central no va a haber más pobres vendiendo su voto en el Caribe colombiano. Se les acabó el jueguito y la Policía Nacional tiene desde ya la orden de destruir toda organización que se dedique a la compraventa de votos en Colombia, que me escuchen bien, porque yo sé que en muchas partes compran al oficial y se hacen de la vista gorda.
Comprar votos es un delito y se va a castigar a fondo en Colombia. El presidente, comandante en jefe de la Fuerza Pública de este país lo ordena el día de elecciones y los días anteriores a elecciones porque el billete se trafica días antes. Todo el que intente organizar la compra de votos de la sociedad colombiana se va para la cárcel.
Y el segundo tema es la Consulta. Hemos presentado en el día de ayer de nuevo aumentada la Consulta Popular. Allá dicen que faltó un voto, que la señora Marta Peralta se fue y que no sé qué le pasó y que no llegó a tiempo. No llegaron a tiempo tres, cierto, la mayoría estaba a este lado. El tipo bien sabio, que es en estos temas, bien astuto, vio que en la puerta entraban tres votos por la Consulta y llevaba 49 votos y cerró la votación. A veces son más vivos que nosotros, aunque no hacemos las trampas. Y hubiéramos ganado por uno, por dos, no importa, ya sucedió. Consecuencias tiene jurídicas y políticas.
Hemos presentado de nuevo la Consulta Popular con cuatro preguntas más en el terreno de la salud pública. El derecho otorgado al Gobierno de comprar medicamentos para que no haya escasez y no acaparen más y se vendan baratos. El derecho de tener médicos en el territorio y médicas y enfermeros en un sistema de medicina preventiva que logre atender a la gente antes que se enferme, prevenir es mejor que curar.
El derecho del personal de salud a ser laboralizados, a tener un puesto indefinido y no por contrato de tres meses sobre todas por las enfermeras y los enfermeros y que no volvamos a tener EPS como intermediarios financieros porque se quedan con el dinero público y terminan en grandes clínicas, castillos y campos de golf de los dueños de las EPS.
Derechos y dignidad
Esas preguntas van a quedar allí. El día termina a las 6 de la tarde. La mujer que menstrua y tiene dolores tiene derecho a ir al médico, la madre comunitaria tiene derecho a una pensión, todo campesino o campesina una vez llegue la edad de la pensión recibirá un bono pensional del Estado. Tendremos al campesinado en el camino del derecho a la pensión. El que trabaje sábado y domingo recibirá el doble de salario, porque está sacrificando a su familia, su descanso y su bienestar.
El joven trabajador no va a ser tratado como esclavo, sino que tendrá un contrato laboral como persona, que no por ser joven entonces deja de ser persona. Son derechos y dignidad en la Consulta Popular y ustedes me ayudarán.
Ellos dicen que es una amenaza. No. Todo senador es elegido para representar al pueblo, todo senador y senadora tiene la obligación de darle la cara al pueblo, de explicar por qué vota así o asá; todo senador o senadora debe saber que al haber sido elegido es sirviente y sirvienta del pueblo; todo senador o senadora tiene que saber que debe y puede y tiene derecho el pueblo de vigilarlo a él y a ella en sus actitudes políticas y en su voto, y que si su voto es contrario a los intereses del pueblo, el pueblo tiene el derecho de revocarlo y no votar más por él o por ella.
Conciencia política se llama. Esta Consulta Popular ya no se tramitará en frío. Nosotros caballeros, pensamos que Efraín Cepeda era como nosotros y nos hizo trampa y hay que aprender. Esta nueva discusión y si se necesita otra, otra, y si se necesita otra, otra, se dará en la lucha popular. Ya sabemos que Petro llena las plazas y qué, dicen. Ya nos acostumbramos, que sigan gritando. No, ahora no es solo gritar en una plaza pública.
Yo delego el papel de dirigente popular, que hasta este momento he tenido que no es función de la Presidencia, sino de la persona, en la coordinadora nacional Popular de movimientos y organizaciones para que dirija las acciones que el pueblo debe tomar sabiendo:
No atacarán a la Fuerza Pública
No se atacan los bienes de la clase media, no se rompe un solo vidrio como a EPA le pasó, porque mire lo que le pasó a EPA. El vidrio no tiene la culpa; no se ataca a los miembros de la Fuerza Pública; la orden a todos miembros de la Fuerza Pública es no levantar el arma contra el pueblo, luego el pueblo debe abrazarlos, darles tinto, café, cariño y amor, porque son hijos del pueblo, igualitos que los no uniformados.
No vamos a bloquear las necesidades mínimas de la gente, protegeremos la alimentación de las personas a las personas que necesitan atención médica etcétera, pero ustedes deciden los momentos, los días, los tiempos. La oligarquía de Colombia debe saber que ahora tiene al pueblo enfrentado, porque no fue capaz de dialogar con el presidente y hacer un acuerdo.
Que si toca ir a una huelga indefinida el presidente no los atacará al pueblo de Colombia jamás, sino que se pondrá al lado del pueblo y que, si me van a echar por ello, entonces estalla la revolución en Colombia porque no vamos a arrodillarnos.
No hemos pedido nada que no sea normal en el mundo, no estamos siendo exagerados ni radicales. Yo no estoy pidiendo el socialismo, aunque quisiera. Aquí no estamos expropiando, aquí solo queremos es y no nos han entendido bien: la dignidad del pueblo trabajador, la dignidad del microempresario, la dignidad de la mujer, la dignidad del campesino, la dignidad del joven en los barrios populares y en la vereda, solo eso señores de la oligarquía, no nos obliguen a lo imposible porque haremos lo imposible. Colombia es capaz de hacerlo porque quiere abandonar los 100 años de soledad.
No nos obliguen, no nos reten, no nos amenacen más. Ya salió La FM diciendo todo el gabinete está denunciado por prevaricato, cuál prevaricato; prevaricato el que hizo Efraín Cepeda al hacer trampa con los votos de la Consulta Popular. No nos amenacen.
Aún el presidente de Colombia está dispuesto a hablar, siempre he hablado. Desde niño hablaba, siempre he estado dispuesto a hablar, pero no con el pueblo arrodillado, no, así no se habla, así hablaron durante dos siglos con cadenas, con látigos y con cepos y después hablaron con motosierras, con fosas comunes y con falsos positivos. Así no se habla, se habla de tú a tú.
Los estoy volviendo más ricos, miren las ganancias de Sarmiento Ángulo, de Gilinski, de Santo Domingo. Y salen en El Tiempo que se aumentaron las ganancias 50 % más, pues gracias a Petro, no a ustedes que son malos gerentes. Señores, gracias al pueblo trabajador, gracias a la política económica de este Gobierno que incluso ni siquiera ha podido seguir el Banco de la República queriendo aumentar las tasas reales de interés, pero serían más ricos se los digo, aquí, como buen gerente, porque en donde he gerenciado la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá le dupliqué el valor y a la ETB también cuando fui alcalde.
Ahora aumenta nuestra agricultura, aumenta nuestra industria, lo que no va a aumentar es el carbón y el petróleo, porque eso envenena a la humanidad y la vida. Les puedo, por esa experiencia, decirles a los cacaos de Colombia que les aumento la ganancia del año entrante, más que éste, pero con ustedes se enriquece también el pueblo de Colombia. No es que ustedes, cacaos, se van a volver más ricos y los pobres más pobres. Ese negocio no funciona en ninguna parte del mundo porque ese negocio solo termina en muertos, en fusiles; ese negocio solo termina en narcotráfico y destrucción fratricida.
Se enriquecen ustedes señores, cacaos, y se enriquece el pueblo y entonces hablemos de cómo hablemos de cómo trazo las tareas, ayuden a hacerlas. Pueden tener mejores ideas que el presidente, pero de tú a tú con el pueblo levantado, porque a partir de hoy el pueblo de Colombia se levanta.
Que viva la Colombia potencia mundial de la vida, que viva la Colombia el centro del mundo vital, que viva esta Colombia democrática y que se acaben los 100 años de soledad.
Gracias, por haberme escuchado.
(Fin/mha/fca)